- Presentará dicha antología para celebrar su trayectoria como periodista y escritor, así como 15 años de la publicación de su primer libro de poesía
- Sandro Cohen y Héctor Carreto acompañarán al autor
- Miércoles 7 de diciembre a las 19:00 en la Sala Adamo Boari del Palacio de Bellas Artes
Poemas para ablandar a las rocas es una antología personal del poeta mexicano Guillermo Vega Zaragoza, producto de una celebración por sus sus 30 años de trayectoria como periodista y escritor, así como una manera de festejar los 15 años de la aparición de su primer poemario, Preñar el silencio. Algunos poemas de Espejo infinito, Desde la patria del insomnio, Sinsaber y otros tantos inéditos, son los que conforman este volumen.
Los escritores Sandro Cohen y Héctor Carreto acompañarán al poeta en la presentación de este libro el miércoles 7 de diciembre a las 19:00 en la Sala Adamo Boari del Palacio de Bellas Artes.
“Creo que la poesía más que para leerla a solas es para compartirla en voz alta, en contacto directo con el público. Esa es la prueba de fuego para un poema, es entonces cuando se sabe si funciona o no”, comentó el autor, quien dividió su libro en tres secciones.
En el apartado Zoología poética se encuentran versos que hablan de la forma en que Vega Zaragoza concibe la poesía y, a la vez, rinde homenaje a poetas como Efraín Huerta y Otto-Raúl González. “En el poema que da título a la sección, digo que he escogido ser el animal ‘más ruin de todos, del que todos huyen, al que todos temen, del que nadie habla, el que al final se queda siempre solo’. Es decir, ser hombre y ser poeta”, precisó.
En A salto de palabras, la segunda sección de la antología, el autor da lugar a poemas sobre el acto de mirar y la dificultad para describir con palabras lo que se mira. Sobre esto, cuenta: “El poeta es, sobre todo, un hombre que mira y trata de comunicar lo que siente al mirar con las mejores palabras que pueda encontrar”.
La tercera sección, titulada Cuerpos, alberga versos sobre el amor y el erotismo, la mujer y la relación de pareja, pasando por diversas emociones como la pasión, el hastío, la ternura, el desamor, la nostalgia y la desilusión.
En Poemas para ablandar a las rocas el lector podrá determinar si encuentra la poesía que el autor pretende transmitir, pues, como el mismo comentó: “Se es poeta porque los demás lo reconocen a uno como poeta a través de lo que escribe. Uno escribe porque no tiene más remedio que hacerlo, porque si uno no escribe, uno no siente que esté viviendo. Escribo por la necesidad de trascendencia, de dejar huella, de que a uno lo recuerden a través de lo que se escribe”.
Para Vega Zaragoza en el mundo es evidente que hay una gran necesidad de poesía; de leerla, de crearla y compartirla, lo cual ha dado pie a que se publique más poesía, tanto impresa como digital. Sin embargo, señala que existen dos tendencias extremas al crear textos que no necesariamente son poesía: una complicada, oscura e indescifrable, y otra muy sencilla y elemental, influida por la canción popular.
“La poesía oscura o difícil tiene un problema fundamental: la poesía tiene que comunicar, tiene que hacer que lo que siente, percibe o piensa el poeta llegue al lector de una forma estética, que sea percibido, apreciado, gozado e interpretado. Los grandes poetas son grandes porque escriben para toda la humanidad, para todas las épocas. En el otro extremo, el de la poesía sencilla, se ha dado lugar a mucha charlatanería y falta de rigor, a mucho primerintencionismo. La poesía, como todo arte, tiene sus técnicas, reglas y límites”, finalizó.