- Instituciones, comunidad artística e intelectual, familiares y amigos lo despidieron
- Era “lección de idiomas”: Sáizar; “humanista fundamental de la vida mexicana”: TVA
- México ha perdido a un hombre insustituible, dijo el presidente de la AML
En el Palacio de Bellas Artes, la comunidad artística y cultural, Conaculta y el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) hicieron un homenaje de cuerpo presente al escritor Ernesto de la Peña, acaecido el pasado lunes 10 de septiembre. La ceremonia contó con la presencia de autoridades de la cultura, figuras del campo literario, intelectuales, familiares y amigos, quienes externaron su pesar ante la gran perdida, reconocieron la gran trayectoria del políglota y lo despidieron con aplausos y guardias de honor.
Consuelo Sáizar, presidenta del Conaculta, dijo que escuchar al maestro De la Peña era una lección de idiomas, una posibilidad de aprendizaje, un vislumbre de un enorme panorama del conocimiento. “El maestro De la Peña fue indudablemente uno de los más ilustres habitantes. Su relación con las lenguas era la de un hombre que las escucha, las oye y les presta atención porque sabe que solo así podrá, en sentido pleno entenderlas”.
- Instituciones, comunidad artística e intelectual, familiares y amigos lo despidieron
- Era “lección de idiomas”: Sáizar; “humanista fundamental de la vida mexicana”: TVA
- México ha perdido a un hombre insustituible, dijo el presidente de la AML
En el Palacio de Bellas Artes, la comunidad artística y cultural, Conaculta y el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) hicieron un homenaje de cuerpo presente al escritor Ernesto de la Peña, acaecido el pasado lunes 10 de septiembre. La ceremonia contó con la presencia de autoridades de la cultura, figuras del campo literario, intelectuales, familiares y amigos, quienes externaron su pesar ante la gran perdida, reconocieron la gran trayectoria del políglota y lo despidieron con aplausos y guardias de honor.
Consuelo Sáizar, presidenta del Conaculta, dijo que escuchar al maestro De la Peña era una lección de idiomas, una posibilidad de aprendizaje, un vislumbre de un enorme panorama del conocimiento. “El maestro De la Peña fue indudablemente uno de los más ilustres habitantes. Su relación con las lenguas era la de un hombre que las escucha, las oye y les presta atención porque sabe que solo así podrá, en sentido pleno entenderlas”.
En su momento, la directora general del Instituto Nacional de bellas Artes, Teresa Vicencio Álvarez, destacó el respeto que todo México tiene a Ernesto de la Peña, “un espíritu ilustrado, humanista fundamental de la vida mexicana en la segunda mitad del siglo XX que, como pocos, indagó en lo más profundo del conocimiento humano”.
Recordó que el sabio fue un auténtico hombre de letras, miembro de número de la Academia Mexicana de la Lengua desde 1993, notable traductor, filólogo, ensayista y poeta, merecedor del Premio Nacional de Ciencias y Artes.
Reconoció asimismo que el maestro De la Peña realizó un importante trabajo con el INBA y que fue amigo solidario de esta institución, ya que formó parte del Consejo de Ópera del INBA. En 2007 el INBA le rindió un homenaje por sus 80 años de vida, además de que se le otorgó la Medalla de Bellas Artes como reconocimiento a su talento, trabajo riguroso y metódico.
“Hoy –afirmó Vicencio Álvarez-- México está en duelo por la pérdida de un notable y destacado hombre de letras. Extrañamos ya el gran vigor intelectual con el que el maestro Ernesto de la Peña aborda desde su afortunada síntesis, de su erudito conocimiento de las palabras. Con sentida tristeza compartimos el dolor por la ausencia de este gran hombre, despedimos al maestro Ernesto de la Peña con este homenaje de cuerpo presente y con la indudable certeza de saber que su nombre y su obra están ligados a los anales de la cultura de nuestro país”.
Por su parte, el director de la Academia Mexicana de la Lengua, Jaime Labastida, afirmó que “Ernesto de la Peña fue un poliglota insaciable, especie de Dios-niño, una suerte de dios infantil que jamás conoció el aburrimiento, siempre sonriente, que se divertía al jugar con las palabra, eso y mucho más fue nuestro querido Ernesto de la Peña”.
Explicó que cuando se lee la obra escrita del maestro lo primero que asombra es lo vasto y lo múltiple de sus conocimientos. “Textos leídos de lenguas que carecen de parentesco entre sí, movimientos constantes entre lenguas muertas y lenguas vivas, oscilancias que van del sánscrito, al griego y al latín, del árabe al arameo, del español y al francés. Toda esa basta producción escrita es solo la punta del iceberg porque en la profundidad del océano palpita una montaña de palabras dichas que se conservan en los archivos de la radio y la televisión”.
Externó que en la medida de sus posibilidades, la Academia Mexicana de la Lengua ofrece contribuir para que se publiquen sus hermosos trabajos “He perdido un amigo entrañable y por encima de mi pérdida personal debo decir que la Academia Mexicana de la Lengua ha recibido un golpe brutal del que será difícil recuperarse; nuestro país ha perdido a un hombre insustituible y quisiera que recordamos a Ernesto de la Peña como un hombre enamorado de la vida, que sabía gozar de un buen vino lo mismo que de un gran poema, que sabía compartir la alegría de vivir con sus amigos”.
Al leer un fragmento del poema La balada, de Ernesto de la Peña, el escritor Eduardo Elizalde señaló que De la peña “era uno de los más sabios y generosos amigos, cuya muerte es lamentable. No solo desaparece un hombre excepcional sino, con él, todos los enormes tesoros que con su prodigiosa memoria guardaba en su cabeza; desaparece Ernesto de la Peña, un pozo de sabiduría y una fuente de luz, deploramos sus amigos más fraternales y cercanos”.
Al término de la ceremonia de cuerpo presente se rindieron guardias de honor que fueron acompañadas del Cuarteto Carlos Chávez con obras de Manuel M. Ponce. En las guardias participaron Consuelo Sáizar María Luis Tabernier, Teresa Vicencio, Stasia de la Garza, Felipe Garrido, Gonzalo Celorio, Magritte Frenk, Aldolfo Castañón, María Cristina García, La China Mendoza, Gerardo Estrada, Paulina Lavista y Pepe Gordon, entre muchos otros.