- La charla se llevó a cabo en el Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia, donde Olympia Ramírez comentó la obra
La Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), mediante la Coordinación Nacional de Literatura (CNL) y el Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia (CCLXV), en conjunto con la Dirección General de Publicaciones y Fomento Editorial de la UNAM, revisitaron La única (1938), obra emblemática de Guadalupe Marín, como parte de las actividades del ciclo Leámoslas.
La obra fue comentada por la escritora Olympia Ramírez Olivárez, quien lamentó que no exista mucha información de Guadalupe Marín en internet, pues recordó que su obra fue censurada por más de 60 años debido a su carácter contestatario e incómodo para algunas esferas sociales y artísticas del país, así como por el hecho de ser mujer y de no haber tenido estudios formales en el rubro literario.
“No hay mucho que se pueda encontrar en línea acerca de la obra de Guadalupe Marín; como de muchas otras mujeres excepcionales, solo podemos hallar datos biográficos y de sus papeles como musas. Sin embargo, a pesar de que Guadalupe Marín no contó con una educación institucionalizada, logró escribir La única, esta maravillosa novela en la que podemos encontrar referencias a la conciencia de clase, conciencia de género y de muchos conceptos que antes no tenían nombre, pero que ella expone”, remarcó.
La escritora explicó que La única no es una autobiografía, pero está basada en la experiencia de la autora y agregó que la fusión autor-obra es bien vista mientras no inquiete, no cuestione y no proporcione un punto de vista distinto al del sistema que gobierna. Esta obra, dijo, sufrió el destino de las obras diferentes, de las contestatarias: la censura y el olvido.
Olympia Ramírez compartió fragmentos de esta obra a través de Marcela, protagonista de la misma, a quien describió como una mujer de rasgos fuertes, toscos, inteligente, escandalosa y difícil, que se codea con los personajes más famosos del rubro cultural mexicano e internacional de la época. Expuso que La única cuenta el fracaso de los dos matrimonios de su protagonista, en una época en la que el único papel de la mujer era el de servir al hombre.
De acuerdo con la ponente, nadie queda bien parado en esta novela, pues todos los referentes que aquí aparecen no son bien pintados por Marcela. Ella confronta a todos con sus ideas, pues no permite que escatimen sus ideas y valores. Ante todo, busca la verdad, la honestidad, la calma y ser feliz.
Señaló que el panorama de la literatura mexicana aumenta con los años debido a los varios y recientes estudios feministas y de género. Gracias a esto, hay autoras que tienen un segundo debut, gracias al rescate de sus obras, las cuales no solo complementan la historiografía literaria del país y los estudios sociológicos de la época, también proporcionan una nueva perspectiva acerca de los movimientos literarios y cómo se desarrollaron en la sociedad mexicana.
“La novela, al develar información privada de figuras importantes, como artistas, escritores, políticos, intelectuales, etcétera, evidentemente no fue bien recibida y no es sorpresa que la hayan censurado 60 años. El rescate de esta autora, tanto de su vida como de su obra, podrá ampliar el panorama literario del siglo pasado, así como dar cuenta de la dinámica del círculo literario mexicano. Esta revisión da constancia de la existencia de voces femeninas en la literatura mexicana”, subrayó.
“Veo en La única un potencial de alguien que sabe escribir porque sabe leer, escuchar y cuestionar lo que sucede a su alrededor. Guadalupe Marín no tuvo que pasar por la escuela, por talleres ni por seminarios para escribir, solo lo hizo. Eso también le suma un gran valor a su obra”, concluyó.
María Guadalupe Marín Preciado
Nació en Ciudad Guzmán, Jalisco, el 16 de octubre de 1895. Es la séptima hija del matrimonio formado por Francisco Marín Palomino e Isabel Preciado Cárdenas. A la edad de ocho años salió junto con sus padres y hermanos de Zapotlán hacia Guadalajara en busca de mejoras económicas para su familia. Cursó la primaria en el Colegio Jerezano de Guanajuato; posteriormente posó para Diego Rivera, lo que causó gran revuelo, pues no se pensaba que una “señorita decente” pudiera ser modelo de algún pintor.
Contrajo nupcias con Diego Rivera en 1922. Sin embargo, el matrimonio se terminó en 1927. Después, Guadalupe Marín se va a vivir con el poeta Jorge Cuesta. Sus relaciones fallidas quedaron plasmadas en La única, su primera novela, publicada en 1938, cuyos ataques a figuras de la época provocaron que la obra fuese confiscada.