• Con lecturas de Mar Beltrán, Rodrigo H. Sandoval y Gerardo Solano, y música a cargo de Joseph Pérez
  • El jueves 19 de mayo a las 19:00 en la Capilla Alfonsina
  • Al igual que mi abuelo, lo primero que escribí y aprendí en la vida fue poesía: Alicia Reyes

Se celebrará el 127º aniversario del nacimiento de Alfonso Reyes (Monterrey, Nuevo León, 1889-Ciudad de México, 1959) en la tertulia Voces de la Capilla, la cual contará con la presencia de los escritores Mar Beltrán, Rodrigo H. Sandoval y Gerardo Solano, y del músico Joseph Pérez, el jueves 19 de mayo a las 19:00 en la Capilla Alfonsina, ubicada en Benjamín Hill 122, colonia Hipódromo Condesa, Ciudad de México.

 

Voces de la Capilla es un homenaje a Alfonso Reyes en el que realizaremos lecturas en voz alta de su poesía, sus ensayos, parte de su anecdotario y un diálogo entre las obras Visión de Anáhuac (1953) de Alfonso Reyes y América mía (1971) de su nieta, la doctora Alicia Reyes. Se trata de una tertulia en la que también habrá música”, dijo en entrevista la poeta Mar Beltrán, y agregó que a esta actividad se sumarán los alumnos del taller literario que imparte Alicia Reyes en la Capilla Alfonsina.

 
  • Con lecturas de Mar Beltrán, Rodrigo H. Sandoval y Gerardo Solano, y música a cargo de Joseph Pérez
  • El jueves 19 de mayo a las 19:00 en la Capilla Alfonsina
  • Al igual que mi abuelo, lo primero que escribí y aprendí en la vida fue poesía: Alicia Reyes

Se celebrará el 127º aniversario del nacimiento de Alfonso Reyes (Monterrey, Nuevo León, 1889-Ciudad de México, 1959) en la tertulia Voces de la Capilla, la cual contará con la presencia de los escritores Mar Beltrán, Rodrigo H. Sandoval y Gerardo Solano, y del músico Joseph Pérez, el jueves 19 de mayo a las 19:00 en la Capilla Alfonsina, ubicada en Benjamín Hill 122, colonia Hipódromo Condesa, Ciudad de México.

Voces de la Capilla es un homenaje a Alfonso Reyes en el que realizaremos lecturas en voz alta de su poesía, sus ensayos, parte de su anecdotario y un diálogo entre las obras Visión de Anáhuac (1953) de Alfonso Reyes y América mía (1971) de su nieta, la doctora Alicia Reyes. Se trata de una tertulia en la que también habrá música”, dijo en entrevista la poeta Mar Beltrán, y agregó que a esta actividad se sumarán los alumnos del taller literario que imparte Alicia Reyes en la Capilla Alfonsina.

 

Hijo del general Bernardo Reyes, quien fue gobernador de Monterrey en el porfiriato, Alfonso Reyes compartió en sus memorias que era un bebé grande y pesado, por lo que sus familiares lo llamaban el Cerro de la Silla, como la montaña emblemática de su ciudad natal. El pensador regiomontano creció rodeado de los valles, montañas, llanuras y barrancas del norte de México.

 

“Al igual que mi abuelo, lo primero que escribí y que me aprendí en la vida fue poesía. El primer poema que le dije de memoria a mi abuelo fue A Margarita Debayle de Rubén Darío. Se  lo recité a mi abuelito un día de su cumpleaños, el 17 de mayo, cuando yo tenía como nueve años. Él me enseñó a amar la poesía de Darío, porque fue el protegido del general Bernardo Reyes, padre de Alfonso Reyes. Por eso me interesaba muchísimo que me escuchara mi abuelo; por eso me aprendí el poema y se lo recité de regalo. Se emocionó mucho; tenía sus ojos llenos de lágrimas”, compartió en entrevista Alicia Reyes.

 

Taciturno, Alfonso Reyes contemplaba su entorno, paseaba por los campos y reflexionaba sobre las lecturas que marcaron su infancia y que lo inspiraron para escribir sus primeros textos. Su obra abarca la poesía, el ensayo y la narrativa. Entre su legado figuran la novela Los tres tesoros (1955), el libro de cuentos Quince presencias (1955), el poemario Romances del Río de Enero (1933) y el volumen de ensayos Trazos de historia literaria (1950).

 

Como su padre, Alfonso Reyes se interesó en la política, por lo que fue embajador de México en países como Francia, España, Argentina y Brasil. En México formó parte de un grupo de jóvenes de la Sociedad de Conferencias, que proponía nuevos valores ante la decadencia de la dictadura de Porfirio Díaz. Más tarde, este grupo daría paso al Ateneo de la Juventud, entre cuyos miembros fundadores se encontraban Reyes, Pedro Henríquez Ureña, Antonio Caso y José Vasconcelos.