- Antología de sus mejores cuentos
- Participarán Alberto Chimal, Mónica Maristain y la autora
- El martes 22 de marzo a las 19:00 en el Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia; entrada libre
“Detrás de la aparente cotidianidad de estos cuentos, de sus personajes familiares o absurdos, una fuerza extraña late oculta tras la trama y deja una vaga sensación de fracaso. No es la muerte –presente en muchos de sus cuentos–, ni la pérdida, ni el dolor. Es una amenaza mucho más alarmante: la fuerza extraña late en los cuerpos”, describe Samanta Schweblin en la contraportada de este libro, que integra lo más sobresaliente de Ana María Shua, como algunos cuentos de su primer volumen, Los días de pesca, entre ellos Amanecer de una noche agitada y Los días de pesca.
- Antología de sus mejores cuentos
- Participarán Alberto Chimal, Mónica Maristain y la autora
- El martes 22 de marzo a las 19:00 en el Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia; entrada libre
“Detrás de la aparente cotidianidad de estos cuentos, de sus personajes familiares o absurdos, una fuerza extraña late oculta tras la trama y deja una vaga sensación de fracaso. No es la muerte –presente en muchos de sus cuentos–, ni la pérdida, ni el dolor. Es una amenaza mucho más alarmante: la fuerza extraña late en los cuerpos”, describe Samanta Schweblin en la contraportada de este libro, que integra lo más sobresaliente de Ana María Shua, como algunos cuentos de su primer volumen, Los días de pesca, entre ellos Amanecer de una noche agitada y Los días de pesca.
Justamente con el anterior título comenzó una trayectoria que ha dejado a su paso más libros de relatos, como Viajando se conoce gente (1988), Como una buena madre (2001) y Que tengas una vida interesante (2009), además de sus libros de poesía, novelas e incursiones en el terreno de la literatura infantil.
En los cuentos de Ana María Shua late una influencia difícil de ignorar. Ella misma ha dicho que en Argentina nadie se pregunta por qué se escriben cuentos fantásticos, ya que es lo más natural en la tradición rioplatense.
“Los cuentos de Ana María Shua son dignos herederos de esta tradición, desde lo real y lo fantástico conviven ya sin recelo”, señala Schweblin en su texto, y como ejemplo menciona los relatos Octavio el invasor o Vida de perros. Pero la pluma de Shua también se dirige hacia lo realista con cuentos como La columna vertebral o Una sesión de tomas.
“Pero es en esos límites –en esta línea fina entre lo real y lo fantástico– donde prospera también lo más extraño y exquisito, adonde Ana María Shua luce su narrativa más fructífera”, asevera Schweblin. En Contra el tiempo el lector se encontrará con relatos que oscilan entre la realidad, el sueño y la pesadilla; entre lo cotidiano, lo real y lo fantástico, o también entre el humor, el absurdo y la ironía más cruel.