- En el Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia, Lorena Ventura y Marco Antonio Murillo recordaron al ensayista y editor nayarita
- Presentaron el documental Alí Chumacero. Palabras en reposo, de Modesto López
Miro nacer la tempestad. Cien años de Alí Chumacero es el título del ciclo con que el Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia, de la Coordinación Nacional de Literatura del Instituto Nacional de Bellas Artes, celebra el centenario del natalicio del poeta Alí Chumacero (Nayarit, 9 de julio, 1918-Ciudad de México, 22 de octubre, 2010).
Lorena Ventura y Marco Antonio Murillo participaron en la mesa Alí Chumacero, leído y comentado por poetas de Tierra Adentro, en la cual, además de leer algunos poemas, externaron su opinión sobre el escritor nayarita.
Previo a la participación de los poetas se presentó el documental Alí Chumacero. Palabras en reposo, de Modesto López, donde el mismo ensayista y editor mexicano narra su vida. Entre otras cosas menciona que pese a nacer en Acaponeta, Nayarit, su familia procedía de Tlaxcala.
Refiere que el nombre de Alí fue un capricho de su abuelo, quien lo vio en una revista y se lo puso a su padre, quien posteriormente lo nombró a él también Alí.
El documental cuenta con comentarios de los poetas Juan Gelman, Hugo Gutiérrez Vega y Marco Antonio Campos, así como de Dolores Castro, Eduardo Lizalde y Carlos Montemayor.
Durante su intervención, Lorena Ventura, poeta y ensayista, maestra en Letras Latinoamericanas por la Universidad Nacional Autónoma de México, destacó la importancia de este tipo de eventos, pues ayudan a recuperar a personajes como Chumacero desde la perspectiva de las generaciones actuales.
Indicó que se trata de un escritor importante dentro de la tradición lírica, porque a partir de los tres libros de poemas que escribió, “le tocó unir la tradición de vanguardia con la poesía actual en una época de pleno desarrollo cultural en México; además de que paralelamente a su labor lírica está el trabajo que desempeñó en el Fondo de Cultura Económica (FCE)”.
La poesía se ha transformado enormemente a partir del siglo XX y Chumacero no es tan frecuentado por los lectores, por lo que leer parte de su obra y comentar su importancia dentro de la cultura en México nos ayuda a recuperarlo.
Por su parte, Marco Antonio Murillo, maestro en Escritura creativa por la Universidad de Texas en El Paso y licenciado en Literatura Latinoamericana por la Universidad Autónoma de Yucatán, señaló que el autor de Páramo de sueños, Imágenes desterradas y Palabras en reposo nos tomaría una semana leer los tres libros y permitir acercarnos a esa obra monumental que nos dejó en cuanto a contenido.
Indicó que Chumacero construye sus poemas como si fuesen diamantes, los pulía hasta que quedaba el poema, aunque comentó también que se trata de una poesía un poco hermética, hecha para poetas, ya que para entenderlo se necesita ser conocedor de las tradiciones a las que él se está acercando, como la judeo-cristiana y la que nos legaron los contemporáneos como Xavier Villaurrutia.
Señaló que sin él no podríamos conocer trabajos como los de Juan Rulfo, obras como la de Octavio Paz y de diferentes autores, ya que como editor también es parte fundamental, dijo.
Recomendó que para hacer un acercamiento de su obra habrá que empezar a leer desde lo último que escribió (Palabras en reposo) y luego irse hacia atrás.
El ganador del Premio Nacional de Poesía Rosario Castellanos 2009 refirió que Palabras en reposo aborda temas trágicos, como pueden ser las ruinas, el desamor, las tragedias judeo-cristianas, en personajes marginales de la sociedad, como puede ser el viudo, el soltero, el peregrino, el suicida, comentó Murillo.