- Hace cuatro décadas se publicó su primer libro De noble origen desdichado
- Participaron Armando González Torres y Marianne Toussaint en la Sala Adamo Boari del Palacio de Bellas Artes
Por la aparición hace cuatro décadas de su primer poemario, De noble origen desdichado, el ensayista, poeta, traductor y editor Sandro Cohen recibió anoche un homenaje en la Sala Adamo Boari del Palacio de Bellas Artes.
Ante un público que llenó el auditorio, el homenajeado, acompañado de su esposa, la escritora y periodista Josefina Estrada, dedicó la sesión a su mentor, el ensayista e investigador Luis Mario Schneider y a todos los escritores que han convivido con él, “por su sabiduría, tiempo, sentido del humor, su fina y filosa ironía, generosidad, consejos, su apoyo incondicional en momentos oscuros y su amistad sin límites”.
Nacido en Estados Unidos en 1963, pero naturalizado mexicano en 1982, el autor de Los cuerpos de la furia, Línea de fuego, Autobiografía del infiel y Redacción sin dolor, entre otros libros, dijo que eligió vivir en México porque era su sueño convertido en realidad.
“No me pudieron tocar seres humanos más hermosos, todos sabemos lo que significa vivir en este campo de batalla, somos aún sobrevivientes; México es un país cuya humanidad debemos defender hasta las últimas consecuencias contra la barbarie, la insensibilidad, los canallas, el cinismo, la penalidad, el vacío, la nada”, aseguró luego de agradecer a sus lectores que lo hayan hecho lo que es.
El ensayista y poeta Armando González Torres dijo que el doctor en letras ha desarrollado, en el mejor de los sentidos, una personalidad múltiple en favor de la escena cultural mexicana: ha sido un exitoso, arriesgado y generoso editor, crítico, novelista, antólogo y un maestro tan severo como bondadoso.
Aseguró que su libro Redacción sin dolor se ha convertido en un clásico popular que induce el amor al lenguaje, a partir de las necesidades de comunicación y escritura más pragmática de sus lectores.
Dijo que desde hace cuatro décadas, Cohen ha desarrollado una obra viva, guiada por la verticalidad del oficio y los vaivenes de la vida. Su obra combina rigor formal y versatilidad lírica con riqueza anecdótica.
González Torres señaló que las obras del autor de Corredor nocturno y Desde el principio son de manufactura impecable, formalmente cuidadosas, con el esmero del purismo y a contrapelo de muchas tendencias contemporáneas, buscando expresar, significar, tocar de cerca y emocionar al lector.
Sostuvo que los temas principales de sus poemas son la soledad, la identidad y el amor, expresados a través de endecasílabos, como ejercicios que buscan recuperar las formas antiguas. Sus poemas son aparentemente sencillos, dijo.
Los poemas de Cohen se nutren del amor, el erotismo en todas sus formas, la amistad, el exilio, la memoria familiar y el paisaje social y urbano, refirió el ensayista, quien agregó que sus influencias mayores provienen de Eduardo Lizalde, Alí Chumacero y Rubén Bonifaz Nuño.
La poeta Marianne Toussaint apuntó que las temáticas poéticas principales del fundador de la editorial Colibrí son la memoria, la muerte, la ausencia, el exilio, el erotismo, el amor y la presencia de Dios. La suya es una poesía clara en un diálogo permanente de dudas existenciales y certezas ante el vacío.
Comentó que sin Luis Mario Schneider, Sandro Cohen no hubiese adoptado a México como su país ni al español como su lengua poética. Fue su Virgilio y su padre putativo, ya que le enseñó que en todo hay poesía.
También se dijo que el libro más conocido de Sandro Cohen es Redacción sin dolor que desde 1994 hasta 21 años después ha vendido más de 150 mil ejemplares.