• Versión es un libro de poemas de viajes, de lecturas realizadas de la literatura francesa, y de una serie de reflexiones en torno al lenguaje
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  • “Leer poesía es una experiencia que vale la pena y sin la cual la vida resulta muy empobrecida”, David Huerta
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  • Participarán Salvador Gallardo Cabrera y David Huerta
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El Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) invita a la sexta edición del ciclo Los Villaurrutia, que en esta ocasión recuerda la obra poética, Versión, con la cual el escritor David Huerta obtuvo el Premio Xavier Villaurrutia de Escritores para Escritores 2005. A ocho años de este reconocimiento, Salvador Gallardo Cabrera entablará un diálogo con el autor sobre su obra y trayectoria.

 

El público asistente podrá participar en esta actividad gratuita, organizada porla Coordinación Nacionalde Literatura, el jueves 22 de agosto, a las 19:00 horas, en el Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia, ubicado en avenida Nuevo León 91, Colonia Condesa.

 

Versión, de David Huerta, fue editado por primera vez en 1978 por el Fondo de Cultura Económica, con la participación del pintor Vicente Rojo, quien le obsequió el motivo de la portada al autor; y del diseñador Rafael López Castro, quien hizo el diseño tipográfico. En su edición de 2005, realizada por la Editorial Era, destaca la participación de Marcelo Uribe.

 

El fallo del jurado en 2005, señaló que esa reedición confirma la excelencia de una obra que se ha desarrollado con brillantez y que se sitúa entre las mejores expresiones poéticas de la literatura mexicana de nuestro tiempo".

 

David Huerta recuerda en entrevista su satisfacción al recibir el Premio Xavier Villaurrutia, “un poco desconcertado, pero enormemente feliz por el libro, por los lectores que ha tenido, que han sido pocos pero fieles”.

 

Versión es un libro de poemas, entre los que se encuentran poemas de viajes, de lecturas realizadas de la literatura francesa, y de una serie de reflexiones en torno al lenguaje mismo.

 

Para Huerta, la poesía no es solo un género literario, “es una forma de vida”; además de ser el género literario por excelencia, al cual identifica con la literatura.

 

La buena literatura, aseguró, “es poesía en el sentido de que es una recreación o un trabajo con el lenguaje, que lo lleva a sus estados límite”.

 

“La poesía es una exploración en las posibilidades del lenguaje, para la expresión, para la circulación de las ideas, la manifestación de los sentimientos, de las emociones, de las visiones del mundo”, agregó.

 

El escritor se muestra satisfecho y se siente afortunado al recibir este tipo de reconocimientos y, a la vez, resalta la importancia de la lectura de los libros, en especial de poemas, pues para él, aunque las señales son muy tenues, se da cuenta de que a sus poemas no les va del todo mal, porque han tenido lectores.

 

“Leer poesía es una experiencia que vale la pena y sin la cual la vida resulta muy empobrecida, quizás fatalmente empobrecida; en realidad la gente se pierde mucho al no leer”, reflexiona Huerta.

 

En este sentido, el autor señaló que la lectura es una decisión individual muy difícil de imponer o de promover; y que si bien es cierto que la educación es responsabilidad del gobierno, la lectura no es más que una obligación escolar, y después se convierte en una decisión libre e individual.

 

“La educación no es la experiencia literaria, la experiencia literaria forma parte de la formación personal e individual (…), hacerlo probablemente comenzaría a resolver los inmensos problemas del país”, puntualizó.

 

David Huerta inició su discurso de agradecimiento al recibir el Premio Xavier Villaurrutia con las siguientes líneas: “La poesía es simultáneamente una invención y una forma de la verdad: es una ‘verdad inventada’. Esta verdad inventada es la que celebramos. Pero que la verdad sea o pueda llegar a ser una invención resulta impensable para muchos, desde luego; según Xavier Villaurrutia, el objeto y el fin de la poesía: “hacer pensar lo impensable”, como el de la música sería ‘hacer oír lo inaudito’ y el de la pintura ‘hacer ver lo invisible’. Me parecen tareas nobilísimas, necesarias en todo tiempo y en todo lugar.

 

Que yo reciba ahora, treinta años después, este premio correspondiente al año 2005, me produce una alegría inmensa —una de las mayores alegrías de mi vida— y estoy seguro de que Efraín, en su cielo, lo celebra con todos nosotros. Él, que tanto quiso a Xavier Villaurrutia y que tanto lo admiró, superadas ya las diferencias que tuvieron en la década de los años treinta”.

 

El Premio Xavier Villaurrutia se creó en 1955 por iniciativa de Francisco Zendejas. Concedido porla Sociedad AlfonsinaInternacional (SAI) y el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA), por medio del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), con el propósito de estimular y apoyar la creación de las letras mexicanas, y difundir la producción de escritores trasterrados, tanto latinoamericanos como iberoamericanos; Juan Rulfo, Octavio Paz, Rosario Castellanos, Salvador Elizondo, Carlos Montemayor y Sergio Mondragón han sido algunos de los ganadores de este premio.

 

David Huerta es poeta, ensayista y traductor. Nació en la Ciudad de México en 1949. Estudió filosofía, letras inglesas y españolas en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM.

 

Se ha desempeñado como redactor y editor de la Enciclopedia de México; coordinador de talleres literarios en la Casa del Lago de la UNAM, del INBA y del ISSSTE; secretario de redacción de La Gaceta del FCE; miembro del consejo editorial de Letras Libres; director de Periódico de Poesía; integrante de la Comisión de Artes y Letras del FONCA.

 

Ha colaborado en Diorama de la Cultura, El Día, El Universal, La Gaceta del FCE, La Talacha, Letras Libres, Nexos, NovedadesProceso.

 

Fue Becario de la Fundación Guggenheim 1978 y del FONCA 1989. Miembro del SNCA desde 1993. Ha sido galardonado con el Premio Diana Moreno Toscano 1971, Premio Nacional de Poesía Carlos Pellicer para obra publicada 1990 por Historia, y Premio Xavier Villaurrutia 2005 porVersión. En 1998 los estudiantes de la Preparatoria Popular le otorgaron la medalla “Mártires de Tlatelolco”.

 

Entre su obra destacan ensayos como Las intimidades colectivas (1982) y El correo de los narvales (2006). En poesía se puede mencionarCuaderno de noviembre (1976), Lluvias de noviembre (1984), Incurable (1987), Historia (1990), La música de lo que pasa (1997), El azul en la flama (2002), La olla (2003) y La calle blanca (2006).

 

De su obra de varia invención figuran Los objetos están más cerca de lo que aparentan, con dibujos a tinta de Miguel Castro Leñero (1990), El ser y la nada, con fotos de Pedro Tzontémoc (2001). En antología destacan Cuentos románticos (1972), Breve antología de José Lezama Lima (1977) y Anuario de poesía mexicana 2005 (2006).