- Escritor bilingüe que desde pequeño tomó el español como referencia para su escritura
- “Al menos en Chiapas, y en particular en la lengua tzeltal, la escritura literaria, con exigencia digamos estética, está apenas comenzando”, Marceal Méndez
El Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) invita al ciclo “La primera raíz”, que en esta ocasión presentará al escritor tzeltal Marceal Méndez, quien será entrevistado por Eraclio Zepeda, el próximo 9 de octubre, a las 19:00 horas, en la Sala Adamo Boari del Palacio de Bellas Artes, Ciudad de México.
Apenas hace doce años Marceal Méndez adoptó la escritura de su lengua materna, el tzeltal; desde entonces este acercamiento ha representado para él toda una exploración interesante, pues en los últimos años se ha formalizado la estandarización y normalización de la escritura en esa lengua, dijo en entrevista. Desde pequeño ha sido bilingüe, y por ello el español es una referencia para su escritura, pues la mayor parte de su formación, tanto académica como literaria, ha sido en esta lengua.
Escribir significa para Marceal Méndez todo un reto sin importar la lengua: “Si debo entender a la literatura como un juego de palabras, de lenguajes, de sentidos y significados en el ámbito de la ficción, en tzeltal estamos todavía empezando ese proceso, el de la exploración estética de la lengua. Entonces, para mí, escribir en español ha sido una experiencia muy rica, formadora, placentera, tanto como lo ha sido también explorar y entender el comportamiento sintáctico y semántico de la lengua tzeltal”, aclaró en entrevista.
Antiguas creencias y pasajes históricos remotos de su pueblo y su región son algunos de los elementos que Marceal Méndez trata de recuperar mediante su trabajo, siempre bajo su opinión al respecto visto desde el presente, algunas veces con indignación y otras con sarcasmo. Para él la literatura en lenguas indígenas en general “es uno de los pocos medios dignos de que disponemos los pueblos subordinados para expresar no solo nuestras quejas ni nuestro sentir del mundo”. También a través de esta se ejerce una “denuncia en contra de tanto olvido, tanta manipulación, tanta ignorancia, tanta injusticia, tanto engaño del que han sido objetos los pueblos indígenas no solo de México”, aseguró.
Méndez considera arrogante afirmar que en sus textos se muestra una completa visión de su pueblo, pues solo escribe acerca de lo que alcanzó a conocer y a comprender de sus realidades pasadas y presentes. Su obra habla de ello a partir de la experiencia propia.
El contexto en el que se ha desenvuelto ha tenido como elementos permanentes la migración regional, el conflicto intrafamiliar, la disputa por la tierra y, por supuesto, las tradiciones locales con sus mitos y sus verdades (fiestas, rituales, relatos orales, plegarias, etcétera); incluso la confrontación entre hombres y naguales y entre tzeltales y mestizos, así como el distanciamiento progresivo entre los hombres y sus dioses, que aparecen en sus textos como motivos narrativos.
Desde el punto de vista de Méndez, transcribir la tradición oral no es precisamente hacer literatura; asimismo, escribir la forma común o cotidiana de hablar, o usar el lenguaje común en la escritura no significa precisamente una apuesta, una búsqueda literaria. “Al menos en Chiapas, y en particular en la lengua tzeltal, la escritura literaria, con exigencia digamos estética, está apenas comenzando”. Afortunadamente, muchos escritores en lenguas originarias han comprendido la necesidad de trascender el lenguaje ordinario y escriben como cualquier otro escritor de lengua castellana.
“El proceso de reinicio de la tradición será completo cuando, además de muchos escritores, haya muchos lectores en estas lenguas”, concluyó.
Marceal Méndez nació en Petalcingo, Chiapas (1979). Es narrador en lengua tzeltal y castellana. Entre sus publicaciones se encuentran, en cuento: sujtestik ta bak´ tujk’ te lume/ Convertiremos la tierra en pólvora, publicado en Y el bolom dice…, Antología de cuentos (2003); Yaknanix xboona/ Me tengo que ir, publicado en Nuestra Sabiduría, Revista Multilingüe, Núm. 18, (2002); Stokalil ajk’abal/ La Niebla, publicado en Nuestra Sabiduría, Revista multilingüe Núm. 19, (2004); Swokolijel jtul j-ak’chamel/ Suplicio de un brujo, publicado en Corazones Unidos Pensamientos Distintos (2005); y en el Suplemento Ojarasca Núm. 94.
Ha hecho los libros de antologías de relatos tzeltales: K’opti’il yu’un woje sok yo’tik/ Memorias de Ayer y hoy (compilación de tradición oral tzeltal, 2007); Sk’oplal jo’eb cholbil k’op yu’un sk’op sti’ jtseltal me’il tatiletik/ Glosas a cinco relatos de la tradición oral tseltal (2010); Slajibal Ajawetik/ Los últimos Dioses (2010). En ensayo: Nopijel ta stojol te binti tulan sk’oplal yu’un te k’op a’yeje/ Un acercamiento a la importancia de la tradición oral, publicado en Anuario III del CELALI, 2004; El calvario de Petalcingo, Chiapas, y la tradición prehispánica de representar montañas (en coautoría con Alejandro Sheseña, 2010); Ch’ul Ajaw: El señor de la tierra y la naturaleza entre los actuales tseltales de Chiapas, publicado en Religión Maya: desarrollo y rasgos históricos, UNICACH, (2013); Atributos y nociones relacionados con las cuevas en la lengua cosmovisión tseltales (aceptado por la Revista Liminares, del CESMECA-UNICACH).
Ha traducido a la lengua tzeltal Tarumba, de Jaime Sabines (2007); Cosecha de 200 Soles/ Sk’ajel lujunwinik k’aal, novela de Montserrat Bueno Espinosa, con prólogo de Samuel Ruiz García.
En 2004 obtuvo el Premio Estatal de Cuento “Roberto López Moreno”; en 2006 fue becario del Programa de Estimulo a la Creación y Desarrollo Artístico del Coneculta-Chiapas. Del año 2006 a 2007 fue beneficiario del programa de becas para Escritores en Lenguas Indígenas del FONCA. En 2008 ganó el Premio Estatal de la Juventud 2007, en la distinción actividades artísticas; en 2009 obtuvo el primer lugar en el Concurso de Cuento Regional en lenguas indígenas (FORCAZ). De 2009 a 2010 fue becario del Programa Jóvenes Creadores, Letras en Lenguas Indígenas, FONCA.