• La autora estará acompañada por José Antonio Pérez Porrúa, Alejandro Ramos Esquivel, Luis Felipe Estrada Carreón y Maira Colín
  • El domingo 4 de diciembre al mediodía en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes

Beatriz Escalante –galardonada este año con el Premio Mundial a la Excelencia Literaria– y su labor en la preservación del lenguaje serán reconocidas por la Coordinación Nacional de Literatura del Instituto Nacional de Bellas Artes con la presentación de una reedición de su colección La lengua española en el siglo XXI, el domingo 4 de diciembre a las 12:00 en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes. Acompañarán a la autora José Antonio Pérez Porrúa, Alejandro Ramos Esquivel, Luis Felipe Estrada Carreón y Maira Colín.

Fue en 1998 cuando Beatriz Escalante (Ciudad de México, 1957) publicó el primer tomo del método que lleva su nombre como parte de la colección La lengua española en el siglo XXI, editada por Porrúa. Se trata del Curso de redacción para escritores y periodistas, al cual le siguieron Ortografía al día, Ortografía para escritores y periodistas Verbos. Las dudas de todos los días. Asimismo, después de una larga trayectoria en este ámbito, se creará la Biblioteca Beatriz Escalante, que reunirá todas sus obras de ficción.

 

En entrevista, Beatriz Escalante explicó que los libros que componen el Método Escalante de ortografía, redacción y gramática han sido actualizados a lo largo de los años: “El curso lo voy actualizando con muchísimo trabajo todo el tiempo, y a todos les digo: ‘Por favor entiendan que la actualización en el idioma es como la fiscal’. Yo pagaba IVA del 15 por ciento y ahora es del 16 por ciento.

Ortografía al día contiene canciones de América Latina. La gente se las sabe y puede aprender acentuación y también puntuación. En Ortografía para escritores y periodistastrabajé las letras difíciles. Un ejemplo: una persona se confunde cuando ve todos los días infrarrojo escrito con una sola r. Yo les explico que se debe unir el prefijo a la palabra y que cuando hay dos vocales juntas tenemos que poner doble r”, refirió la también traductora y pedagoga.

En cuanto a Verbos. Las dudas de todos los días, comentó: “En español hay más de 15 mil verbos, y muchos son irregulares. La gente titubea, no sabe si decir ‘concerto una cita’ o ‘concierto una cita’; neva o nieva, o cómo conjugar el verbo satisfacer. Como sufren mucho, a mí se me ocurrió crear historias de mujeres maravillosas como Marie Curie y Coco Chanel, quienes han hecho algo en este mundo misógino, y yo le siembro el error de ortografía a cada ejercicio”.

A decir de Escalante, si todos tenemos el privilegio y la responsabilidad de comunicarnos por escrito, es primordial estar al corriente de los cambios en el lenguaje: “Hay muchas acepciones, muchas complicaciones en el idioma, y por eso hay que seguir estudiando, aprendiendo y comunicando bien. Cada vez que escribimos una oración, ya sea en Facebook, en un libro o en un anuncio espectacular, contribuimos a la inteligencia y al mejoramiento de las demás personas o las dañamos.

“Debemos preservar el lenguaje por obligación. Es un código que nos permite comunicarnos en todo el mundo con personas de todas las edades. Si nosotros estropeamos este código, perdemos la comunicación, la capacidad artística, incluso la publicitaria y la información de noticias. Yo lo cuido con criterio, pero con la comprensión de que hay nuevas generaciones y que el idioma está vivo, en movimiento, y cambia. Si no cuidamos ciertas estructuras y formas, perdemos la comunicación”.

La escritora manifestó su entusiasmo de compartir con el público su pasión por el lenguaje: “A los que no conocen el Método Escalante o a mí, vengan para que vean cómo el idioma puede ser una fiesta. Vamos a divertirnos, a estar muy contentos y, sobre todo, a entender cómo funciona este prodigioso instrumento que nos permite comunicarnos en el trabajo, en el amor, en la diversión; crear canciones.

“El idioma es todo. Con él conservamos los mejores momentos de nuestra vida, cuando escribimos y hacemos memoria de lo que hemos hecho, de lo que aspiramos. El idioma nos permite entrar a la parte más íntima de nosotros mismos. Hay que buscar la forma de que la gente no lo vea como un enemigo, sino como un gran aliado para comunicarnos. No será una actividad aburrida ni solemne, sino una en la que todos nos divertiremos”, concluyó.