El Premio Xavier Villaurrutia de Escritores para escritores se fundó en 1955, a iniciativa del crítico literario Francisco Zendejas. Desde sus comienzos tuvo el propósito de estimular, apoyar y difundir las letras mexicanas, así como la producción literaria de escritores trasterrados, tanto latinos como iberoamericanos, con la sola condición de que la obra premiada se haya editado en México.
Francisco Zendejas había pensado darle al premio el nombre de don Alfonso Reyes, pero éste prefirió que con él se honrara la trayectoria de algún otro escritor mexicano contemporáneo, cuya obra reuniera excelencia y universalidad. Por ese entonces falleció Xavier Villaurrutia, uno de los mayores poetas del grupo de los Contemporáneos y se le dio su nombre al premio, que se entrega cada año.
El jurado lo conforman los mismos escritores que anteriormente han sido premiados. En su primera emisión el premio fue entregado a Juan Rulfo por su Pedro Páramo. A lo largo de sus cuatro décadas de vida ha distinguido a autores fundamentales de nuestras letras, como Octavio Paz, Carlos Fuentes, Elena Garro, Juan José Arreola, Efraín Huerta, Jaime Sabines, Sergio Pitol, Augusto Monterroso, Inés Arredondo y Vicente Leñero, por mencionar a algunos.
En la década de los setenta se daban varios premios en un mismo año, de tal modo que en 1972 y 1973, por ejemplo, se premiaron hasta cinco títulos. En 1968 fue suspendido como protesta al encarcelamiento de José Revueltas. En algunas ocasiones no se han premiado títulos específicos, sino la trayectoria de una obra importante. Tales han sido los casos de José Revueltas en 1967, Jaime Sabines y Ernesto Mejía Sánchez en 1972; Efraín Huerta en 1975 y Alí Chumacero en 1980.