• El jueves 13 de septiembre a las 19:00 en el Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia

Los relataos de Agosto tiene la culpa del narrador tamaulipeco Ricardo Ancira conforman un mosaico que refleja las diferentes facetas de la realidad mexicana. El jueves 13 de octubre a las 19:00, Héctor Iván González, Dieter Rall y José Antonio Lugo charlarán con el autor en la presentación de este volumen, cuya lectura puede provocar tanto una sonrisa como un gesto de desagrado. La cita es en el Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia, ubicado en avenida Nuevo León 91, colonia Hipódromo Condesa.

José Antonio Lugo señaló en entrevista con la Coordinación Nacional de Literatura del Instituto Nacional de Bellas Artes que los cuentos de Ricardo Ancira siguen la tradición de Jorge Ibargüengoitia, caracterizada por una ironía fina e inteligente con un sentido del humor negro y cáustico que, a su parecer, refleja a la perfección la vida de los mexicanos: “Nuestra realidad es como un poliedro deforme lleno de facetas, y cada una de ellas muestra cosas que no nos gusta ver.

  • El jueves 13 de septiembre a las 19:00 en el Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia

Los relataos de Agosto tiene la culpa del narrador tamaulipeco Ricardo Ancira conforman un mosaico que refleja las diferentes facetas de la realidad mexicana. El jueves 13 de octubre a las 19:00, Héctor Iván González, Dieter Rall y José Antonio Lugo charlarán con el autor en la presentación de este volumen, cuya lectura puede provocar tanto una sonrisa como un gesto de desagrado. La cita es en el Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia, ubicado en avenida Nuevo León 91, colonia Hipódromo Condesa.

José Antonio Lugo señaló en entrevista con la Coordinación Nacional de Literatura del Instituto Nacional de Bellas Artes que los cuentos de Ricardo Ancira siguen la tradición de Jorge Ibargüengoitia, caracterizada por una ironía fina e inteligente con un sentido del humor negro y cáustico que, a su parecer, refleja a la perfección la vida de los mexicanos: “Nuestra realidad es como un poliedro deforme lleno de facetas, y cada una de ellas muestra cosas que no nos gusta ver.

“Ricardo es un maestro del lenguaje; un crítico social devastador; un misántropo que, con su mirada de bisturí y esas palabras, imágenes e historias, muestra el lado pesadillesco que no queremos ver en el espejo. No tiene simpatía por nadie, ni por él mismo, porque en uno de los últimos cuentos él mismo se coloca en el papel de un posible loco que está escribiendo un libro titulado Agosto tiene la culpa”, comentó.

El también editor de este libro señaló que Ancira tiene la agudeza narrativa para colocar a los lectores en una frontera que puede conducir a una extrapolación de sentimientos, desde una carcajada hasta la indignación.

“Me parece de lo más interesante esa combinación, porque si te conduce a la faceta de la depresión, o a la que simplemente se quiere burlar de nosotros mismos y de cómo nos complicamos la vida los mexicanos, no propone ninguna salida. El libro es una sátira que nos lleva a la pesadilla y no sería tan rico sin esta fusión de la carcajada y lo terrible, que es nuestra realidad de todos los días”.

Ricardo Ancira (Tampico, 1955) es profesor de español superior en el Centro de Enseñanza para Extranjeros de la Universidad Nacional Autónoma de México, así como de narrativa francesa del siglo XIX en la Facultad de Filosofía y Letras de la misma institución. En 2001, su cuento Y dios creó los USA™ fue premiado en el Concurso de Cuentos Juan Rulfo. Este relato, que forma parte de Agosto tiene la culpa, cuenta la historia de un mexicano que comete una masacre en Texas.

En este sentido, Lugo refirió: “Todo el tiempo vemos que ocurren masacres así en Estados Unidos. Sin embargo, en el caso del cuento de Ricardo, el protagonista es un mexicano que antes de cometer la matanza se preocupa por sacar dinero del banco y dejárselo a su mamá. Esta combinación del mexicano tierno, preocupado por dejar con dinero a su mamita antes de hacer una masacre es un ejemplo de esa mirada de Ricardo.

“Lo que me maravilla del libro es la amplitud del registro. Estamos muy acostumbrados a tener una literatura cuyo péndulo es muy pequeño. Aquí vemos estos extremos en los cuales se mueve la crítica social de Ricardo. No olvidemos que él es un verdadero maestro de las palabras; es autor de la columna Somos lo que decimos en Este País, en donde hace un trabajo filológico extraordinario.

“Hemos construido escenarios verdaderamente pesadillescos y como es nuestra cotidianidad se nos olvida y pensamos que todo esto que nos rodea es normal. No nos damos cuenta porque hemos perdido la capacidad de criticarnos a nosotros mismos”, finalizó.

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