Tras la proyección de la cinta, en la última sesión del ciclo Charlas sobre cine y literatura: cine negro mexicano

El lunes 28 de noviembre a las 18:00 en la Sala 4 de la Cineteca Nacional


Dirigida por Alejandro Galindo, Los dineros del diablo (1953) es un thriller urbano que narra la historia de un obrero de una fábrica textil, quien, ante la muerte de su padre, decide trabajar para un gánster para conseguir dinero. La cinta será comentada por el cineasta Jorge Michel Grau (realizador de la película Somos lo que hay en 2010) al término de su proyección, el lunes 28 de noviembre a las 18:00 en la Sala 4 Arcady Boytler de la Cineteca Nacional.

Se trata de la última sesión del ciclo Charlas sobre cine y literatura: cine negro mexicano, organizado por la Coordinación Nacional de Literatura del Instituto Nacional de Bellas Artes en colaboración con la Dirección de Literatura de la Universidad Nacional Autónoma de México y la Cineteca Nacional. Las cortesías se podrán solicitar en la taquilla 5 del recinto cinematográfico.

Tras la proyección de la cinta, en la última sesión del ciclo Charlas sobre cine y literatura: cine negro mexicano

El lunes 28 de noviembre a las 18:00 en la Sala 4 de la Cineteca Nacional


Dirigida por Alejandro Galindo, Los dineros del diablo (1953) es un thriller urbano que narra la historia de un obrero de una fábrica textil, quien, ante la muerte de su padre, decide trabajar para un gánster para conseguir dinero. La cinta será comentada por el cineasta Jorge Michel Grau (realizador de la película Somos lo que hay en 2010) al término de su proyección, el lunes 28 de noviembre a las 18:00 en la Sala 4 Arcady Boytler de la Cineteca Nacional.

Se trata de la última sesión del ciclo Charlas sobre cine y literatura: cine negro mexicano, organizado por la Coordinación Nacional de Literatura del Instituto Nacional de Bellas Artes en colaboración con la Dirección de Literatura de la Universidad Nacional Autónoma de México y la Cineteca Nacional. Las cortesías se podrán solicitar en la taquilla 5 del recinto cinematográfico.



“En Los dineros del diablo, los protagonistas son Roberto Cañedo y Amalia Aguilar. Víctor Parra es el villano. El personaje de Cañedo trabaja en una fábrica textil; es un obrero honrado, honesto, con necesidad de dinero. Por su condición de pobreza se ve involucrado en el mundo delictivo con unos mafiosos que cometerán un asalto a la fábrica donde trabaja”, refirió en entrevista Raúl Miranda López, subdirector de Documentación y Catalogación de la Cineteca.

Durante este ciclo se programaron nueve películas inspiradas en el film noir francés y el cine negro estadunidense –cuyas temáticas se centran en la criminalidad de las grandes ciudades–: Distinto amanecer (1943) de Julio Bracho; Que Dios me perdone (1947) de Tito Davison; El Suavecito (1950) de Fernando Méndez; La otra (1946), La diosa arrodillada (1947), En la palma de tu mano (1950) y La noche avanza (1951) de Roberto Gavaldón, y Cuatro contra el mundo (1949) y Los dineros del diablo de Alejandro Galindo.

“Son grandes obras de la cinematografía de la época de oro del cine mexicano, muy emotivas y en blanco y negro, además de que tienen una estética particular. Muchas de las secuencias de estos filmes se desarrollan en la noche.

“También es un viaje a la Ciudad de México de aquel tiempo, porque son películas en las que hay muchas secuencias que los directores decidieron filmar en la calle. Son particularmente atractivas porque son ricas en cuanto a las personalidades y la psicología de los protagonistas, y nos hablan de un mundo de desesperanza, de fatalidad, de neurosis extrema, donde las circunstancias sociales, políticas y económicas no están del todo equilibradas”.

En el ciclo participaron escritores, cineastas y críticos, quienes, al término de las proyecciones comentaron los largometrajes con el público. “Las películas adquieren muchísimo valor a lo largo de los años y estas particularmente son muy apreciadas.

“Se formó un público. Podemos decir que la gente que ha asistido a las sesiones ha tenido una comprensión más cercana a este tipo de cine, a este estilo cinematográfico, por supuesto, gracias a las reflexiones de los invitados. Se nota que el público es conocedor, porque hace apuntes muy pertinentes. El ciclo Charlas sobre cine y literatura: cine negro mexicano fue exitoso en cuanto a asistentes a la sala, la cual cuenta con 190 butacas y siempre hubo alrededor de 150 personas. Hubo muchas expectativas porque, en realidad, la categoría o la clasificación de cine negro para el cine mexicano es novedosa”.