Presentación Estar de vuelta de Jesús Bartolo Bello López
por Joel Phillips
Estar de vuelta es el quinto título publicado por Jesús Bartolo Bello. Si en Las regresiones del mar (1998), su primer poemario, la temática y las referencias parecían obvias por el hecho de haber nacido en el estado de Guerrero, en Estar de vuelta, no resultan menos obvias, en especial si recordamos que Bello López nació en Atoyac de Álvarez, es decir, cerca de la sierra, donde el paraje imponente y desértico que invita a la contemplación, también está conformado por historias de hombres que se desgajan como las propias rocas, por las cañadas hasta convertirse en tierra y piedras.
Trucar la realidad inmediata
por Alfredo Núñez
En la narrativa, dice Ana García Bergua (ciudad de México, 1960), las reglas del mundo cotidiano son transgredidas y burladas para intentar comprender los aspectos más desconcertantes de la naturaleza humana. Entre personajes que se ríen de la muerte o sobreviven a inundaciones que recuerdan el famoso diluvio universal, hay una imaginación rica y auténtica que, ávida de curiosidad, escarba en terrenos reflexivos con la pala de la sátira.
Ciudad de seres malignos
Dalila Sarabia Arias
“Todos tenemos un monstruo dentro, eso es inevitable, sólo que desde pequeños aprendemos a dominarlo, argumentando que esa será la única manera de vivir en sociedad.”
Ricardo Guzmán Wolffer (Ciudad de México, 1966) nos presenta su más reciente novela de suspenso: Colman los muertos el aire, cuyos personajes principales son vampiros y hombres lobo.
Editada en 2007 por Porrúa en la colección Quarto de hora, esta novela nos hace disfrutar la disputa constante en la que se involucran los chupasangre y las fieras de la noche; lucha sin fin, con miras a la conquista y sometimiento de los hombres.
Colman los muertos el aire nos convierte en cómplices de estos seres malignos en su búsqueda insaciable de sangre y carne humana. Con ilustraciones de Guillermo A. de Gante, esta es una lectura que narra las aventuras y desventuras de los vampiros y hombres lobo que caminan por los parques y avenidas de la cuidad de México.
El deseo de poder es lo que ciega a estos monstruos, quienes paradójicamente son los responsables de haber creado a quien acabará con ellos: Esfinge, una mujer que guarda los poderes más espectaculares y que los empleará a fondo en su lucha contra los seres de la noche.
Muerto y Lobo son sus rivales, cada uno encabezando a una especie diferente; enfrentará también a Sepu, un astuto mortal que ofrecerá su vida para la salvación de la especie humana.
Colman los muertos el aire es una entretenida propuesta de lectura; clara y descriptiva, que convertirá a sus lectores en testigos oculares de sucesos increíbles incluso en la surrealista ciudad de México.
Ciudad de seres malignos
por Dalila Sarabia Arias
Todos tenemos un monstruo dentro, eso es inevitable, sólo que desde pequeños aprendemos a dominarlo, argumentando que esa será la única manera de vivir en sociedad.
Ricardo Guzmán Wolffer (ciudad de México, 1966) nos presenta su más reciente novela de suspenso: Colman los muertos el aire, cuyos personajes principales son vampiros y hombres lobo.
Testimonio de un prolífico pasado cultural
Javier Delgado
Resulta por demás interesante la forma en que Humberto Musacchio (Ciudad Obregón, Sonora, 1946), con su acostumbrada eficacia en el terreno de la investigación, publica ahora su Historia del Periodismo Cultural en México (CONACULTA, 2007), donde plantea y presenta los acontecimientos que animaron el nacimiento de algunas publicaciones, la desaparición prematura de otras y también de aquellos semanarios, revistas y suplementos de largo aliento que concitaron en sus páginas las más variadas ideologías.
En las páginas de este libro, se encuentran muestras del trabajo de importantes escritores, intelectuales y artistas. También el de educadores, editores y periodistas, quienes se empeñaron en poner al alcance de la sociedad las diferentes expresiones artísticas y corrientes de pensamiento en diversas épocas y con disímiles fortunas.
