• Participarán Luis Rius Caso, Carlos Herrera de la Fuente y el autor Marcelo Schuster 
  • Viernes 10 de marzo a las 19:00 en el Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia

  

El nuevo libro de Marcelo Schuster invita al lector a seguir el vuelo metamórfico del coleóptero, un tipo de insecto que recoge como figura para hablar de un viaje filosófico y poético. Coleópteros. El sobrevuelo de la filosofía será presentado por Luis Rius Caso, Carlos Herrera de la Fuente y su autor, este viernes 10 de marzo a las 19:00 en el Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia. Entrada libre.

Coleópteros es un libro filosófico-poético que habla sobre el sobrevuelo del coleóptero, es decir, de estos conceptos desheredados como son el insecto, la momia, el espeleísta, el hombre de las cavernas y los cautivos, de cómo la memoria se recoge y se guarda.

Marcelo Schuster asegura que Coleópteros se diferencia de sus anteriores publicaciones porque es su primer libro americano, no solo por la impronta poética de Alejo Carpentier sino por la experiencia singular de una filosofía desde este lado del mundo.

“Tengo formación en filosofía y académica que es básicamente europea. De alguna manera mi pensamiento implicó generar un diálogo muy fructífero con esa tradición, pero también un diálogo disruptivo. Se trataba no tanto de analizar estos autores en la tradición sino tratar de extraerlos de donde fueron pensados, volverlos más contemporáneos y bajo esto generar un dialogo con mi pensamiento”, dijo el autor.

Los textos que aparecen en Coleópteros se desdoblan en varias capas porque, a decir de Schuster, hay un primer nivel donde se toma al pensador, pero hay otros donde el pensador está siendo tomado por el pensamiento del autor. El libro se desarrolla en este doble juego, donde Schuster retoma a Baruch Spinoza, Emmanuel Lévinas, la teoría crítica y la manera como ésta se continúa en el cine alemán de los años 60 y 70, por poner algunos ejemplos.

“Me tocaba, de alguna manera, empezar a hacerme preguntas de tópicos de problemas que me obligan a cambiar la perspectiva, no siempre a tomar este lugar donde el pensamiento dialoga con la tradición --aunque dialoga de manera crítica, deconstructiva, o post-deconstructiva--, sino que era importante pensar tópicos que la filosofía europea no había pensado como tal, o que había pensado muy incipientemente, y hacer de eso un gesto del pensamiento, un gesto de la escritura-pensamiento”, aclaró.

Para Schuster ese gesto, que tiene que ver mucho con la impronta americana, tenía que ser literario, poético, no solo por la literatura sino por recuperar la idea de lo clásico de la filosofía.

“La filosofía clásica no puede disociarse de una forma poética desde donde se inscribe el concepto, las ideas o lo que venga al pensamiento filosófico. No hay filosofía como un hecho desnudo y eso me parecía importante hacerlo en un contexto donde la literatura se convirtió en la identidad cultural de nuestro continente. Y también porque el libro lo hace a partir de este movimiento que va desde el crepúsculo hacia la aurora.

“Esta forma literaria que toma el crepúsculo como final, pero que llega a la aurora, justificaba de manera sensible y creativa el hecho de hacer esa pregunta de cómo nombrar y pensar desde aquí: ¿qué será para nosotros pensar?, ¿por qué pensar eso que no fue pensado?, ¿cómo pensarlo a través del pensamiento?, sin de ninguna manera poner en desmedro la relación de herencia con Europa sino al contrario, enriquecerla desde otra perspectiva”, finalizó.