Desde agosto de 2008,  el Instituto nacional de Bellas Artes, por conducto de la Coordinación Nacional de Literatura, lleva a cabo este ciclo, cuyo propósito es crear un puente entre los lectores y los autores noveles de distintos puntos del país, con el objetivo de impulsar la producción literaria.

En las actividades del ciclo —las cuales se han efectuado en las salas Manuel M. Ponce y Adamo Boari del Palacio de Bellas Artes— se han dado cita plumas jóvenes, entre las que se incluyen poetas, narradores, ensayistas y dramaturgos, a fin de ofrecer una lectura de su obra. En cada una de estas sesiones, los acompaña algún autor consagrado, quien hace comentarios acerca de los textos leídos. Asimismo, se brinda al público la oportunidad de hacer preguntas e intercambiar ideas con los escritores, lo cual enriquece el diálogo lector-autor.

Desde agosto de 2008,  el Instituto nacional de Bellas Artes, por conducto de la Coordinación Nacional de Literatura, lleva a cabo este ciclo, cuyo propósito es crear un puente entre los lectores y los autores noveles de distintos puntos del país, con el objetivo de impulsar la producción literaria.

En las actividades del ciclo —las cuales se han efectuado en las salas Manuel M. Ponce y Adamo Boari del Palacio de Bellas Artes— se han dado cita plumas jóvenes, entre las que se incluyen poetas, narradores, ensayistas y dramaturgos, a fin de ofrecer una lectura de su obra. En cada una de estas sesiones, los acompaña algún autor consagrado, quien hace comentarios acerca de los textos leídos. Asimismo, se brinda al público la oportunidad de hacer preguntas e intercambiar ideas con los escritores, lo cual enriquece el diálogo lector-autor.

 

La presencia de escritores con mayor trayectoria en este ciclo resulta una ocasión invaluable para los creadores que comienzan su camino, pues permite que haya un contacto entre ellos y quienes son susceptibles de apreciar su trabajo, el gran público. 

Los participantes de Nuevas voces de la literatura mexicana empiezan a publicar en sus respectivos estados y también hacen circular sus textos a través de la blogósfera y otros espacios relacionados con las nuevas tecnologías. Viven en un país diverso, con experiencias cotidianas, preocupaciones y problemáticas distintas, todo lo cual los impulsa a buscar nuevos estilos y medios de expresión que les permitan comunicar su visión de un mundo cada vez más cambiante en lo social, político, económico y cultural.

Sobre los participantes

Ruy Feben estudió Comunicación en la Universidad Iberoamericana (UIA). Ha publicado en Guardagujas, suplemento literario de La Jornada Aguascalientes y en Muestrario, revista literaria de la UIA, así como en decenas de blogs. Actualmente es editor de reportajes en la revista Chilango, termina su primer libro de microficciones (que se puede leer en http://elclaxon.arts-history.mx) y escribe su primera novela.

Orfa Alarcón es egresada de la UANL, donde estudió Letras Españolas. Fue becaria del FONCA en el programa Jóvenes Creadores, emisión 2007-2008. Sus textos han sido publicados en varias revistas y antologías. Actualmente se dedica a la edición y a la escritura. Es autora de la novela Perra brava.

Sus recuerdos inútiles están en la red: http://edilbertoaldan.blogspot.com/

Eugenia Robleda es egresada de la Escuela de Escritores de la Sogem. Ha sido parte de los equipos editoriales de INBA y de revistas como 24 por segundo y Cinemanía. El Fondo Editorial Tierra Adentro publicó su primer libro de cuentos: Bosque dorado teñido de sangre.

Obra

Edilberto Aldán

Entomología

Dios existe y se ocupa de cosas importantes: a mano traza sobre el cuerpo de los insectos diferencias definitivas para que ninguno de ellos sea exactamente igual al otro. El trabajo divino se encuentra a simple vista en la coloración de algunas especies, momentos sublimes de este empeño son el tornasol metálico del caparazón del escarabajo del trigo, las transparencias añil en las alas de la libélula o el lomo atigrado del piojo de los libros.

La mosca, sabedora de la obsesión que asalta la voluntad divina, frota sus patas mientras observa displicente la vehemencia de los rezos con que intentamos distraer la atención de ese artista dedicado.

Artesano

Entonces dijo: Hagámoslo a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra.

No encontrando espejo alguno donde cotejar la semejanza con su imagen, moldeó a ciegas.

Voz

Ahora es mi turno. Le entrego un muerto por cada ocasión en que desestimó mis llamados, la cabeza de un enemigo por las veces que pedí su ayuda y me devolvió silencio.

Cabalgo entre hileras descompuestas de hombres sin valor que intentan huir de mi espada, que oscila de un golpe mortal a otro, que no se detiene ante los gritos de clemencia.

Una voz ocurre en mi cabeza y ruega que no siga, que me detenga. No la atiendo, gozo pensando: esta es mi ofrenda, que Dios sienta lo mismo que yo cuando le rezaba.

Eugenia Robleda

Fragmento del cuento “Regálame un día”

Tengo visiones de sangre, muertes violentas suceden a mi alrededor, sólo porque yo camino entre los mortales; visiones de sangre que resbala por los hombros, sólo porque yo deseo que así sea; visiones de sangre que bañan los cuerpos aún con vida, sólo porque yo purifico los pecados; visiones de sangre que no me dejan descansar: me empujan, me desgarran; visiones de sangre ante una creación maculada que me colman, me paralizan, llenan mis horas y mis días. Hombres, mujeres, ancianos, sus cuerpos caen pesadamente, llenos de pecados, de culpas, de excrementos; sólo son un saco de gangrena, úlceras infectadas, pústulas amarillentas, vísceras pestilentes, una jaula para insectos, libélulas, avispas, mantis; sólo son un mazacote de palabras envenenadas, de insultos, mentiras, intenciones torcidas, lujuriosas, desgastadas, siempre las mismas y siempre se resumen en dolor, en el sufrimiento de los débiles; los inocentes son pervertidos, transformados, apartados de la palabra divina, de la dicha de la penitencia, de la gloria del arrepentimiento, Dios se alegra más por un pecador arrepentido que por un justo perenne, su error es extraviar la ruta, se hunden en la repugnante perdición y ya no regresan, se alejan para siempre de la santidad, infectan al rebaño, riegan su podredumbre, merecen ser detenidos, acompañar a Satanás en su caída, ensanchar el estiércol del averno . Yo los cazaré, reduciré su número, purificaré al rebaño. No soy un ángel exterminador, soy la mano de Dios.