- Del 12 al 16 de noviembre se llevará a cabo el ciclo Las y los jóvenes leen a…, donde participarán en una serie de lecturas en voz alta de la obra del escritor mexicano
La Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal) recuerdan al escritor Rubén Bonifaz Nuño al cumplirse este 12 de noviembre el centenario de su nacimiento, como uno de los más destacados hombres de letras y creador de instituciones mexicanas del siglo XX.
El Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura llevará a cabo del 12 al 16 de noviembre a las 19:00 horas, por redes sociales, el ciclo Las y los jóvenes leen a…, en el que participarán alumnos del Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia en una serie de lecturas en voz alta de la obra del reconocido escritor mexicano.
Bonifaz Nuño nació el 12 de noviembre de 1923, en Córdoba, Veracruz, y falleció el 31 de enero de 2013 en la Ciudad de México. Se le considera un hombre de letras de tiempo completo, ya que la mayor parte de su vida estuvo ligada a la poesía, la traducción literaria, la investigación filológica y la docencia universitaria.
En 2008, el Inbal lo condecoró con su máxima distinción: la Medalla de Oro de Bellas Artes, y se hizo acreedor en su larga carrera a otros galardones, como el Premio Nacional de Ciencias y Artes (1974), el Premio Universidad Nacional (1990) y el Premio Iberoamericano de Poesía Ramón López Velarde (2000).
Bonifaz Nuño desarrolló diversas actividades y en todas ellas se distinguió ampliamente, desde autor de poesía, traductor de la obra de autores grecolatinos, sus acuciosos estudios del México antiguo y la investigación literaria, además de ser creador de instituciones culturales.
Se le reconoce en especial la recopilación de la tradición de la poesía clásica para ponerla al servicio del lenguaje coloquial y cotidiano, además de abordar los grandes temas de la condición humana en títulos como El ala del tigre (1969), La flama en el espejo (1971), Albur de amor (1987), Pulsera para Lucía Méndez (1989), Del templo de su cuerpo (1992), Amiga a la que amo (2004) y El honor del peligro (2012), entre muchas más.
El pasado mes de enero, al recordarse el décimo aniversario de la muerte de Bonifaz Nuño, el poeta y ensayista Rogelio Guedea dijo que el escritor veracruzano habrá de ser leído aún más y su obra estudiada con mayor dedicación: “A 100 años de su natalicio, su obra debe ser reeditada y hacerla accesible, porque es un poeta potente y de gran importancia en las letras mexicanas”, aseguró.
Y destacó que “sería imposible entender la poesía mexicana del siglo XX sin la presencia de Rubén Bonifaz Nuño. Esa generación dio a grandes autores, entre ellos Jaime Sabines y Rosario Castellanos. La tradición poética mexicana no se puede entender sin ellos, son clave”, afirmó.
Este año se han organizado diversas actividades para celebrar el centenario del nacimiento del artista. Una de ellas, las III Jornadas de Poesía de la Cátedra Rubén Bonifaz Nuño, organizadas por el Instituto Cervantes y la Universidad de Granada, ambas de España, en mayo pasado.
Autor de títulos referenciales como La muerte del ángel (1945), Ofrecimiento romántico (1951), Imágenes (1953), Los demonios y los días (1956), El manto y la corona (1958) y Fuego de pobres (1961), entre otros, Bonifaz Nuño forjó su historia en las letras mexicanas contemporáneas como uno de los más grandes exponentes de la poesía contemporánea.
Se graduó como licenciado en derecho y maestro y doctor en Letras clásicas por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), institución a la que le dedicó también gran parte de su vida, pues ahí trabajó en la Dirección de Publicaciones y en la Coordinación de Humanidades, además de participar en el Consejo Universitario y como miembro de la Junta de Gobierno.
En 1973 fundó y dirigió el Instituto de Investigaciones Filológicas (IIF) de la UNAM y en 1989 la institución lo nombró Investigador Emérito de la UNAM en 1989 e Investigador Nacional Emérito en 1992. Entre otros premios recibió el doctorado honoris causa por la Universidad de Colima (1984), de la UNAM (1985) y la Universidad Veracruzana (1992).
El poeta y traductor de los clásicos grecolatinos fue miembro de la Academia Mexicana de la Lengua y de El Colegio Nacional, así como creador emérito del Sistema Nacional de Investigadores y del Sistema Nacional de Creadores de Arte, además de presidente de la Sociedad Alfonsina de 1986 a 2000.
Ahí, el director del Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM, David García Pérez, dijo que la herencia intelectual de Bonifaz Nuño todavía está por aquilatarse: “Su espíritu poético estaba presente en todas aquellas tareas que llevó a cabo; sus traducciones de los poetas clásicos sin duda le permitieron adueñarse de una capacidad penetrante para hallar en el español formas nuevas y audaces para hablar de ese mundo, su mundo lírico”.
La Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal) recordarán a Bonifaz Nuño, del 12 al 16 de noviembre a las 19:00 horas, por las redes sociales, con el ciclo Las y los jóvenes leen a…, en el que participarán alumnos del Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia en una serie de lecturas en voz alta de la obra del reconocido escritor mexicano.