*** Grandes maniobras en miniatura, nuevo libro del poeta se presentará en Bellas Artes.
*** “La poesía combate los lugares comunes que nos condenan a una realidad sin matices”, opinó.
Con su nuevo libro, Grandes maniobras en miniatura, el poeta Eduardo Casar combate la dictadura del lugar común que nos condena a presenciar una realidad plana y sin matices. Poeta, ensayista, promotor cultural y académico, Eduardo Casar, presentará su más reciente creación el domingo 29 de mayo a las 12:00 horas en la sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes. La presentación estará a cargo de Aurora Piñeiro, Fernando Fernández, Pablo Boullosa y del autor.
Con su poemario Grandes maniobras en miniatura, Eduardo Casar obtuvo el Premio Internacional del Bicentenario Sor Juana Inés de la Cruz. Quizá la principal cualidad del nuevo libro de Eduardo Casar es la deslumbrante agilidad del lirismo que logra mezclar la sencillez de lo cotidiano con un cúmulo de referencias cultas. Referencias a la geometría, los estudios literarios y el cine coexisten con la niñez, la digestión, el mar y la cerveza en el café de la esquina, todo ello gracias a la lúdica erudición del poeta.
*** Grandes maniobras en miniatura, nuevo libro del poeta se presentará en Bellas Artes.
*** “La poesía combate los lugares comunes que nos condenan a una realidad sin matices”, opinó.
Con su nuevo libro, Grandes maniobras en miniatura, el poeta Eduardo Casar combate la dictadura del lugar común que nos condena a presenciar una realidad plana y sin matices. Poeta, ensayista, promotor cultural y académico, Eduardo Casar, presentará su más reciente creación el domingo 29 de mayo a las 12:00 horas en la sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes. La presentación estará a cargo de Aurora Piñeiro, Fernando Fernández, Pablo Boullosa y del autor.
Con su poemario Grandes maniobras en miniatura, Eduardo Casar obtuvo el Premio Internacional del Bicentenario Sor Juana Inés de la Cruz. Quizá la principal cualidad del nuevo libro de Eduardo Casar es la deslumbrante agilidad del lirismo que logra mezclar la sencillez de lo cotidiano con un cúmulo de referencias cultas. Referencias a la geometría, los estudios literarios y el cine coexisten con la niñez, la digestión, el mar y la cerveza en el café de la esquina, todo ello gracias a la lúdica erudición del poeta.
Sobre este procedimiento poético, Eduardo Casar refiere en entrevista que su intención inicial no fue dar a los poemas este carácter lúdico, sino que ello fue el resultado de la necesidad de librar a su poesía de los lugares comunes, pues contra ellos, la mejor arma es recrearlos desde el humor.
“Algunos de los poemas del libro toman ese giro lúdico, sobre todo cuando me encuentro con lugares comunes, pues pienso que el humor es uno de los grandes antídotos o anticuerpos para combatirlos. Los lugares comunes nos crean una gran inercia en la vida, hacen que percibamos nuestra propia realidad sin matices. Creo que la literatura, los poemas, son una manera de proclamar la necesidad de los matices, de la complejidad de las cosas simples”, explicó el poeta.
Desde su título, Grandes maniobras en miniatura es una poemario donde el concepto de lo mínimo se hace presente, pues algunos de los poemas que lo componen se forman por apenas unos pocos versos, aunque cargados de una densidad poética singular, como en la serie dedicada a los espejos, uno de los cuales dice: “El espejo no sabe/ como mirar de frente/ si lo miran de lado”.
Al deleitarse en esta poética de la miniatura que propone Eduardo Casar, es inevitable la mención de los poemínimos de Efraín Huerta. Y aunque el autor advierte que no su intención hacer poemínimos, sí identifica un punto de diálogo con Huerta en la lucha contra el lugar común.
Los poemínimos de Huerta, nos explicó Casar, son sobre todo una desviación de los lugares comunes: “Supongamos que el lugar común es como un fémur, entonces el poemínimo de Huerta ejerce presión sobre el hueso, para que la fractura expuesta haga ver todo lo común de algunas frases, las cuales aprovecha y las reinventa.” En mi caso, señaló el autor, “fui haciendo una serie de imágenes cortas que tenían más o menos el mismo tema”.
Eduardo Casar ha sido durante 36 años catedrático en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, especialmente de teoría literaria. Tal experiencia, considera, más allá de anquilosar su obra poética la ha enriquecido porque le ha dado la posibilidad de acercarse al fenómeno literario desde ambos lados: la teoría y la práctica.
“No me estorba la teoría literaria al momento de escribir poemas, porque no pienso que la teoría literaria sea una especie de recetario, sino que es una especie de reflexión, de comentario, o una generalización para llegar a criterios comunes sobre la literatura. Al contrario, la reflexión sobre la lengua y la literatura me ha dado más temas para mis poemas y, por otro lado, como escritor, al conocer el lado interno del proceso de creación, puedo explicar mejor las cuestiones de este proceso en mis clases de la facultad”, explicó.
Una muestra de la productiva simbiosis teoría-creación, lo tenemos en el poema que reza: “Cuidado…/ que ella tiene/ un hermoso fonema/ bilabial escondido”.
Grandes maniobras en miniatura está poblado profusamente por imágenes, ello es resultado, no necesariamente de una especial afición al cine, como la mención de la cinta El resplandor hace pensar, sino, como explica Eduardo Casar, de la búsqueda de la imagen literaria, la cual es diferente en su naturaleza a la imagen poética.
“La imagen literaria es más bien una imagen conjetural, que hace nuestra imaginación, que se llama imagen más bien por flojera, pero que en realidad debería llamarse algo así como imaginaciones, pero son muy distintas. Lo que pasa es que todos nosotros, nuestros lectores, somos personas ya cultivadas en una cultura excepcionalmente cinematográfica y visual, por ello, si algo sale en el libro de cuestiones visuales o cinematográficas es por el contexto cultural en el que estamos, por la fuerte presencia del cine en nuestras vidas”, advierte.
Eduardo Casar (Ciudad de México, 1952) es ensayista, narrador y poeta. Doctor en Letras, profesor de la FFyL de la UNAM y de la Escuela de Escritores de la SOGEM. Conductor de los programas culturales Voces interiores (radio) y La dichosa palabra (televisión).
Colaborador de Excélsior, La Jornada, México en el Arte, Plural, Punto de Partida, Revista Universidad de México, y Siempre!. Becario del INBA en 1976. Premio Nacional de Ensayo Literario José Revueltas 1976 por La producción literaria de Revueltas en su contexto histórico (en colaboración con Silvia Durán Payán, Carlos Muciño y Armando Pereira).
Su obra poética se haya reunida en los libros Noción de travesía, (1981); Son cerca de cien años (1989); Caserías (1993); Mar privado (1994); Habitado por dioses personales (2006); Parva Natura (2006). Es autor de la novela Amaneceres del Husar (1996) y del guión de la película Gertrudis Bocanegra. También ha incursionado en el ensayo con el libro Palabras de exilio (colectivo) y en la literatura infantil con Las aventuras de Buscoso Busquiento (en colaboración con Alma Velasco, 1994).