- Amigos y familiares exaltaron su calidad humana y talento
- “Fue un creador como pocos, leerlo es enfrentarse a un autor que supo capturar y tomarle el pulso a la vida”: Rafael Tovar y de Teresa
- El mejor tributo que podemos hacerle es leer su obra e invitar a las nuevas generaciones a que también lo hagan: Manuel Velasco
La esencia del escritor chiapaneco Eraclio Zepeda llenó la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, donde familiares y amigos lo recordaron con música, anécdotas y fotografías.
El Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) y el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), por medio de la Coordinación Nacional de Literatura, organizaron el homenajeVivir por la Palabra en el que se honró la vida y obra del autor de Andando el tiempo.
- Amigos y familiares exaltaron su calidad humana y talento
- “Fue un creador como pocos, leerlo es enfrentarse a un autor que supo capturar y tomarle el pulso a la vida”: Rafael Tovar y de Teresa
- El mejor tributo que podemos hacerle es leer su obra e invitar a las nuevas generaciones a que también lo hagan: Manuel Velasco
La esencia del escritor chiapaneco Eraclio Zepeda llenó la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, donde familiares y amigos lo recordaron con música, anécdotas y fotografías.
El Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) y el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), por medio de la Coordinación Nacional de Literatura, organizaron el homenajeVivir por la Palabra en el que se honró la vida y obra del autor de Andando el tiempo.
En el evento, Rafael Tovar y de Teresa, presidente del Conaculta, expresó que Eraclio “fue un creador como pocos, leerlo es enfrentarse a un autor que supo capturar y tomarle el pulso a la vida. Laco perteneció a una estirpe de escritores que conjuga una amplia cultura con el rigor de una prosa diáfana con la que conduce a sus lectores por el camino de las ideas, de la sugerencia actualizada y los dispone a contemplar con asombro y con juicio afilado, la realidad más cotidiana”.
El funcionario señaló que “Eraclio Zepeda nos deja un espacio vacío en el panorama intelectual y en la creación literaria de nuestros días. Pero su recuerdo y su obra, su inspiración y ejemplo, estarán siempre entre nosotros”.
En este acto, dedicado a rememorar al cuentista, estuvo invitado el gobernador de Chiapas, Manuel Velasco Coello, quien aseguró que hablar de Laco, como lo llamaban sus amigos, es hablar de un chiapaneco universal.
Y agregó: “Siempre estaremos muy orgullosos porque puso en el centro de su obra su profundo amor al estado, su pasión por su historia y costumbres y, como nadie, supo plasmar el espíritu y la alegría de nuestra gente. Su obra es un legado de la voz y sentir de un pueblo, del alma humana que trasciende lenguas y naciones. El mejor tributo que podemos hacerle a Eraclio Zepeda es leer su obra e invitar a las nuevas generaciones a que lo hagan”.
En su turno, el poeta Jaime Labastida, quien además es director de la Academia Mexicana de la Lengua y colega del también novelista por más de 60 años, subrayó: “La imagen que acude a mi recuerdo al pensar en Eraclio es siempre la misma, la de un hombre con vitalidad sin límites, ebrio de alegría, que tenía la sonrisa a flor de piel y era exuberante como la selva”.
Elva Macías, compañera de vida del escritor por más de 50 años, describió los últimos días de su esposo y lo recordó amorosamente.
“Eraclio sin duda quería vivir unos años más, pero se preparó para la muerte, meses antes estuvo preocupado por que no encontraba su testamento, y en agosto compró una cripta en Tuxtla Gutiérrez.
“Las mujeres que más lo amamos, su hija Masha, su nieta Milena y yo, encabezamos a pie la despedida hasta el panteón, tratando de desandar los 52 años que vivimos juntos”.
Durante el homenaje Vivir por la Palabra también participaron Federico Reyes Heroles, presidente del Consejo Directivo de la Fundación Este País, Ernesto Velázquez Briseño, director de Canal 22, el historiador y arqueólogo Carlos Navarrete y el investigador Xavier Lozoya.
Ellos inundaron la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes de viejas anécdotas y resaltaron la capacidad de observación, talento para escribir onomatopeyas y la faceta como actor de Laco, su “hermano”, quien en 1970 dio vida a Pancho Villa en la película México Insurgente dirigida por Paul Leduc.
El escritor mexicano Eraclio Zepeda falleció el pasado 17 de septiembre en Chiapas.
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