*** El académico participa en el ciclo Cuestiones alfonsinas, este martes 27 de septiembre
*** “En Visión de Anáhuac (1519) (Alfonso Reyes) ofrece desde la estética la clave de la concordia nacional”, afirma el catedrático
Como parte del ciclo Cuestiones alfonsinas, organizado por la Coordinación Nacional de Literatura del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), el doctor Anthony Stanton ofrecerá una conferencia sobre el texto Visión de Anáhuac (1519), obra fundamental dentro de la vasta obra de Alfonso Reyes, el próximo martes 27 septiembre a las 18:00 horas en la Capilla Alfonsina, ubicada en la calle Benjamín Hill 122 colonia, Hipódromo Condesa, con entrada libre.
Con motivo del centenario de la ópera prima de Alfonso Reyes, Cuestiones estéticas, la Coordinación Nacional de Literatura del INBA ha preparado el ciclo Cuestiones alfonsinas, en el cual, diversos escritores e investigadores se acercan a los temas desarrollados en esta obra en particular y al trabajo de toda la vida de uno de los intelectuales más representativos de la cultura mexicana del siglo XX.
En esta ocasión, Anthony Stanton analizara la obra Visión de Anáhuac (1519), obra escrita por Alfonso Reyes en Madrid en 1915, poco después de haber abandonado forzosamente el país, después de la muerte violenta de su padre, el general Bernardo Reyes, en la Decena Trágica de 1913. En opinión del académico, Visión de Anáhuac (1519) constituye una obra maestra de Reyes, pero también de la literatura mexicana en general y pieza clave del americanismo moderno.
En este texto, Alfonso Reyes recrea la primera y deslumbrante visión que los conquistadores españoles tienen del valle de México y la esplendorosa ciudad de Tenochtitlan. En Visión de Anáhuac (1519), como explica en entrevista Anthony Stanton, “un americano exiliado en Europa (Alfonso Reyes) recrea con la imaginación la visión que tuvieron los europeos que llegaron a vislumbrar una gran ciudad en medio de un lago, que aparece ante ellos como ‘un espejismo de cristales’ y como ‘una inmensa flor de piedra‘, maravillosas imágenes poéticas inventadas por Reyes”.
En palabras de Anthony Stanton, Visión de Anáhuac (1519) es un texto “palimpsesto”, pues para realizarlo Reyes parte de las crónicas que los primeros europeos escriben sobre el esplendor de las tierras y culturas americanas. Este ensayo, afirma el catedrático se va construyendo por acumulación, selección, yuxtaposición y refundición imaginativa de textos propios y ajenos, del pasado y del presente. Así, en la prosa de Alfonso Reyes convergen las voces de cronistas, como Cortés y Bernal Díaz del Castillo; de naturalistas y científicos, como Guillermo de Humboldt; de viajeros y de pensadores y poetas que trabajan con la inteligencia y la imaginación.
Todo este material es fundido por el trabajo creativo de Alfonso Reyes, quien, explica Anthony Stanton, “desempeña aquí los papeles de copista, editor, traductor, intérprete, sintetizador, creador y recreador. El sincretismo cultural de México parece exigir un sincretismo textual”.
Otro de los rasgos fundamentales de Visión de Anáhuac (1519) es la precisión y detalles de las descripciones que Alfonso Reyes realiza sobre el paisaje del Valle de México, de los mercados de Tenochtitlan y de la misma capital del imperio mexica. En ese sentido Stanton señala que su análisis se detendrá precisamente en el carácter visual de la obra, para llegar, incluso a postular que “este aspecto del texto constituye una influencia sobre las visiones plasmadas después por Diego Rivera en sus famosos murales”.
A partir del estudio de Visión de Anáhuac (1519), Anthony Stanton llega a la conclusión de que la obra posee plena vigencia e, incluso, absoluta relevancia para los problemas actuales en México, pues Alfonso Reyes ofrece un mito secular de salvación, una alegoría simbólica de la historia personal y colectiva, en el cual el “alma común” o espíritu de la nación es, en primer lugar, una extraordinaria construcción textual que busca armonizar elementos conflictivos y discordantes.
“No hay duda de que… ofrece lo que el mismo Alfonso Reyes llamó ‘la clave de la concordia nacional‘. Esta clave no es política sino estética. Asume la forma de un modelo textual inclusivo y poroso, un modelo que absorbe y transforma todos los materiales heterogéneos, uno en el cual la imaginación artística logra crear lo que el intelecto vanamente intenta argumentar”, concluye Stanton en su análisis.