Referencias de publicaciones, desde la época virreinal hasta nuestros días, tienen cabida en este recuento de títulos y experiencias, donde el autor no soslaya los nombres de los precursores de toda clase de proyectos editoriales, basándose en investigaciones hemerográficas, ediciones facsimilares y en tipografía moderna.
Mención aparte merecen las ilustraciones que acompañan el recorrido del lector por el libro, donde aparecen, entre otras, portadas de publicaciones como La Gazeta de México, Diario Literario de México, El Iris, Apuntador, El Pito Real, El Domingo, El Renacimiento, La Ilustración Potosina, La Patria Ilustrada, Letras y Ciencias, Revista Azul, Letras Patrias, Revista de la Semana y La Cultura en México.
Humberto Musacchio cita en su Historia del periodismo cultural en México, algunas de las fuentes esenciales a las que recurrió para crear la columna vertebral de su obra, entre ellas: Gacetas del siglo XVIII; el contenido literario de El Siglo Diez y Nueve, de D. MacLean; Revistas Literarias Mexicanas Modernas, en ediciones facsimilares del Fondo de Cultura Económica y la revista Cuadernos del Viento, de Huberto Batis.
Esta obra de Musacchio será, sin lugar a dudas, referencia obligada para quienes deseen enterarse del devenir de la vida intelectual de México, así como del ejercicio de quienes con el paso del tiempo han creído en el valor y trascendencia histórica del periodismo cultural de manufactura nacional.
Humberto Musacchio: la hazaña periodística
Maribel Báez Muñoz
Humberto Musacchio (Ciudad Obregón, Sonora, 1943) es autor de libros de crónicas y diccionarios enciclopédicos. Mientras cursaba estudios de economía en la UNAM descubrió su pasión por el periodismo, pues siempre fue amante de la lectura.
Se inició en el oficio periodístico al publicar reseñas de libros en El Nacional, a finales de la década de los 60, aunque su trabajo como comunicador comienza formalmente en 1969; hoy, el propio Musacchio se autodefine como un periodista cuyas intenciones son buscar y rescatar la historia capturándola a través del tiempo y la lectura.
Musacchio se ha enfocado, sobre todo, al periodismo cultural; faceta que inició como un tributo a las lecturas de Alfonso Reyes. Ha sido editor de las secciones culturales de El Universal y Unomásuno, fue subdirector fundador de La Jornada y director de las revistas Kiosco y Mira, además de dirigir Comala, suplemento cultural de El Financiero. Ha publicado en diversos diarios su columna "La República de las Letras"; es locutor en Radio Red de un programa cultural que lleva el mismo título, y colabora en el suplemento Hoja por Hoja.
Algunos de sus libros periodísticos son Ciudad quebrada (1985), Hojas del tiempo (1993), ¿Quién es quién en la política mexicana? (2002), y Urbe fugitiva (2002). Humberto Musacchio también es autor de los diccionarios enciclopédicos del Distrito Federal, Guanajuato y Nayarit.
Su Diccionario Enciclopédico de México (1989), innovó y fue un éxito al referirse a hombres y mujeres mexicanos que en los últimos años destacaron en la política, las artes, las letras, la ciencia, el deporte y otras actividades.
Su más reciente título, El taller de gráfica popular (2007), reúne una selección de las obras más representativas de este grupo de grabadores, cuyo propósito central era apoyar las luchas sociales mediante la elaboración y difusión de carteles, mantas, folletos, volantes y toda suerte de material propagandístico.
Esta es una novela, pero a la vez también es un cuento de hadas, una novela de aventuras, una novela de amor, una novela de guerra, y un ejercicio de la más sensual y exquisita fantasía. En palabras del autor: “Trata sobre la historia del enviado de una república asolada por la guerra civil a conservar la lealtad de una provincia remota. A lo largo de su aventura en ese mundo extraño, donde combaten por igual los ejércitos y los espíritus, el protagonista pierde los ideales y la guerra, pero gana el amor y la sabiduría radical del desencanto”.
Esta es una novela, pero también es un cuento de hadas, una novela de aventuras, una novela de amor, una novela de guerra, y un ejercicio de la más sensual y exquisita fantasía. En palabras del autor: “Trata sobre la historia del enviado de una república asolada por la guerra civil a conservar la lealtad de una provincia remota. A lo largo de su aventura en ese mundo extraño, donde combaten por igual los ejércitos y los espíritus, el protagonista pierde los ideales y la guerra, pero gana el amor y la sabiduría radical del desencanto”.
