Expo Leona

  • La exposición se lleva a cabo en la sede de la Coordinación Nacional de Literatura del Inbal, en el marco de la exposición Leona Vicario y su tiempo

La Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), mediante la Coordinación Nacional de Literatura (CNL), llevaron a cabo la charla Catálogo razonado de los muebles industriales pertenecientes a la colección del Centro Cultural Santo Domingo para conmemorar el 181 aniversario del deceso de Leona Vicario y para abordar la historia del mobiliario que resguardó esta casa, actual sede de la CNL.

La exposición Leona Vicario y su tiempo —presentada por la coordinadora nacional de Literatura, Karen Villeda— estuvo a cargo de Martha Eugenia Alfaro Cuevas, quien explicó la investigación que realizó sobre este acervo y la conclusión a la que llegó, después de elaborar un análisis formal: los muebles encontrados en la Casa Leona Vicario no pudieron pertenecer a la heroína de la independencia, debido al periodo al que pertenecen (1863-1930), pues ella falleció en 1842. 

“Desde que se rehabilitó esta casa, en los años setenta, se pensó que los muebles que se hallaron en esta sede pertenecieron a Leona Vicario. Sin embargo, una serie de elementos nos muestran que esto no puede ser posible, debido a que algunos muebles conservan etiquetas de su manufactura y algunos están totalmente industrializados”, afirmó.

Alfaro Cuevas aclaró que el espacio cronológico demuestra que el mueble más antiguo fue adquirido en 1863 y el más moderno es una radio de 1930. Además, recordó que, a la muerte de Leona Vicario, la casa perteneció a un pintor llamado Juan Cordero, quien probablemente cedió la casa a su hermano, Manuel Cordero, debido a sus constantes viajes a Europa.   

“Los muebles que se encontraron aquí pertenecieron a Manuel Cordero y a sus hijas que no se casaron. Hay evidencia de que algunos fueron de Rosa Cordero, la hija menor de Manuel, pues están marcados con su nombre. Incluso en el portón de la casa, en el friso de cantera, se encuentran las iniciales RC, que coinciden con este nombre”, agregó.   

Puntualizó que la colección de objetos (llamada Colección Santo Domingo) que se encontraron en la actual sede de la CNL ascienden a 1,117; sin embargo, de esa cantidad de objetos, son 304 los muebles que están catalogados en su investigación, a la que tituló Catálogo razonado de los muebles industriales pertenecientes a la colección del Centro Cultural Santo Domingo.

“El catálogo contiene un esbozo histórico de la Casa Leona Vicario, así como un contexto del diseño industrial en el siglo XIX, pero está organizado por ajuares: muebles para salas, muebles para comedores, recámaras, despachos/bibliotecas, costurero, salón oriental, capilla, cocina, baño, muebles de mimbre para jardín, muebles austriacos, así como americanos, de fantasía/objetos decorativos, mesas auxiliares y de juego y miscelánea”, contó.

      

Sobre el proceso de elaboración del catálogo, Alfaro Cuevas contó que le tomó alrededor de dos años y que fue una gran labor, pues los muebles se encuentran en bodegas, bajo resguardo del Centro Nacional de Conservación Registro del Patrimonio Artístico Mueble (Cencropam), y la información que se tenía sobre ellos era inexacta.

Posteriormente elaboré un registro de dónde se encuentra el mueble, sus dimensiones, el estado de conservación, materiales y la fecha en la que se elaboró este catálogo. Estos son los datos indispensables que debe tener todo inventario”, manifestó.

Señaló que, con la observación detenida de estos enseres, es posible apreciar que desde el siglo XIX ya existía un sistema sistematizado de la profesión del diseño, ya que, además de detectar su fabricación masiva y estandarizada, poseen cualidades estéticas irrefutables, como: ensamble (podían adaptarse a diferentes usuarios al contar con diferentes alturas), requerimientos ergonómicos y gran calidad en sus materiales.

“Esta colección permite tener nociones claras de la historia del diseño en México; esto rompe paradigmas y tesis, pues en muchas escuelas de diseño enseñan a los alumnos que el diseño empieza con la industria y, en México, hasta los años cuarenta del siglo XX. Estamos abriendo un camino que pocos especialistas tocan, que es el diseño en el siglo XIX en nuestro país. Estos muebles son un gran ejemplo de eso y, para mí, la historia del diseño industrial está ejemplificada en esta colección”, concluyó.