• Actividad en la que se discutirán las actualidades de la crítica literaria en nuestro país
  • Participarán Geney Beltrán y David Miklos, bajo la moderación de Roberto Frías 
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El Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) invita al ciclo “Mutaciones estéticas”, que en esta ocasión presenta la charla Críticos vs escritores, en el que participarán Geney Beltrán y David Miklos, bajo la moderación de Roberto Frías, el 22 de octubre, a las 19:00 horas, en La Capilla Alfonsina, ubicada en Benjamín Hill 122, colonia Hipódromo Condesa.

 

Un crítico literario debe ser exigente, tener una cultura literaria muy sólida y conocer cabalmente la tradición literaria de la cual forma parte, asegura el editor, narrador, traductor, ensayista y crítico literario Geney Beltrán, quien durante esta charla discutirá, junto al escritor David Miklos, las virtudes, mitos, problemas y actualidades de la crítica literaria en nuestro país.

 

En cuestión del valor que se le asigna a una obra literaria por parte del crítico literario, Geney Beltrán señala que no hay una sola manera de validar un texto literario, y de ahí que surjan  diferencias entre críticos. “Pero que no haya una sola manera de abordar la literatura no significa que tengan que callarse, sino que ayuda a que cada crítico tenga una mirada diferente y  amplia sobre lo que puede ser considerado literatura”, detalló.

 

Aunque actualmente conviven de manera polifónica numerosos conceptos acerca de lo que debe ser la literatura, Geney Beltrán identifica algunos elementos que no pueden sobrar al momento de elaborar una crítica literaria, entre ellos señala la congruencia, principios estéticos y saber que la crítica debe estar sujeta a presiones políticas para no traicionar el criterio de quien la escribe, con el fin de quedar bien con ciertas figuras.

 

Pero sobre todo, destaca el diálogo con el lector, así como también una preocupación por el estilo, la elegancia y el cuidado de la escritura. “La crítica es un diálogo con los lectores del presente. En ese sentido mucha de la forma como se lee crítica o la literatura contemporánea, tiene que ver con la intención de presentarle a los lectores de carne y hueso de nuestro tiempo, las formas más novedosas, más ricas y acercarte al fenómeno literario”.

 

“No significa que solo deban hablar de literatura contemporánea, pero ese ha sido un centro de la pelea muy importante”, asegura Geney Beltrán, refiriéndose a que el abordar ese tipo de literatura ha sido una de las principales causas por las que el crítico literario es visto con malos ojos. En cierta forma, ahí  es “donde se forja la figura polémica del crítico como un  árbitro que puede cometer injusticias o que no ha tenido un olfato muy agudo. Eso ha contribuido a que un crítico literario tenga una mala fama”, explica.

 

Algunos de los críticos literarios jóvenes en quienes Geney Beltrán encuentra eco con su forma de trabajar son Rafael Lemus y Gabriel Wolfson, pues él prefiere críticos que realmente sepan argumentar, aunque personalmente pueda estar en desacuerdo con ellos. “Que realmente veamos una sensibilidad, que realmente tengan una fuerza argumentativa, aunque sus conclusiones no sean las que yo defendería. Entonces hay ahí un diálogo a través de la polémica, y resulta muy fértil no solo para los críticos, sino también para los escritores”, finalizó.

 

Geney Beltrán nació en Culiacán, Sinaloa, el 4 de junio de 1976. Es editor, narrador, traductor, y ensayista. Estudió lengua y literaturas hispánicas en la UNAM y literatura inglesa en el Victoria College de la Universidad de Toronto. Fue reportero cultural, docente y articulista en Culiacán, y ha sido traductor, asistente de investigación y bibliotecario en la Ciudad de México. Fue editor de literatura del Fondo de Cultura Económica (2005-2006) y ha colaborado en diversas publicaciones culturales, entre ellas, Blanco Móvil, Crítica, Cuaderno Salmón, Laberinto, La Gaceta del FCE, Luvina, Nexos, TextoS y Tierra Adentro.

 

Entre su obra se encuentra, en ensayo: El biógrafo de su lectorGuía para leer y entender a Macedonio Fernández (2002), Historias para un país inexistente(2005), El sueño no es un refugio, sino un arma (2009). En relato: Habla de lo que sabes (2009), así como de las novelas Cartas ajenas. La obsesión de cambiar la vida de los otros (2011) y de la  antología El hacha puesta en la raíz (en colaboración con Verónica Murguía, 2006).