- El próximo viernes 18 de marzo a las 19:00 en el Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia
Con la premisa de que un escritor se construye a partir de las lecturas que hace de otros autores, Fernando de León (Guadalajara, 1971) tejió una novela en la que Oser Serón, personaje principal de la obra homónima, se fusiona con literatos mexicanos como Juan Rulfo, Juan José Arreola y Francisco Tario.
Fragmentos de dicho texto, que colocan al lector entre espectros y literatura, serán leídos por su autor el viernes 18 de marzo a las 19:00 en el Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia.
- El próximo viernes 18 de marzo a las 19:00 en el Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia
Con la premisa de que un escritor se construye a partir de las lecturas que hace de otros autores, Fernando de León (Guadalajara, 1971) tejió una novela en la que Oser Serón, personaje principal de la obra homónima, se fusiona con literatos mexicanos como Juan Rulfo, Juan José Arreola y Francisco Tario.
Fragmentos de dicho texto, que colocan al lector entre espectros y literatura, serán leídos por su autor el viernes 18 de marzo a las 19:00 en el Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia.
“Oser Serón es un narrador que todo el tiempo le habla al lector y lo orilla a que escuche su historia secreta como autor y como bibliófilo. En realidad lo obliga a que lea cuentos de otros, que en realidad no son de otros, son parte de este mismo juego”, comentó Fernando de León.
El cuentista y ensayista explicó que esta novela surgió de un proyecto que consistía en escribir textos que pasaran por apócrifos de tres autores que admira: Juan Rulfo, Juan José Arreola y Francisco Tario. “Supongo que la admiración es una forma de conexión entre las personas. De ese proyecto original surgió la voz sepulcral de Oser Serón, que también es una voz de alguien con cierto grado de amargura y de necesidad de reconocimiento”.
Y agregó: “Todo el libro tiene qué ver con el juego del apócrifo, de hacer pasar por verdadero algo que no lo es. Muchas historias de varios autores están llenas de estos momentos. A mí siempre me ha interesado y conmovido hasta cierto punto cómo un escritor se apasiona tanto que puede, por un lado, permitir que otros firmen sus obras, o querer hacer pasar un cuento propio como el de alguien más, como una especie de homenaje secreto”.
En la contraportada de Oser Serón, el narrador y articulista Jorge F. Hernández escribió que las anécdotas que se relatan en la novela nadie sabría verificarlas aunque giran en torno de nombres conocidos.
El autor Fernando de León indicó que “Breve diario de un amor perdido(1951) es un libro que Francisco Tario realizó después de un romance fugaz que tuvo en Michoacán con una chica a la que parece que amó profundamente pero, como también amaba a su esposa, entró en conflicto. La nostalgia de este texto se me hizo tan emocionante que fue el episodio perfecto para que el personaje, Oser Serón, se metiera y filtrara un documento que se iba a encontrar la supuesta amante de Tario. De esta forma da pie al malentendido en el que también participa, a manera de ficción, Edmundo Valadés”.
Para concluir, De León dijo que la lectura de Oser Serón es una gran oportunidad para conocer la novela y para charlar sobre los temas que surgen de ella, como el de los plagios y los apócrifos.
“No solo está el asunto de la lectura, sino que además puedo platicarles un poco sobre cómo se fue gestando esta obra, y que los lectores vean lo que empezó y lo que quedó. Es mucho más entrañable estar cara a cara con un lector que en el asunto metafísico del libro”.
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