• Participan Emmanuel Carballo, Francisco Conde Ortega, Vicente Quirarte, Alicia Zendejas y Joaquín Díez-Canedo Flores
  • Domingo 23 de octubre, a las 12:00 horas, en la Sala Manuel M. Ponce
  • La Coordinación Nacional de Literatura reconoce la obra del poeta nayarita

El Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA) y el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), por conducto de la Coordinación Nacional de Literatura, brindarán un reconocimiento al legado del escritor Alí Chumacero. El acto se llevará a cabo este domingo 23 de octubre, a las 12:00 horas, en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, con la participación de Emmanuel Carballo, Francisco Conde Ortega, Vicente Quirarte, Alicia Zendejas y Joaquín Díez-Canedo Flores, como moderador.

 

Alí Chumacero, quien falleció el 22 de octubre de 2010, fue un poeta que vivió con dos certezas: que era un obrero de la palabra, no un intelectual y, que como tal, moriría con un libro en mano. Su lucha fue para que la vida perdurara esculpida en la palabra justa, precisa, verdadera. Una de sus mayores preocupaciones fue ayudar a que los jóvenes escritores se formaran en el arduo manejo del lenguaje.

 

Gracias a la vocación de guía que poseía, de la cual este escritor hizo una auténtica misión de vida, el también escritor y miembro de la Academia de la Lengua, Vicente Quirarte gozó del privilegio de la amistad de este autor, al cual reconoce como su maestro, con el orgullo del discípulo que puede reconocer la trascendencia del poeta nayarita.

 

Así, en su libro Las lecciones del maestro, Vicente Quirarte refiere las virtudes de un hombre que vivió a plenitud y apunta: “Quienes miraban al joven Alí Chumacero caminar por las calles entre la Lagunilla y Tepito, enamorar a la mesera en turno en un íntimo, decadente y generoso café de chinos, participar en la ceremonia casi eucarística del vino barato compartido con hermanos de gloria e infortunio, no podían sospechar que en esa su cotidiana existencia se gestaba una de las más grandes odiseas del idioma”.

 

En el citado libro, publicado en vida del maestro, Vicente Quirarte apunta que “al igual que las letras de su nombre, Alí Chumacero escribió tres libros clásicos, que iluminan mejor con el paso de los años. Pero el autor no dejó de escribir con la publicación, en 1956, de Palabras en reposo. Entonces dio comienzo otra forma de comunión con la palabra, ésa que lo condujo a formar juventudes, a dar aliento a quien demostraba vocación auténtica (…). El magisterio de Alí Chumacero nunca se impone como autoridad omnímoda y sí por la potencia de su obra.”

 

Reconocer la labor y legado de Alí Chumacero, advierte Vicente Quirarte, es una necesidad impostergable, pero sobre todo, es la satisfacción personal de agradecerle el inefable regalo de la poesía, por ello, afirma: “el homenaje a un poeta nos da oportunidad para expresarle la gratitud por las soledades que nos permite compartir y por las victorias que en nombre del poema se consuman”.

 

Alí Chumacero (Acaponeta, Nayarit, 9 de julio de 1918 – Ciudad de México, 22 de octubre de 2010) Poeta, ensayista y editor mexicano. En Guadalajara, donde vivió antes de estudiar en la capital del país, inició una amistad de toda la vida con José Luis Martínez, Jorge González Durán y Leopoldo Zea. Junto con los intelectuales ya mencionados, fundó la revista Tierra Nueva y la dirigió entre 1940 y 1942.

 

Figura decisiva dentro del Fondo de Cultura Económica, casa editorial donde trabajó por más de medio siglo. Asimismo, fue asesor del Centro Mexicano de Escritores (CME), y miembro de la Academia Mexicana de la Lengua (desde 1964) y del Pen Club Internacional, así como miembro Honorario del Consejo Nacional del Seminario de Cultura Mexicana. En 1997, la Fundación Alica de Nayarit renombró su Premio Nacional de Poesía en honor de Alí Chumacero.

 

Fue colaborador de las revistas El Hijo Pródigo, Siempre! y de México en la cultura, suplemento del ya extinto periódico Novedades, así como director de Letras de México. Fue becario de El Colegio de México en 1952 y del Centro Mexicano de Escritores entre 1952 y 1953. Desde 1964 fue miembro de la Academia Mexicana de la Lengua. Estudió en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM y miembro del Sistema Nacional de Creadores, como creador emérito.

 

Recibió las siguientes distinciones: Premio Rueca 1944 por Páramo de sueños; Premio Xavier Villaurrutia 1980 por su obra en general; Premio Rafael Heliodoro Valle 1985; Premio Internacional Alfonso Reyes 1986; Premio Nacional de Ciencias y Artes (Lingüística y Literatura) 1987; Premio Amado Nervo 1993; Premio Nayarit 1993; Premio Ignacio Cumplido de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana 1996; Medalla Belisario Domínguez del Senado de la República (1996); Doctor honoris causa 1998 por la UAM; Premio Iberoamericano de Poesía Ramón López Velarde 1999; reconocimiento al Mérito Editorial 2001 de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara; Premio Nacional de Poesía Nezahualcóyotl 2002; Premio Internacional de Poesía Gatien Lapointe–Jaime Sabines 2003; Medalla de Oro Bellas Artes 2003; y Premio de Poesía del Mundo Latino Víctor Sandoval 2008 en reconocimiento a su obra literaria. En 2008 fue nombrado Hijo Distinguido del Estado de Nayarit.

 

Su obra publicada fue Páramo de sueños (1944), Imágenes desterradas (1948), Palabras en reposo (1956), Poesía completa (1980), Responso del peregrino (Breve antología) (1980), Antología personal (1984), Alí Chumacero de bolsillo (1990), Poesía reunida (1991), Manantial de sombra (1998), Poeta de amorosa raíz (1999), Amor entre ruinas (1999), Antología personal (2003), Poesía romántica mexicana (1941), Los momentos críticos (1987), Amado Nervo (1999), El sentido de la poesía y otros ensayos (1999).