Aline

  • En la Sala Manuel M. Ponce, se llevó a cabo la sesión de Protagonistas de la literatura mexicana
  • La escritora ha dejado una huella significativa en el panorama literario por su estilo único y su capacidad para explorar temas complejos y universales

La Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), a través de la Coordinación Nacional de Literatura, presentaron el ciclo Protagonistas de la literatura mexicana, dedicado en esta ocasión a la escritora Aline Pettersson, la sesión tuvo lugar en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes.

El evento contó con la participación de la coordinadora nacional de Literatura, Karen Villeda; la escritora y periodista Adriana Malvido, el escritor y artista plástico Carlos Pellicer López, la escritora Ana García Bergua y la narradora Silvia Molina, quien envió un texto.

En su participación, la periodista Adriana Malvido comentó que leyó todos los libros de Aline, “no pude parar, su obra realmente me deslumbró”. Incluso dijo que entrevistar a la escritora es interesante y divertido. “Cuando una escritora como ella, de 85 años, dialoga con el paso del tiempo para hacer literatura, el resultado es arte y es desafío.

Rompe el cerco de la rutina doméstica para ahondar en el lenguaje y la reflexión sobre la condición femenina, el placer, el erotismo y la maternidad”. Desde su punto de vista, dispara las potencias de la imaginación, de ahí que sea posible que escriba novela, cuento, poesía, literatura infantil y ensayos.

En su turno, el artista plástico Carlos Pellicer López comentó que cuando lo invitaron a participar en esta mesa lo primero que aclaró es que no es un estudioso ni un especialista en la obra de Aline; sin embargo, le dijeron que la invitación no era por esas razones, sino por su amistad con ella. El maestro reconoció el talento poético de Aline Pettersson y calificó como una gran joya en su vida la amistad con la escritora.

Ana García Bergua, traductora y escritora, confesó sentirse honrada por la invitación a celebrar la vida y obra de Aline Pettersson, una escritora tan admirada y querida. “En efecto, los escritores somos seres que oímos voces y a veces con mayor o menor fortuna escribimos algo de lo que nos dictan. En el caso de Aline, esta imagen es aún más palpable, pues en su extensa y rica obra, entre poemas, relatos, novelas, cuentos infantiles, las voces tienen un papel preponderante, ya sea como flujo de conciencia en el que es una maestra absoluta que aborda una prosa bellísima, o simplemente como las voces en primera persona de sus protagonistas, o las voces que cuentan en un diario íntimo o en una correspondencia sus vidas y sus cuentas.

“Su obra es, en efecto, una travesía de voces como escribió Luz Aurora Pimentel, en la obra prosística de Aline se trenzan las cosas de la cotidianidad con los mares del tiempo, el deseo, el cuerpo, la naturaleza, tantos temas que van conformando y tejiendo tapices tan ricos como una vida”.

En tanto, la subdirectora de Literatura y autores de la CNL, Jenifer Balderas, leyó un breve mensaje de la escritora Silvia Molina, ya que por cuestiones de logística lamentó no estar presente en el acto.

Por último, la escritora y ensayista Aline Pettersson agradeció al Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura el reconocimiento, mencionó que escribir es para ella una manera de entenderse y entender lo que la rodea.

También reconoció que la escritura centra todos sus pensamientos. “Los encamina de una forma amable que a mí me tranquiliza, me pone en paz y si tiene la suerte de ser leída por otros me toca absolutamente el corazón”.

Aline Pettersson nació en la Ciudad de México el 11 de mayo de 1938. Narradora y poeta, estudió Letras y fue becaria del Centro Mexicano de Escritores en 1977. Ha sido colaboradora de Diálogos, El Gallo Ilustrado, El Universal, Novedades, Revista de Bellas Artes, Revista de la Universidad de Tabasco, Revista Universidad de México, Sábado y Unomásuno.

Obtuvo el Premio Jurado Infantil 1986 de la Feria del Libro de Caracas, Venezuela, por El papalote y el nopal, libro por el que también obtuvo el Premio 1987 de la Feria del Libro de Japón. Asimismo, recibió el Premio Latinoamericano y del Caribe Gabriela Mistral 1998, otorgado por la Editorial Cote Femmes de París y la Feria Internacional del Libro de Bogotá.