Testimonio de un prolífico pasado cultural
Javier Delgado
Resulta por demás interesante la forma en que Humberto Musacchio (Ciudad Obregón, Sonora, 1946), con su acostumbrada eficacia en el terreno de la investigación, publica ahora su Historia del Periodismo Cultural en México (CONACULTA, 2007), donde plantea y presenta los acontecimientos que animaron el nacimiento de algunas publicaciones, la desaparición prematura de otras y también de aquellos semanarios, revistas y suplementos de largo aliento que concitaron en sus páginas las más variadas ideologías.
En las páginas de este libro, se encuentran muestras del trabajo de importantes escritores, intelectuales y artistas. También el de educadores, editores y periodistas, quienes se empeñaron en poner al alcance de la sociedad las diferentes expresiones artísticas y corrientes de pensamiento en diversas épocas y con disímiles fortunas.
Referencias de publicaciones, desde la época virreinal hasta nuestros días, tienen cabida en este recuento de títulos y experiencias, donde el autor no soslaya los nombres de los precursores de toda clase de proyectos editoriales, basándose en investigaciones hemerográficas, ediciones facsimilares y en tipografía moderna.
Mención aparte merecen las ilustraciones que acompañan el recorrido del lector por el libro, donde aparecen, entre otras, portadas de publicaciones como La Gazeta de México, Diario Literario de México, El Iris, Apuntador, El Pito Real, El Domingo, El Renacimiento, La Ilustración Potosina, La Patria Ilustrada, Letras y Ciencias, Revista Azul, Letras Patrias, Revista de la Semana y La Cultura en México.
Humberto Musacchio cita en su Historia del periodismo cultural en México, algunas de las fuentes esenciales a las que recurrió para crear la columna vertebral de su obra, entre ellas: Gacetas del siglo XVIII; el contenido literario de El Siglo Diez y Nueve, de D. MacLean; Revistas Literarias Mexicanas Modernas, en ediciones facsimilares del Fondo de Cultura Económica y la revista Cuadernos del Viento, de Huberto Batis.
Esta obra de Musacchio será, sin lugar a dudas, referencia obligada para quienes deseen enterarse del devenir de la vida intelectual de México, así como del ejercicio de quienes con el paso del tiempo han creído en el valor y trascendencia histórica del periodismo cultural de manufactura nacional.
Humberto Musacchio: la hazaña periodística
Maribel Báez Muñoz
Humberto Musacchio (Ciudad Obregón, Sonora, 1943) es autor de libros de crónicas y diccionarios enciclopédicos. Mientras cursaba estudios de economía en la UNAM descubrió su pasión por el periodismo, pues siempre fue amante de la lectura.
Se inició en el oficio periodístico al publicar reseñas de libros en El Nacional, a finales de la década de los 60, aunque su trabajo como comunicador comienza formalmente en 1969; hoy, el propio Musacchio se autodefine como un periodista cuyas intenciones son buscar y rescatar la historia capturándola a través del tiempo y la lectura.
Musacchio se ha enfocado, sobre todo, al periodismo cultural; faceta que inició como un tributo a las lecturas de Alfonso Reyes. Ha sido editor de las secciones culturales de El Universal y Unomásuno, fue subdirector fundador de La Jornada y director de las revistas Kiosco y Mira, además de dirigir Comala, suplemento cultural de El Financiero. Ha publicado en diversos diarios su columna "La República de las Letras"; es locutor en Radio Red de un programa cultural que lleva el mismo título, y colabora en el suplemento Hoja por Hoja.
Algunos de sus libros periodísticos son Ciudad quebrada (1985), Hojas del tiempo (1993), ¿Quién es quién en la política mexicana? (2002), y Urbe fugitiva (2002). Humberto Musacchio también es autor de los diccionarios enciclopédicos del Distrito Federal, Guanajuato y Nayarit.
Su Diccionario Enciclopédico de México (1989), innovó y fue un éxito al referirse a hombres y mujeres mexicanos que en los últimos años destacaron en la política, las artes, las letras, la ciencia, el deporte y otras actividades.
Su más reciente título, El taller de gráfica popular (2007), reúne una selección de las obras más representativas de este grupo de grabadores, cuyo propósito central era apoyar las luchas sociales mediante la elaboración y difusión de carteles, mantas, folletos, volantes y toda suerte de material propagandístico.