*** Este miércoles 25 de agosto de 2010, a las 19:00 horas, en la Sala Adamo Boari del Palacio de Bellas Artes.

Michoacán tiene la palabra. El cuento, la poesía, ensayo y el relato de humor negro son las expresiones literarias que convergen en los títulos ganadores de los Premios Michoacán de Literatura 2009; obras que serán presentadas por sus autores con el apoyo de Conaculta y el Instituto Nacional de Bellas Artes, en la Sala Adamo Boari, del recinto de mármol.

Jorge Degetau Sada, Ernesto Hernández Doblas, Francisco Javier Larios y Óscar Quevedo pertenecen una notable pléyade de escritores que arribarán a la ciudad de México para presentar y comentar sus libros con el público asistente,  así como para intercambiar reflexiones acerca de la experiencia y el oficio literario, en compañía de Juan García Chávez, Jefe del departamento de ediciones de la Secretaría de Cultura de Michoacán, como moderador de la mesa.

*** Este miércoles 25 de agosto de 2010, a las 19:00 horas, en la Sala Adamo Boari del Palacio de Bellas Artes.

Michoacán tiene la palabra. El cuento, la poesía, ensayo y el relato de humor negro son las expresiones literarias que convergen en los títulos ganadores de los Premios Michoacán de Literatura 2009; obras que serán presentadas por sus autores con el apoyo de Conaculta y el Instituto Nacional de Bellas Artes, en la Sala Adamo Boari, del recinto de mármol.

Jorge Degetau Sada, Ernesto Hernández Doblas, Francisco Javier Larios y Óscar Quevedo pertenecen una notable pléyade de escritores que arribarán a la ciudad de México para presentar y comentar sus libros con el público asistente,  así como para intercambiar reflexiones acerca de la experiencia y el oficio literario, en compañía de Juan García Chávez, Jefe del departamento de ediciones de la Secretaría de Cultura de Michoacán, como moderador de la mesa.

Las obras que darán a conocer son: Inventar París, de Ernesto Hernández Doblas, ganador del Premio de Poesía “Carlos Eduardo Turón”; El mar boca arriba, de Óscar Quevedo, Premio de Cuento “Xavier Vargas Pardo;  Nombres propios, de Jorge Degetau Sada, ganador del XV concurso de cuento de humor negro y La poética de José Gorostiza y un modelo de interpretación de “Muerte sin fin”, del escritor Francisco Javier Larios, Premio de Ensayo “Maria Zambrano”.

Títulos editados bajo el sello de la Secretaria de Cultura de Michoacán que divulgan este corpus de escritores sobresalientes, quienes se abren paso en el pabellón de las letras mexicanas.

Las obras

 Inventar París, de Ernesto Hernández Doblas --autor de los libros de poesía: Bitácora clandestina, Oscura luz, Lugar de muertos y Museo de musas--, construye con  “Pórtico”, “Réquiem”, “Testamento” y “Refugio”, la poética sostenida en la invención de una ciudad y sus adentros; en ella dibuja una línea discursiva que clama a la noche, a la consagración de la última palabra dicha, envuelta en un réquiem de los vicios de solitarios y el canto de diosas paganas.

   

Por su parte, en La poética de José Gorostiza y un modelo de Interpretación de “Muerte sin fin”, el poeta, narrador y filósofo Javier Larios,  presenta un estudio para abordar el poema “Muerte sin fin”, de José Gorostiza, que a lo largo de la historia no ha agotado su sentido y en cambio ha multiplicado sus variantes de interpretación.  

Javier Larios introduce al lector a la formación de la figura poética del escritor mexicano José Gorostiza, el padrinazgo de Ramón López Velarde, así como el recuento de sus influencias por el modernismo y la proyección que significó su nombre sobre el pensamiento filosófico de su época en el proyecto cultural del vasconcelismo.

De la misma forma, el autor del volumen de ensayos Bataille: un místico profano, sitúa al poeta entre la tradición y la vanguardia, y lo define como el miembro que goza de mayor prestigio por su riguroso análisis crítico y labor metódica. 

El escritor Óscar Quevedo presenta en El mar boca arriba, el rumor incontenible del mar y la gente pasando alrededor como el común denominador de treinta cuentos que se despliegan por el misterio y las dimensiones del océano, sus incógnitas y naufragios cotidianos y citadinos. Entre los títulos que se abrevan de este volumen se encuentran: “Isla seis por seis”, “De noche”, “Anoche la lluvia se quebraba” y “Reinventar la madrugada”.

Esta obra es un conjunto de relatos, disímiles entre sí, que gozan de variedad de temas, en los que gracias a su estructura y  tratamiento casi poético, cada uno de ellos mantiene un nivel de tensión constante hasta el final de los breves relatos. Cuentos que recrean el andar de los hombres que van de paso, de la gente que nada en sus huellas, de un hombre que hace del mar una cama donde recuerda lo insostenible de una historia de arena.

Nombres propios, plaquette de Jorge Degetau Sada, da comienzo con una breve nota aclaratoria al cuento: “Basada en dos historias reales por lo que debe ser doblemente verdadera”. De esta forma el autor de Nombres propios introduce al lector con sencillez a la vida de Juan y Severiano Pérez Vizcaíno, a quien se le atribuyen dos personalidades.

En Nombres propios se presiente la atmósfera de un momento de la Revolución Mexicana; Jorge Degetau acomete con humor y destreza a la fragilidad de la genealogía familiar y muestra con soltura un compendio de nombres raros y dibuja los alrededores de un lugar en los que al meterse el sol se callaba el viento, un sitio donde se escucha el chasquido de las balas apáticas y ciegas, al tiempo del traqueteo de los balazos que mantenían despierto a ese pequeño pueblo que esconde dobles sentidos.