• Escritores que han participado en el programa de becas de la Fundación para las Letras Mexicanas

  • Ofrecen una muestra de su trabajo más reciente

  • Miércoles 26 de octubre a las 19:00 horas en la sala Adamo Boari del Palacio de Bellas Artes

 

La narradora Paulette Jonguitud y los poetas Javier MardelAudomaro Ernesto, quienes han formado parte del programa de becas de la Fundación para las Letras Mexicanas, ofrecerán una lectura de su trabajo más reciente en la sala Adamo Boari del Palacio de Bellas Artes, este miércoles 26 de octubre de 2011 en punto de las 19:00 horas.

 

Esta presentación, que organiza la Coordinación Nacional de Literatura del Instituto Nacional de Bella Artes, surge con la intención de difundir y acercar a los lectores a la obra de los jóvenes escritores que han participado en el programa de becas de la Fundación para las Letras Mexicanas.

 

Como parte de su labor en favor del desarrollo de la literatura, la Fundación para las Letras Mexicanas inició en 2003 un programa de becas orientado a estimular la creación de escritores mexicanos menores de 30 años; a la fecha unos cien creadores han sido beneficiados. Los becarios del programa cuentan con el apoyo de un tutor de acuerdo al género en el que se desempeñen, todos los tutores son creadores destacados en su área, participan en dramaturgia, David Olguín; en ensayo, Vicente Quirarte; en narrativa, Bernardo Ruiz y en poesía, Antonio Deltoro.

 

En esta ocasión se presentan tres jóvenes escritores que han sido becarios de la FLM, con el fin de consolidar su trabajo creativo.

 

Paulette Jonguitud nació en la ciudad de México en 1978 y fue becaria de la FLM en los periodos 2007-2008 y 2008-2009. Es una narradora que con una mirada joven desarrolla temas complejos, como por ejemplo la invasión, abordada en su libro más reciente titulado Moho, el cual recibió Mención Honorífica en el Premio Bellas Artes Juan Rulfo para Primera Novela 2009.

 

En MohoPaulette Jonguitud narra la historia de Constanza, quien el día de la boda de su hija Agustina, descubre un pequeño lunar verde en su pierna —un moho—, que terminará por adueñarse de ella. De esta obra, se ha dicho que la narrativa de Paulette Jonguitud “da forma a un mundo casi onírico por su tono pero también perverso por la indagación en la condición dolorosa y extravagante de un cuerpo que sólo tiene una salida fatal para reconciliarse consigo mismo”.

 

Javier Mardel nacío en la ciudad de México en 1978, es poeta y ensayista. Participo en el programa de becario de la FLM de 2006 a 2008, en el área de poesía. Ha publicado en diferentes revistas mexicanas como Este PaísAlgarabía, El Búho, Opción, entre otras, y en algunos sitios de Internet como Punto en LíneaLetralia.Parte de su trabajo ha sido incluido en las antologías Está en chinoBiblioteca del sonetoMuestra de Literatura Joven de México. Es autor del libro Los Fantasmas.

 

Entre las vertientes de su trabajo poético destaca la recuperación de las formas clásicas a través de una mirada contemporánea, como es el caso del soneto, estructura que ha cultivado asiduamente. Un ejemplo es su “Soneto del ocio”, donde escribe: “El ocio es un derecho elemental/ Estar es ser y Dios, que lo sabía,/ estuvo y fue en el más distante día/ haciendo de la luz un uso igual.

 

Audomaro Ernesto Hidalgo nació en Villahermosa, Tabasco, en 1983. Forma parte del programa de becas de la Fundación para las Letras Mexicanas en el periodo 2007-2008. Hizo estudios de Comunicación en la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, y de Literatura Hispanoamericana en la Universidad Nacional del Litoral, en Santa Fe, Argentina. Poemas suyos aparecen en el libro Muestra de literatura joven de México. Obtuvo el Premio Nacional de Poesía “Juana de Asbaje” 2010 por su libro El fuego de las noches. Actualmente es becario del FONCA en Poesía.

 

Sobre su primer libro de poemas el propio Audomaro Ernesto ha dicho que “si tuviera que definir este libro en una palabra, sería con la palabra memoria. En él hay poemas escritos con eso que se ha dado en llamar verso libre y un poema largo en prosa. Casi todos los poemas nacieron a partir de una idea o una imagen, que después desarrollé en el papel, a la hora de sentarme a escribir. Y sí, en algún momento me di cuenta que el libro dictó un orden interno y al mismo tiempo generó su propia estructura”.