• La novela negra nació en Estados Unidos y los padres del género fueron Raymond Chandler y Dashiell Hammett
  • “Leer novela negra es la forma más emocionante y segura de asomarse al lado oscuro del hombre y la sociedad”, Rodolfo J.M.

Dentro de las actividades realizadas como parte del ciclo “Literatura en perpetua evolución”, dedicado a las diferentes manifestaciones literarias, entre las que se encuentran la literatura fantástica, de terror, ciencia ficción, erótica y pop, el Instituto Nacional de Bellas Artes invita a la sesión "Panoramas de la novela negra: los estadounidenses”.

 

En esta sesión, organizada por la Coordinación Nacional de Literatura, se contará con la presencia de Bernardo Esquinca, Iván Farías y Rodolfo J.M., quienes hablarán con el público sobre las obras de algunos exponentes de la narrativa negra estadounidense, como son Jim Thompson, James Ellroy y John Connolly, además de otros autores como Stephen King o Ray Bradbury, que sin dedicarse específicamente a la novela policiaca, sí han “coqueteado” con el género.

 

La cita es el miércoles 16 de octubre, a las 19:00 horas, en el Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia, avenida Nuevo León 91, colonia Hipódromo Condesa, Ciudad de México.

 

“La novela negra es un género que ventila las pulsiones humanas violentas y corruptas. Sirve, entre otras cosas, para explicar a las sociedades mediante su relación con el crimen. En ellas, siempre hay un crimen por resolver, y un investigador que desciende al inframundo urbano y social en su intento por esclarecerlo”, comentó Bernardo Esquinca en entrevista para definir a este género.

 

En cuanto a las características de la novela negra en su vertiente estadounidense, Rodolfo J.M. resaltó como atributo “su dureza. Es una literatura sin concesiones, de un estilo narrativo generalmente seco y de pocas florituras. Y aunque por lo general se le señale como un divertimento macabro, entraña una crítica social, pues explora la descomposición de la sociedad y del hombre moderno”.

 

Aunque lo que hace diferente a la novela negra americana de sus pares en otras regiones es que, por ejemplo, “en el siglo XIX el género policiaco era muy inglés. Había un detective que resolvía el enigma por el método analítico, y casi siempre lo que reflejaban estas historias eran los problemas de la aristocracia”.

 

Mientras que en el caso de los Estados Unidos, “con autores como Raymond Chandler y Dashiell Hammett, cambió esto por completo. Nació una novela negra urbana, donde las fronteras entre los ‘buenos’ y ‘malos’ se difuminaron. Y, sobre todo, nació el detective clásico, que es más un antihéroe que otra cosa”, aseguró Bernardo Esquinca.

 

Actualmente, entre los representantes de la novela negra estadounidense encontramos que “el más importante sigue siendo James Ellroy, aunque el más popular es Michael Connolly. Sin embargo la oferta es muy extensa y variada, e incluye a autores que no necesariamente se dedican al género, como Stephen King o Michael Crichton”, indicó Rodolfo J.M. Por su parte, Bernardo Esquinca agregó nombres como Dennis Lehane, Patricia Cornwell, Don Winslow y James Sallis.

 

En cuanto a la influencia de los escritores estadounidenses en los mexicanos, Rodolfo J.M. dijo que “la novela negra que se escribe en México (incluso si el tema es el narco) no se entiende sin el antecedente de los grandes maestros norteamericanos, en especial de Dashiell Hammett; Raymond Chandler y Ross McDonald”; y Bernardo Esquinca agregó que las huellas de algunos escritores de novela negra del país del norte “pueden rastrearse en autores como Bernardo Fernández Bef y F.G. Haghenbeck”, e incluso en los trabajos del autor de La octava plaga (2011).

 

Bernardo Esquinca nació en Guadalajara, Jalisco, el 4 de enero de 1972. Es narrador y periodista. Estudió ciencias de la comunicación en el ITESO. Fue productor y locutor de radio en la Universidad de Guadalajara. Ha publicado en CrónicaDía SieteEl FinancieroLa Jornada SemanalLetras LibresMilenioNexosReforma, y Tierra Adentro. Becario del FONCA, 1996, y miembro del SIN, fue reconocido con el Premio Nacional de Periodismo Cultural Fernando Benítez 1994. Participó en la antología Grandes hits volumen 1. Nueva generación de narradores mexicanos, editada por Almadía.

 

Rodolfo J.M. (Ciudad de México, 1973) estudió ingeniería industrial en el Instituto Politécnico Nacional, así como el diplomado en literatura de la Escuela de escritores, SOGEM. Ha obtenido los premios Tirant lo blanc de narrativa (2006); mención honorífica en el Premio Nacional de Literatura Policiaca (2007); el Premio Nacional de Cuento Joven Julio Torri (2007-2008); el Premio Nacional de Cuento Fantástico y de Ciencia Ficción (2011), y mención honorífica en el Certamen Internacional de Literatura Sor Juana Inés de la Cruz (2013) en la categoría de cuento.

 

Su obra ha sido incluida en varias antologías del género, entre las que destacan: Ciudad fantasma (Bernardo Esquinca y Vicente Quirarte, 2013),Tierras insólitas (Luis Jorge Boone, 2013), Los viajeros: 25 años de ciencia ficción mexicana (Bernardo Fernández BEF, 2010) y Bella y brutal urbe (Edgar Omar Avilés, 2013).