- Marcela Romo, Marconio Vázquez, Matilde Samperio y Jorge Villegas dieron lectura en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes
- En honor a su obra literaria, el INBAL instituyó en 1977 el Premio Nacional de Cuento Infantil Juan de la Cabada
A 120 años del natalicio del escritor Juan de la Cabada, los narradores orales escénicos Marcela Romo, Marconio Vázquez, Matilde Samperio y Jorge Villegas leyeron cuentos cortos del escritor campechano, quien elegía la oralidad para dar vida a sus textos, en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes.
La narradora Marcela Romo agradeció al Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) la invitación para darle voz a la literatura de Juan de la Cabada, a quien le tocó vivir varias etapas convulsivas de la historia mexicana contemporánea.
Comentó que Juan de la Cabada fue un escritor combatiente que quería dejar testimonio de lo que vivía, como la Revolución Mexicana, el movimiento antifascista, la Guerra Civil española, las dos contiendas mundiales, el exilio español, el auge del arte y las letras mexicanas, el movimiento estudiantil de 1968 y otros sucesos históricos no menos importantes.
El cuentista —dijo— prefería la oralidad sobre cualquier otro texto escrito y resultaba sorprendente cómo rompía la línea de su discurso para enriquecerlo con bailes de carnaval, imitaciones de animales de la selva y de ultratumba. De manera natural, los cuentos le brotaban de su boca, mientras caminaba o hablaba con alguien.
Romo apuntó que el escritor campechano fue un devoto del marxismo-leninismo y para él la militancia en el Partido Comunista fue de gran importancia en su vida, incluso fue un acto de fe.
“Sus cuentos y narraciones están llenos de atisbos y de hermosas promesas, como el relato María, la voz, en donde el recuerdo de Ramón del Valle-Inclán es inevitable”.
Comentó que en todos sus cuentos, Juan de la Cabada (también creador de la película Subida al cielo) descubre los rasgos del hombre firme y manifiesta su interés en darle voz a los pueblos originarios.
Finalmente, recordó que la hija adoptiva del escritor, la actriz Julia Marichal, siempre acudía a las sesiones de los narradores orales escénicos en la Plaza de Santa Catarina hace 28 años y los hizo amar a Juan de la Cabada.
Posteriormente, con su talento histriónico natural, los narradores orales Marconio Vázquez, Matilde Samperio y Jorge Villegas leyeron algunos cuentos del escritor que, de acuerdo con el Fondo de Cultura Económica, son una fiesta de la palabra y de sensaciones. “A su alegre maestría, a su vigor artístico, a su habilidad de cuentista le debe la literatura mexicana moderna algunas de sus mejores páginas”.
Previo a la lectura, la coordinadora nacional de Literatura del INBAL, Leticia Luna, dijo que el autor de El duende y María, la voz, entre otros libros, “es uno de los narradores más prolíficos e importantes de México”, al grado de que su obra fue elogiada por Elena Garro y Andrés Henestrosa, entre otros importantes autores.
Mencionó que el escritor campechano nació el 4 de septiembre de 1899 y falleció en la ciudad de México el 26 de septiembre de 1986; fue fundador de varias editoriales y de la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios.
Obtuvo el Premio Elías Sourasky hace cuatro décadas y el doctor honoris causa por la Universidad Autónoma de Sinaloa.
Señaló que en honor a su obra literaria, el INBAL instituyó en 1977 el Premio Nacional de Cuento Infantil Juan de la Cabada, por lo que pidió a los asistentes festejarlo a través de la lectura, no sin antes solicitarles un aplauso en la conmemoración de su nacimiento.