- Ciclo en el que participan artistas y narradores; en esta ocasión el poeta Rojo Córdova visitó el plantel de la UNAM
La Secretaría de Cultura, a través del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), fortalece el derecho a la cultura de las niñas, los niños y jóvenes con diferentes actividades, como música, danza y sobre todo literatura, razón por la cual estudiantes del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Naucalpan, de la UNAM, se beneficiaron recientemente con La palabra dicha.
A través del ciclo La palabra dicha, en el que artistas de la vozy la narración recrean el más antiguo de los rituales de la humanidad: la tradición oral. El invitado de la sesión llevada a cabo en el CCH el pasado viernes fue Rojo Córdova, poeta, performer y exponente del hip hop.
“No tengan miedo de escribir temas escabrosos porque de esta manera están cumpliendo con la función del escritor al retratar lo que está sucediendo a su alrededor. En estos escritos no puede haber censura”, dijo Rojo Córdova.
En la actividad organizada por el INBAL y frente a un público joven, Córdova dio rienda suelta a lo que él denominó los cuatro rumbos delslam mexicano de poesía, que son el performance, la lírica urbana, el rap y el son.
Los jóvenes mostraron gran cercanía e interés por las palabras del poeta, pues la charla jamás estuvo bajo estructura rígida; se convirtió en un espacio de expresión, libertad y reflexión. Además, se trata de un artista que aborda la poesía desde una arista diferente, ya que busca entrelazarla con la música urbana y el humor, elementos que suelen interesar al público de esa edad.
Para el poeta, la oralidad es la forma más antigua de comunicación que se dio entre los hombres, mucho antes de la escritura. “Las historias se contaban oralmente y la experiencia era más íntima y cercana”, comentó.
Con un toque de humor, de manera divertida, mencionó a los jóvenes que posiblemente la tradición oral inició con los primeros juglares, artistas que recitaban sus historias a cambio de dinero o comida, con instrumentos de percusión como únicos acompañantes de sus palabras.
Rojo Córdova comentó que lleva 12 años practicando el slam de poesía y el spoken word, en combinación con el teatro y el performance, luego de estudiar letras hispánicas y de leer una gran cantidad de libros durante ese periodo.
“Todos somos poetas prometeicos porque en un momento determinado nos hemos dado cuenta que la palabra está dentro de cada uno, es decir, que resuena el fuego que tienes dentro. Todos tenemos esta incandescencia y, desde mi punto de vista, el poeta te dice que la poesía no está en el Olimpo, sino dentro de uno”, aseguró.
“Para mí, el slam de poesía es una comunión, algo que ya casi no compartimos ni hacemos con frecuencia”, agregó el artista, y posteriormente invitó al público a escribir un cuento con diversas palabras: gato, aguacate, nitroglicerina y sol negro. Un ejercicio creativo en el que las personas pudieron exponer diversas ideas.
Finalmente, Rojo Córdova refirió que el slam de poesía lo inventó en Chicago en 1984, aproximadamente. A partir de ahí, durante dos años, desarrolló una dinámica poética en voz alta que él ha cultivado en sus presentaciones.