Poeta tan vivaz, tan vivo
Javier Peñalosa (1921-1977) fue periodista, traductor y cuentista; pero por encima de todo fue poeta. Su obra es breve –publicó en vida tres libros y una selección de poemas en una antología– ya que “tuvo que ejercer el periodismo y la docencia, restándole horas al ocio creador que reclama la poesía. Estas concesiones a la realidad y la atención a las urgencias cotidianas actuaron en detrimento del sueño creador, proceso onírico que siguió como vía para revestir de emoción y contenido su palabra poética”, de acuerdo con Benjamín Barajas, autor del ensayo “El remo solitario: poesía de Javier Peñalosa”.
A Peñalosa se le asocia con otros nombres: Dolores Castro, por supuesto (pues estuvieron casados hasta la muerte de él); pero también Rosario Castellanos y Efrén Hernández, por mencionar a dos de sus amigos cercanos. Se les llamó “el grupo de los ocho”. Además de los ya mencionados, estaban Octavio Novaro, Honorato Ignacio Magaloni, Alejando Avilés y Roberto Cabral del Hoyo. Se reunían semanalmente y crearon proyectos como las revistas América y Acento.
Sin embargo, la obra de Peñalosa se sostiene sola, sin requerir de los otros nombres, de sus amigos; ya que “la pureza de su oficio se advierte en la tesitura de sus textos, donde percibimos al poeta que supo servirse del ritmo de la creación para elaborar poemas bajo los cánones de la tradición métrica y del verso libre”, siguiendo con Barajas.
Por eso, pese a la poca difusión y brevedad de su obra, pese a haber fallecido hace ya 32 años, hay estudiosos de la poesía mexicana que siguen sus pasos y lectores apasionados que abrevan de su lírica. Y precisamente en ello radica la importancia de Paso de la memoria, volumen que reúne por primera vez la poesía completa de Peñalosa, y que –como si no fuera suficiente– incluye además textos de otros autores acerca del vate fallecido, incluido un poema del ya mítico Raúl Navarrete (quien falleciera pocos años después).
Así, Paso de la memoria se divide en siete secciones: Preludio en sombra; Ocho poetas mexicanos; Paso de la memoria; Inclinación al gozo; Luminaria; Poemas publicados en revistas, y Homenaje póstumo a Javier Peñalosa. Es en esta última que se incluye el poema de Raúl Navarrete, “Pormenores del semejante”, acompañado de poemas de Alejandro Avilés, Dolores Castro, Octavio Novaro, Javier Peñalosa Castro y José Cárdenas Hernández; un poema en prosa de Horacio Espinoza Altamirano, y una semblanza hecha por Alejandro Avilés. El libro termina con el exhaustivo estudio de Barajas al cual nos referíamos al inicio.
Sobre él, Octavio Novaro dijo: “Poeta tan vivaz, tan vivo como Javier Peñalosa no es fácil encontrarlo”. Pero al menos podemos acercarnos a su obra, y disfrutarla: para eso está Paso de la memoria.
Nace Gatatumba de Eduardo Villegas
Evocación del encuentro
por Reyes Martínez Torrijos
Eduardo Villegas Guevara, quien ha caracterizado su creación literaria por el examen de la misma naturaleza humana, por la infancia en que comienza a manifestarse ésta, y las ciudades como personajes, ofrece Nace Gatatumba, su primer libro de creación poética. Dividido en cuatro apartados, se puede encontrar en el poemario un ánimo narrativo a pesar de su conformación en verso libre.
El espíritu carnavalesco
por Carlos Rojas
La risa como un guiño de inteligencia, la estructura narrativa como un juego formal y complejo, una corriente literaria de un único representante, son algunas frases para acercarse a la literatura de Sergio Pitol (Puebla, 1933), poblano por nacimiento prematuro, veracruzano por destino y viajero incansable del mundo, que se ha convertido este 2005 en el tercer mexicano –junto a Octavio Paz y Carlos Fuentes– en recibir el Premio Cervantes de Literatura.