- El filósofo, músico y humanista impartió la conferencia Shakespeare. Una mirada a su teatro en la Capilla Alfonsina
Después de la gran tradición griega, William Shakespeare “es el más grande dramaturgo que ha existido”, porque su obra se convirtió en “un fenómeno grandioso en la historia del universo”, afirmó Eugenio Martínez Chávez en la conferencia magistral Shakespeare. Una mirada a su teatro, que se realizó el viernes pasado en Capilla Alfonsina para recordar los 400 años de la muerte del bardo inglés.
El humanista, músico, director, compositor, musicólogo y profesor de técnica vocal señaló que Shakespeare, además de establecer una visión muy profunda de los personajes escénicos, “fue capaz de plantear una serie de múltiples historias en una sola línea argumental de manera precisa”.
- El filósofo, músico y humanista impartió la conferencia Shakespeare. Una mirada a su teatro en la Capilla Alfonsina
Después de la gran tradición griega, William Shakespeare “es el más grande dramaturgo que ha existido”, porque su obra se convirtió en “un fenómeno grandioso en la historia del universo”, afirmó Eugenio Martínez Chávez en la conferencia magistral Shakespeare. Una mirada a su teatro, que se realizó el viernes pasado en Capilla Alfonsina para recordar los 400 años de la muerte del bardo inglés.
El humanista, músico, director, compositor, musicólogo y profesor de técnica vocal señaló que Shakespeare, además de establecer una visión muy profunda de los personajes escénicos, “fue capaz de plantear una serie de múltiples historias en una sola línea argumental de manera precisa”.
Otro aspecto interesante del escritor británico “es que su visión del teatro es precisamente una visión desde el teatro”, lo cual significa que “fue un hombre que vivió en las tablas: escribió, actuó, dirigió y produjo, entonces estaba totalmente empapado en el negocio del teatro”.
El también especialista en canto gregoriano y polifonía apuntó que Shakespeare entra en la misma línea genial del compositor alemán Johann Sebastian Bach. “Ambos personajes, en sus respectivas disciplinas, establecieron la cima de lo que creció antes que ellos. Bach tomó elementos de múltiples afluentes, como son la tradición organística y el estilo italiano, y Shakespeare empezó por nutrirse evidentemente de los clásicos del teatro, como los griegos, latinos y sus coetáneos”, explicó.
Añadió que tanto Bach como Shakespeare llevaron la creación literaria y musical hacia nuevas perspectivas. “Shakespeare, por ejemplo, abarcó todos los espectros de la naturaleza humana y múltiples formas de narrar escénicamente, de modo que si queremos escribir y seguir haciendo teatro miramos hacia él. Así podemos entender, educarnos y ampliar nuestra visón creativa y de ejecución en el escenario”.
Martínez Chávez, fundador de la Sociedad Musical Francisco López y Capillas, así como de los ensambles Ludimagistri, 1.6 y la Schola Cantorum Quis Ut Deus, comentó que la magia de la obra shakesperiana radica en que “puede herir la sensibilidad e imaginación de la sociedad que le hace eco”.
Dijo además que “Shakespeare tuvo la fortuna de contar con características intelectuales y emocionales que le hicieron tener una capacidad de creación superior a la de otros grandes creadores teatrales de su tiempo”.
El también filósofo con especialidad en la tradición aristote?lico-tomista agregó que a cuatro siglos de su muerte, el dramaturgo inglés sigue llamando la atención de los hombres y mujeres del siglo XXI.
“A los dramaturgos les dice cómo hacer teatro y cómo escribir para esta disciplina, y a los lectores les abre una dimensión del autoanálisis, porque lo que sucede en el escenario, en manos de Shakespeare, Lope de Vega o Esquilo, es la radiografía de nuestra propia naturaleza. Entendemos lo que les pasa a los personajes y entendemos que es un planteamiento de seres vivos porque puede sucedernos a cualquiera de nosotros”, aseguró.
“Seguimos reflexionando la naturaleza humana, aprendiendo de lo que ellos descubrieron de la misma manera, es decir planteando arquetipos, y nosotros al leerlos nos llenamos de entusiasmo por saber precisamente que somos parte de un fenómeno grandioso en la historia del universo”, dijo finalmente el también director escénico, dramaturgo y maestro de actuación.