- Participaron Cruz Alejandra Lucas, Diana Domínguez y Natalio Hernández, en la Sala Manuel M. Ponce, en donde dieron lectura a poemas en lengua totonaca, mixe y náhuatl
La Secretaría de Cultura del Gobierno de México, el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal) a través de la Coordinación Nacional de Literatura (CNL), llevaron a cabo el ciclo Las diversas raíces en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes con el objetivo de difundir, preservar y transmitir a nuevas generaciones la literatura en lenguas originarias, contando con la participación de Cruz Alejandra Lucas Juárez, Diana Domínguez y Natalio Hernández.
La actividad estuvo moderada por la subdirectora de Literatura y Autores de la CNL, Jenifer Balderas. La primera en tomar la palabra fue la poeta y narradora Cruz Alejandra Lucas Juárez, quien dio lectura en totonaco y en español a su poema Extranjero, en la cual describe la pérdida de la identidad que tienen los hablantes de una lengua en específico, pero también de otras lenguas originarias.
“Esas situaciones que nos hacen de repente negar lo que somos y que, pues hay muchos elementos en nuestra cultura que nos identifican a los ojos de los demás, entonces, de ahí nacen estos poemas. Y también mi creación se enfoca mucho en el origen, la identidad, y también sobre los elementos de mi cultura, las cosas o situaciones que pasan en la realidad”, refirió la narradora.
“Me gustaba la poesía desde niña, aunque leía más cuento y novela me acerqué a la poesía cuando iba a la universidad, siempre la sentí como algo ajeno, era algo muy difícil de comprender porque leía poetas que no conocía, no sabía el contexto en el que vivían e incluso llegué a pensar que eran personas muertas y que no podíamos conocer a poetas vivos”, expresó Cruz Alejandra Lucas.
Por su parte, Diana Domínguez, quien es trabajadora social, poeta y narradora ayuujk (mixe), destacó la razón principal por la que empezó a escribir; en 2015 tuvo la oportunidad de poder leer algo en su propia lengua, fue algo que la motivó e inspiró, a partir de ahí deseaba narrar cosas que fueran de su comunidad.
“Los primeros textos que leí en mi lengua fueron textos de literatura mexicana escrita en español que fueron traducidos a lengua mixe, y entonces fue cuando tuve esta iniciativa de crear algo, primero para compartir con mi familia, pero algo de nosotras, desde nuestro pueblo, desde nosotras como mujeres mixes. Y creo que también, los temas que más me inspiraron para escribir cuando recién empecé fueron temas de mi infancia, temas de las mujeres de mi casa, de mi mamá, de mi abuela y hablar un poco de las violencias que se habían marcado en la vida de ellas”, declaró.
En su participación, el poeta, académico y escritor en lengua náhuatl Natalio Hernández hizo una remembranza y señaló que en la década de los setenta era un dirigente, un luchador en defensa de las lenguas y declaró que la poesía lo salvó de la muerte, porque entró en una crisis de identidad en 1980, ya que su amigo y maestro Salomón Nahmad y Sittón lo invitó como subdirector de la Dirección de la Educación Indígena, dejando atrás las flechas y su morral para convertirse en funcionario. Aceptando el reto, tuvo que alejarse de su comunidad de 500 habitantes, empezar a radicar en la gran urbe y fue así como empezó a escribir para no morir.
“Tenemos que celebrar que el español nos une, pero también tenemos que trabajar mucho, aquí hemos escuchado una sinfonía de tres voces, lo que nos queda es enriquecerlo y valorar su riqueza”, apuntó el escritor.
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