- Es una pérdida irreparable, coincidieron los asistentes al velorio del escritor y periodista
Como la pérdida irreparable de una pluma crítica calificaron artistas e intelectuales la muerte de Sergio González Rodríguez, ocurrida el lunes 3 de abril. Familiares y amigos del escritor y periodista asistieron a la capilla donde fueron velados sus restos.
La directora general del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), Lidia Camacho, refirió que “con la muerte de Sergio González perdemos una voz, que, con inteligencia, valentía y excelente uso del lenguaje, supo mostrar el lado oscuro del país. Fue uno de los primeros periodistas que se dio a la tarea de investigar los feminicidios de Ciudad Juárez y de la violencia desatada por los cárteles.
“Es una perdida irremediable. Fue una de esas voces que muestran un país que muchas veces no queremos ver. Estamos muy dolidos por su partida”, aseveró la titular del INBA.
El coordinador nacional de Literatura del INBA, Mauricio Montiel, dijo que se trata de una pérdida en todos los sentidos, no nada más literaria, sino también humana: “Sergio fue un hombre generoso y lo demostró tanto en su trabajo literario como en el periodístico. Fue un gran defensor de los derechos humanos”.
Agregó que fue su mentor desde hace 25 años. “Teníamos una relación muy estrecha. Nos conocimos en el periodismo cultural, en 1992, cuando él trabajaba en el suplemento de El Nacional. Es una relación que se extendió a casi la mitad de mi vida”.
Por su parte, el escritor Juan Villoro calificó a González Rodríguez como amigo y compañero de generación insustituible. “No esperábamos que esto sucediera. Nos deja un vacío enorme por el cariño y afecto que le teníamos”.
Recordó que lo conoció como músico de rock, cuando Sergio González pertenecía al grupo Enigma. “Se interesó mucho en la contracultura, en la forma de relacionar las palabras con la música. Fue un hombre extraordinariamente valiente. Escribió un libro pionero: Huesos en el desierto, archivo narrativo sobre el oprobio en Ciudad Juárez, por lo que muchas veces estuvo bajo amenaza. Sin embargo, nunca depuso su búsqueda de la verdad”.
Añadió que, en el Festival de Edimburgo, hablaron de las narrativas de la violencia y él hizo una exposición contundente. “Un editor inglés le dijo que quería hacer un libro sobre crónicas de México, lo que derivó en el libro La ira de México, en el que participamos siete personas. Se lo debemos a Sergio.
“Es una pérdida lamentable para sus amigos y muchos lectores. Siempre estuvo muy atento a temas que no se habían cubierto en México. Fue tan contundente lo que escribió, que Roberto Bolaño lo utilizó como asesor para su novela 2666, inspirada en las investigaciones de Sergio”, señaló Villoro.
“Lo despido con enorme dolor”, comentó la escritora Carmen Boullosa. “Es para mí un pesar muy grande. Fue una persona que quería y respetaba mucho: honesto, impecable, escribía sin sombra de duda. Solo mi admiración, no tengo otra palabra. Mi dolor y cariño para él. Dejó una huella muy importante en México. Era una joya y realmente a todos nos va a costar trabajo sobreponernos”.
El escritor y periodista Héctor de Mauleón dijo estar muy desconcertado y conmovido: “Es la sensación irreparable de que se va un amigo, una de las inteligencias críticas más brillantes que ha habido en México en los últimos años; ensayista que pasó de la reflexión cultural a la reflexión de la realidad”.
El también escritor y periodista José Gordon aseveró que se pierde a un personaje muy consciente de las zonas de dolor y atento a las manifestaciones culturales y artísticas.
“Tenía ese ojo y generosidad para registrar lo que podía considerar valioso. Vamos a extrañar la pluma crítica de Sergio González Rodríguez; su capacidad de polígrafo que podía entrar en diferentes tonos, diversos géneros, como el periodismo o la crítica de arte. Es un registro de los más completos que hemos tenido en México. Lamento el deceso de Sergio”, concluyó Gordon.