Actividad realizada por la Coordinación Nacional de Literatura en el marco del Día Internacional de la Mujer
Contó con la participación de Ximena Escalante, Mónica Nepote, Sandra Lorenzano y Enriqueta Lunez, que fueron moderadas por Irma Gallo
La relación entre la escritura y la condición de ser mujer, fue analizada por cuatro autoras mexicanas de diferentes generaciones en la mesa, organizada por la Coordinación Nacional de Literatura, Feminismo y Literatura, llevada a cabo en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes. Al encuentro acudieron Ximena Escalante, Mónica Nepote, Sandra Lorenzano y Enriqueta Lunez, cuyas participaciones fueron moderadas por la periodista Irma Gallo.
La primera en hablar fue la poeta Enriqueta Lunez, quien agradeció la invitación y dijo que “yo asumo mi escritura desde una perspectiva individual, no feminista. En otras palabras, yo lucho para que mi lengua sea reconocida como tal. Luego vendrán otras luchas, como la de ser mujer”.
Agregó que el propósito de su obra poética es darle voz a las comunidades chiapanecas, sobre todo las tzotziles. Quiero convertirme en la voz de todas esas mujeres que no hablan y que callan, dijo, pero también de niños, jóvenes y hombres que son discriminados.
Tras leer un poema en tzotzil, dedicado a su madre, Escalante dijo: “Independientemente del género, todos los seres humanos somos cuerpos de luz y de oscuridad. La palabra me da la oportunidad, desde mi propio ser, de ver las tonalidades de mi voz”.
Durante su participación, la dramaturga Ximena Escalante señaló que su madre era cien por ciento feminista, creadora de la revista Fem y fomentadora de reuniones con Alaíde Foppa y Esperanza Brito, entre otras mujeres. “Crecí con el paradigma de estas mujeres inteligentes y hermosas que tuvieron un destino trágico. Mi infancia estuvo impregnada por el feminismo”, explicó.
“Ahí empezó mi búsqueda y quise ser como ellas. El mito de esas mujeres inspiró mi camino hacia la literatura y la dramaturgia. Esther Seligson fue mi primer paradigma y luego siguió la lectura de Elena Garro. Sin darme cuenta soy profundamente feminista”, aseguró Escalante.
Por otro lado, añadió, “he sido hombre y mujer, ya que saqué adelante a mis dos hijos completamente sola. Pienso que ser hombre es más fácil. Tal vez por eso a mis obras las consideran feministas, pero lo cierto es que están inspiradas en las primeras mujeres que conocí”, señaló la dramaturga.
Sandra Lorenzano es poeta, narradora, ensayista y académica. Ella leyó un poema de Rosario Castellanos y luego dijo que el secreto de la mejor literatura no es tener respuestas, sino abrir más preguntas.
Afirmó que su escritura es otro modo de ver y de ser. “Una intenta encontrar quiebres en la literatura existente y encontrar en ellos otro tipo de búsqueda: ser pura y libre”.
Recordó que Monsiváis decía que la única revolución que se ganó en el siglo pasado fue la de las mujeres, por eso recomendó a todas mantener esta lucha. Para Lorenzano, ser mujer es ser muchas formas de ser, y ser escritora, es un devenir.
Finalmente, la poeta Mónica Nepote dijo que su escritura siempre ha estado ligada a su condición de mujer. En breve entrevista comentó que la pluma no es andrógina, ya que “la escritura siempre esta afinada por un montón de cosas que vienen detrás y no es lo mismo que un escritor describa a un personaje femenino, como se imagina que puede ser lo femenino, a la voz de una mujer que esté hablando de cómo vivimos las mujeres en un mundo determinado”, señaló.
Además de esta actividad, durante el mes, la Coordinación Nacional de Literatura tiene programadas una serie de actividades en el marco del Día Internacional de la Mujer. Para mayor información, se puede consultar el sitio web: www.literatura.inba.gob.mx