Charla Rosario

  • Es considerada una de las escritoras mexicanas más reconocidas a nivel nacional e internacional, y pionera del feminismo en nuestro país

La Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), mediante la Coordinación Nacional de Literatura (CNL) y la Capilla Alfonsina, recordaron a la escritora Rosario Castellanos (1925-1974) a 50 años de su deceso, con una charla virtual en la que se repasó el impacto y la trascendencia de su obra literaria en nuestro país y a nivel internacional.

La conferencia —presentada por el director de la Capilla Alfonsina, Javier Garciadiego— fue ofrecida por la ensayista, poeta y escritora Martha Robles, quien consideró que la situación cultural en México ha cambiado muy poco en estas cinco décadas y que las propias vivencias de Rosario Castellanos hicieron de su trabajo una obra sólida y reconocida hasta nuestros días.

“La obra de Castellanos es una de las pocas, respecto de las escritoras, que se ha citado, consultado, celebrado y consagrado, como un ejemplo, no solo de feminismo, sino respecto de la situación marginal que padecen los indígenas. Lo que hizo Rosario es señalar en sus novelas y particularmente en Balún Canán, la confrontación que hay entre culturas inconciliables. Eso es lo que la hace contemporánea y lo que hace que el fundamento de su narrativa ahora nos sirva también para explicarnos cuestiones sociológicas de situaciones que no se han resuelto en este país”, argumentó.

Martha Robles ahondó en obras específicas, como Balún Canán (1957), así como Ciudad Real (1960) u Oficio de tinieblas (1962), en las que Castellanos pone de manifiesto la confrontación entre dos universos que no tienen manera de dialogar ni encuentran un lenguaje común: por un lado, la intolerancia del blanco, del urbano, del mestizo, del criollo que vive en la ciudad y que tiene una tradición hispanomexicana y, por otro, el indígena apegado a sus tradiciones, a sus lenguas y a sus costumbres.

“Los dos mundos —el del pensamiento indígena y el del pensamiento hispanomexicano— que ella describe en sus novelas, es tan actual, al punto de que, a pesar de la evolución de la sociedad, los indígenas siguen igual de marginados, incomprendidos y aferrados a sus tradiciones”, agregó.

Refirió que Rosario Castellanos se puede considerar un caso sui géneris en la literatura mexicana y recordó que la escritora, nacida en 1925, pertenece a un grupo conocido como la generación del medio siglo. Robles describió que cuando Castellanos arribó para estudiar en la Ciudad de México, descubrió otro aspecto que la marcó para siempre: el universo existente entre las mujeres y los hombres.

“Este universo cobra toda su significación y sus contradicciones cuando ella (Rosario) ingresa a la universidad y forma parte de una generación muy distinguida de escritores que transformaron el contenido de la literatura mexicana. Ella participa en este lenguaje de cambio y adquiere el lenguaje de la mujer pensante que entra a un universo esencialmente masculino y que, a pesar de tener compañeras escritoras, sabe que ella misma será tan marginada como lo fueron los indios en su Chiapas natal”, manifestó.

    

Además, compartió que Castellanos, a pesar de ser protagonista de dos formas de discriminación y de confrontarse en dos universos, se formó como escritora en un ámbito universitario en el que no tenía pertenencia ni voz. Aun así, resaltó, Rosario emprendió una obra singular y empezó a distinguirse por el hecho de que convirtió en el eje central de su trabajo la situación en la que vivían las mujeres, por lo que actualmente es considerada pionera y voz esencial del feminismo en México.

“Rosario pone énfasis en la situación marginal que viven las mujeres desde el punto de vista doméstico e intelectual, y lo desarrolla a través de su obra literaria con un gran brillo, porque poseía una gran prosa. También se empieza a caracterizar por su poesía de tinte estrictamente autobiográfico que manifiesta estas vivencias de discriminación. Además, hay otros dos temas que van a perdurar siempre en su obra: el dolor y, por otro lado, su pensamiento vinculado a la muerte”. 

Martha Robles mencionó que la obra de Rosario Castellanos merece ser recordada y, con todo derecho, debe tener un lugar importante en la literatura mexicana, pues es una obra reveladora de nuestro México profundo, del alma profunda de las mujeres en provincia y en la realidad mexicana, incluida la vida universitaria. También rememoró que Castellanos fue la primera escritora que ha sido reconocida por el Estado en nuestro país, pues en 1971, en un homenaje en el Museo Nacional de Antropología, el presidente Luis Echeverría la consideró una mujer distinguidísima.