El Instituto Nacional de Bellas Artes lamenta el sensible fallecimiento del escritor, periodista y abogado Héctor Gamboa Quintero, quien murió el viernes 22 de octubre de 2010, a los 76 años de edad, en el hospital de la Secretaría de Salud de Tepic, Nayarit, víctima de una neumonía agravada por un infarto.
Gamboa Quintero, ganador del Premio Nayarit de Periodismo en 2003, fue considerado por la crítica como una carta visible en la actividad literaria del país, prueba de ello es la traducción de algunos de sus libros al inglés y su constante colaboración ensayística en medios nacionales y locales.
El Instituto Nacional de Bellas Artes lamenta el sensible fallecimiento del escritor, periodista y abogado Héctor Gamboa Quintero, quien murió el viernes 22 de octubre de 2010, a los 76 años de edad, en el hospital de la Secretaría de Salud de Tepic, Nayarit, víctima de una neumonía agravada por un infarto.
Gamboa Quintero, ganador del Premio Nayarit de Periodismo en 2003, fue considerado por la crítica como una carta visible en la actividad literaria del país, prueba de ello es la traducción de algunos de sus libros al inglés y su constante colaboración ensayística en medios nacionales y locales.
Quien fuera coordinador de la Editorial La Rosa Blindada, escribió diversos libros de ensayo y novela, entre los que destacan El fideicomiso mexicano (1977), El pícaro refrán (1981), Ocho fábulas criminales (1981), Así fue (1984), Picafranes sonámbulos (1985) y Antología de literatos suicidas (1985).
Bajo este sello editorial publicó los libros: La mosca (1989), Breve historia de Licaon, hombre lobo poeta (1994), Donde el frijol se enreda a la caña (1998), Redes (1999), El regreso (1999), Hotel Durero (2000), Va de nuez (2002), Las malas costumbres (2002) y Confesiones de un ladrón (2003). Sus últimos libros fueron: La Nao de Noé (2005) y Yo, Aztlán (2007), una autobiografía novelada. Precisamente, en el capítulo « Cementerio » de dicha novela, el autor escribió: “Finalmente el epitafio es voz para los que en vida, no dijeron lo suficiente…”. Sin embargo Gamboa dijo en vida palabras justas e importantes y promovió la inteligencia con el periodismo, defendió la imaginación en su narrativa e hizo valer la palabra como abogado.
Héctor Gamboa se licenció como abogado en la Universidad Nacional Autónoma de México; se distinguió con su trabajo en diferentes dependencias a nivel federal y en el ámbito estatal, colaboró con el gobierno del Estado de México y fue Jefe de Asesores de la Secretaría General del Gobierno de Nayarit.
Originario de Acaponeta, la misma tierra de su entrañable amigo, el poeta Alí Chumacero, con quien disfrutó de intensas conversaciones. Fue profesor titular de las cátedras de Filosofía y Sociología en la escuela preparatoria número 3 y asesor del H. Congreso del Estado de Nayarit.
Sus restos ya en Acaponeta, en la funeraria El Nayarit y hoy, a las 17:00 horas, se le rendirá un homenaje en la Casa de la Cultura Ali Chumacero.
Mañana, domingo 24 de octubre, a las 11:00 horas, se le oficiará misa de cuerpo presente en el Templo de la Asunción y sus restos serán guardados en el Panteón Municipal.