• El domingo 22 de noviembre, con la lectura en voz alta del clásico de Lewis Carroll y otras actividades en la explanada del Palacio de Bellas Artes

 

Más allá de una historia, Alicia en el país de las maravillas se ha convertido en un mundo de encuentros y en un universo fantástico con el que muchos lectores han crecido, y el domingo 22 de noviembre algunos de ellos festejaron en la explanada del Palacio de Bellas Artes los 150 años de la publicación del libro escrito por Lewis Carroll.

 

Durante la celebración, que inició a las 11:00 con la lectura en voz alta de este clásico, a cargo de los actores Tiaré Scanda y Everardo Arzate –como parte del ciclo Leo... luego existo del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA)–, se reunieron más de 200 personas, quienes escuchaban atentamente, reían o seguían la lectura en sus propias ediciones.

 

  • El domingo 22 de noviembre, con la lectura en voz alta del clásico de Lewis Carroll y otras actividades en la explanada del Palacio de Bellas Artes

Más allá de una historia, Alicia en el país de las maravillas se ha convertido en un mundo de encuentros y en un universo fantástico con el que muchos lectores han crecido, y el domingo 22 de noviembre algunos de ellos festejaron en la explanada del Palacio de Bellas Artes los 150 años de la publicación del libro escrito por Lewis Carroll.

Durante la celebración, que inició a las 11:00 con la lectura en voz alta de este clásico, a cargo de los actores Tiaré Scanda y Everardo Arzate –como parte del ciclo Leo... luego existo del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA)–, se reunieron más de 200 personas, quienes escuchaban atentamente, reían o seguían la lectura en sus propias ediciones.

 

Posteriormente fue impartido el taller El mural de los objetos perdidos, en el que los niños tuvieron la oportunidad de dibujar las escenas y los personajes que más les llamaron la atención. Por último, Elia Sánchez, Elia Crotte, Gerardo Méndez, Raúl Pérez e Ignacio Casas escenificaron la versión teatralizada del volumen.

 

Nueva edición

 

Asimismo, fue presentada la nueva edición del libro, publicada por el Fondo de Cultura Económica (FCE), la cual se distingue por ser una traducción realizada por el escritor Ignacio Padilla del inglés al español mexicano o más neutral, por lo que resultará más digerible para los lectores de nuestro país.

 

De igual forma, las ilustraciones, elaboradas por la francesa Rébecca Dautremer, tratan de acercarse más al mundo imaginado por Carroll. Por ejemplo, la protagonista es de cabello negro y lacio, más morena que en muchas versiones plasmadas en los dibujos animados, y más parecida a Alice Liddell, niña quien inspiró al autor británico.

 

A decir de Ixel Burgos, joven de 19 años quien iba acompañada de su familia, “esta edición especial, por su color, el papel y las ilustraciones, es hermosa. Es impresionante cómo pueden reflejar a Alicia y al país al que viaja. También la lectura es muy fácil, no tan complicada como la del libro clásico. Un niño puede leerla y quedar atrapado.

 

“Soy fanática de Alicia en el país de las maravillas desde muy pequeña. Crecí con la película, y ahora me entero que son los 150 años del libro. ¿Cómo me lo podría perder? La primera vez que lo leí fue en primero de preparatoria y me fascinó cada detalle del país de las maravillas.

 

“Además, como el libro está basado en las fotografías que tomó Lewis Carroll de Alice, uno ve la verdadera impresión de la protagonista a través de las ilustraciones: una chica con cabello corto, morena, no lo de Disney. Pero creo que cada quien puede imaginar a su propia Alicia a su manera. Hasta uno mismo puede ser ella”.

 

Para Óscar Perea, de 30 años, quien también es seguidor de la historia, esta nueva edición “puede ser capaz de acercar a muchas personas a la lectura del libro, tanto a quienes no conocen la obra, como a los que sí. Es una lectura que está al alcance de todos.

 

“Ya conocía el libro y vine a disfrutar la lectura en voz alta. Ahora que el FCE publicó una edición especial, vale la pena adquirirlo. A mí me gusta desde que era un niño, aunque muchos tenemos como primera referencia la película de Disney, que de alguna forma nos alentó a adentrarnos a la obra literaria.

 

“Lo que me gustó de esta edición son las ilustraciones, ya que capturan mucho de la esencia que Carroll intentó retratar con el universo del país de las maravillas, más allá de ser simplemente ilustraciones”, finalizó.

 

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