La vocación filosófica del relato
? Uno de sus primeros cuentos, tal vez el primero, Puente de piedra es muy realista...
? Pero lo que cuento en ese cuento sí me pasó. Pero aparte de ese cuento, el segundo que escribí, mi escritura no había tenido ese carácter que ahora le atribuyo. Me siento a escribir y ya, sin pensar más que en lo que escribo. Pero me doy cuenta que en todos los casos parto de mi imaginación, no como en Elsinore donde partí de mi experiencia escolar en Estados Unidos. Pero nunca he escrito nada real. Por eso lo considero experimental porque el propósito era tratar de concretar recuerdos, recuerdos reales, cosas que me pasaron. Ver que tanto las puedo reconstruir. Es un problema con el tiempo y con el lenguaje. Si lo hubiera hecho todo en Español no hubiera conseguido un efecto que yo quería producir: la incomprensión intermitente del inglés. Eso me pasaba a mí, o me pudo haber pasado, es decir, no entender el inglés o de no poderme expresar en español y tener que acudir a expresiones en inglés para decir ciertas cosas.
? Para usted, ¿el lenguaje es tiempo, esencialmente?
? Quién sabe, son cuestiones filosóficas muy difíciles de resolver. Yo soy un artesano. El lenguaje es tiempo, pero no es el tiempo de la gramática o la prosodia histórica, es un tiempo relativo. Hay el tiempo del autor, de la memoria del autor, todos estos tiempos se concretan ulteriormente en el lenguaje escrito que empleará el autor. Todo eso lo trato en un cuento que escribí, en La luz que regresa. El tiempo de Julio Cesar, el tiempo del historiador contemporáneo que mira a Julio Cesar, del lector que va en busca de Julio Cesar a través de mi. El lenguaje corresponde a una dimensión de tiempo pero no de tiempo histórico. En el Ulises, el penúltimo capítulo está escrito aplicando la ley biogenética de Heckel que dice que el desarrollo del embrión humano reproduce exactamente la forma de todos los organismos que recorrió el hombre a través de toda la evolución. Así James Joyce en el Ulises escribe un capítulo entero que está pasando en la realidad pero está narrado siguiendo, o parodiando, el desarrollo de la lengua inglesa desde los tiempos de Chaucer hasta el slang americano de Hemingway.
? ¿Percibe ese detalle en la traducción al español?
? No. Yo nunca he leído la traducción al español. Por ningún motivo. No se puede traducir. Pero con un inglés normal, el de Dublín, mil doscientas palabras, basic english, se entiende. Lo difícil son las combinaciones. Pero no es una habla elaborada, se nota el esfuerzo que hace Joyce por deselaborar. Bloom no es un personaje muy complicado. Todo lo que se le ocurre es banal y lugar común. Sigue el curso de su pensamiento. Es uno de los libros con los que más he reído en mi vida. Pero sí, tiene que ser leído en irlandés.
? En su narrativa parece inmiscuirse la filosofía, me parece que La teoría del disfraz es un ejemplo, ¿es intencional?
? La teoría del disfraz es una parodia de los textos filosóficos, pero no hay una vocación filosófica, es a pesar de mí mismo. He entendido lo filosófico, posiblemente como la organización de ideas literarias en torno a un esquema armónico matemático?geométrico, pero eso ya es una explicación a posteriori. Ese cuentecito que escribí, La luz que regresa, trata de la máquina del tiempo, de ir hacia atrás a ver si se podía impedir el asesinato de Julio Cesar y eso está basado en teorías matemático?filosóficas, lo del tiempo serial, paralelo, etcétera. En otro, Anapoyésis, aplicó el principio de conservación de la energía. Busco e ilustro un cierto precepto de orden filosófico o científico con una anécdota literaria.
? Hay una palabra que está muy presente en gran parte de su literatura: intuición. Su visión de la intuición me parece muy cercana a la que profesaba Henri Bergson.
? Sí. De Bergson conozco La evolución creadora, que es un libro importante para la comprensión de Joyce, aunque para mí, Joyce es más claro que el agua. Con este libro Bergson ha influido en casi toda la literatura moderna..