o   El veracruzano recibió el Premio Bellas Artes de Cuento Infantil Juan de la Cabada 2016, durante la conmemoración de los 30 años del fallecimiento del escritor campechano

o   El acto tuvo lugar este sábado 24 de septiembre en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes

Con una sala repleta se conmemoró al narrador, dramaturgo y periodista, Juan de la Cabada, figura emblemática de las letras mexicanas, quien con su imaginación, ingenio y habilidad como cuentista, nutrió las páginas de diversas publicaciones.

A treinta años de su muerte, su nombre queda para la posteridad en la memoria literaria y además, en el Premio Bellas Artes de Cuento Infantil Juan de la Cabada, que anualmente otorgan de manera conjunta la Secretaría de Cultura federal, el Instituto Nacional de Bellas Artes y la Secretaría de Cultura de Campeche.

o   El veracruzano recibió el Premio Bellas Artes de Cuento Infantil Juan de la Cabada 2016, durante la conmemoración de los 30 años del fallecimiento del escritor campechano

o   El acto tuvo lugar este sábado 24 de septiembre en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes

Con una sala repleta se conmemoró al narrador, dramaturgo y periodista, Juan de la Cabada, figura emblemática de las letras mexicanas, quien con su imaginación, ingenio y habilidad como cuentista, nutrió las páginas de diversas publicaciones.

A treinta años de su muerte, su nombre queda para la posteridad en la memoria literaria y además, en el Premio Bellas Artes de Cuento Infantil Juan de la Cabada, que anualmente otorgan de manera conjunta la Secretaría de Cultura federal, el Instituto Nacional de Bellas Artes y la Secretaría de Cultura de Campeche.

 

El ganador de esta edición del certamen fue Jorge Arturo Arroyo Rodríguez, por su obra Cuentos de niña agua.

El acto tuvo lugar en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, con la participación del secretario de Cultura de Campeche, Delio R. Carrillo Pérez; la jefa del departamento de literatura del Fondo de Cultura Económica, Adriana Romero; la escritora Silvia Molina, y la académica María Eugenia Negrín, quienes además recordaron a Juan de la Cabada, un hombre de letras que hizo del lenguaje una fiesta.

“Hablar de Juan es hablar de Campeche. Más allá de su calidad narrativa, en él estaba de manifiesto su gente, sus lugares, la vida misma de los mexicanos", indicó el titular de la Secretaría de Cultura de dicha entidad.

“Nos sentimos muy orgullosos de contribuir a su recuerdo y a su pervivencia como una gran narrador mexicano. Su obra fue riquísima, diversa y abundante, versátil como su vida misma. Fue obrero, contratista, guionista de cine, periodista, docente y revolucionario", agregó.

En su intervención, Adriana Romero expresó: “Es un autor cuya obra en lo local, resulta universal, con una obra marcada por su inclinación por los pueblos indígenas, en particular por la cultura maya e inspirado en la tradición oral de México. Sus textos, sin dejar de lado el sentido social, son sumamente imaginativos, pues en ellos lo natural se vuelva sobrenatural”.

Señaló que en su obra literaria, lo real y lo fantástico convergen, y varias narraciones del autor no podrían concebirse sin su interés por la cosmogonía maya, por lo que el Fondo de Cultura Económica ha tenido a bien la reedición de algunos títulos del autor campechano, como El duendeLa tierra en cuatro tiempos (Ida y vuelta)¡…Y esta noche que no acaba!Pasados por agua.

Por su parte, Silvia Molina recordó a Juan de la Cabada como un hombre “inteligente y memorioso, divertido e irónico”. También apuntó que su literatura se volvió universal y que “al extraordinario cuentista, al narrador oral y escrito, podemos sumar el luchador por un país justo y equitativo, su militancia y su escritura se dan a un tiempo, en esto consiste su extemporaneidad, la de ser un verdadero escritor, ser un hombre que comprendió al hombre”.

 

Entre historias y anécdotas de la vida del autor, María Eugenia Negrín compartió con los asistentes que “el oficio de escritura para Juan, era casi sublime”, también señaló las diferentes facetas creativas que transitó y cómo hizo extensiva su creación como guionista de cine, al lado de figuras como Luis Buñuel.

Visiblemente conmovido, Jorge Arturo Arroyo Rodríguez señaló: “Mi obra nació como un proyecto de pequeñas ideas que fueron tomando forma, como cuando se arma un rompecabezas. Con esto y sin ninguna pretensión, me honra asomarme a la vereda que señaló el maestro Juan de la Cabada, con su intención de difundir nuestra cultura, asomarse a su fantasía y no dejarla morir”.

Refirió que la historia ganadora tiene cuentos que llevan un paralelismo entre el protagonista y su vida, “persiguiendo un sueño hasta alcanzarlo, y me honra dedicarlo a una persona que ya no está aquí, mi madre”.

El escritor, originario de Coatzacoalcos, Veracruz, dijo sentirse  muy emocionado, “es un sueño realizado y un honor, por el gusto de compartir lo que trabajé, que se dé a conocer parte de nuestra cultura antigua, yo pretendí hacerlo a través de una historia para niños”.

Este premio condensa varios años de labor y dedicación a las letras, agregó, “y  significa el reconocimiento a mi trabajo, a un esfuerzo de mucho tiempo, la gratificación de ver realizado un trabajo que fue de  investigación y soltar mi imaginación”, a través del cuento, “una brecha que no tiene fin, cuando uno tiene que decir busca esta manera de expresarse”, concluyó.