• Se hablará acerca de la obra de Kawabata, Mishima, Oé y Murakami
  • Cuatro narradores japoneses que han marcado pauta en la tradición literaria mundial
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El Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) invita a la charla “Cuatro narradores japoneses”, como parte del ciclo Literatura en perpetua evolución, en el que participarán Elisa Corona Aguilar, Isaí Moreno y Cristina Rascón Castro, el jueves 14 de noviembre, a las 19:00 horas, en el Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia, ubicado en avenida Nuevo León 91, Colonia Condesa, Ciudad de México.

 

Durante esta plática, los autores convocados hablarán de cuatro de los mayores prosistas japoneses que han marcado pauta no solo en la literatura de su país, sino en la tradición literaria moderna. Analizar la obra de Yasunari Kawabata será buen pretexto para hablar también de su gran discípulo, Yukio Mishima. Después de ello se abordará al segundo Nobel de Literatura que ha tenido Japón, Kenzaburo Oé, para terminar con el autor que se ha posicionado de forma inesperada a escala mundial: Haruki Murakami.

 

Entre los elementos más destacables de la literatura hecha por estos cuatro escritores se encuentra, esencialmente, la sana influencia de sus maestros literarios europeos que sirvió para continuar con la tradición. Eso explica por qué “retoman Japón con miradas originales y a su vez permeadas de Occidente”, asegura Isaí Moreno.

 

Es ampliamente conocida la estrecha relación intelectual que mantuvieron Kawabata y su alumno Mishima, ligada a partir del descubrimiento del talento que avizoró el primero sobre su brillante aprendiz, hasta llegar a límites que, por estremecedores, llegan a caer en el mito: el suicidio de ambos de manera deliberada y bajo formas rituales.

 

Si en Yasunari Kawabata su apuesta literaria es por la sutileza escritural, en la empresa de Yukio Mishima se explora el mal y la belleza, acerta a decir Isaí Moreno, quien explica que “Kawabata sabe romper la superficie empañada que nos oculta la luminosidad del mundo, también su ironía y contradicción. Mishima es el más obsesivo y perfeccionista de la lista y el único que antes de los veinticinco ya tenía una obra maestra”.

 

Kenzaburo Oé es el segundo japonés en haber recibido el Premio Nobel de Literatura, en 1994, mientras el primero en que recayó este reconocimiento fue Kawabata en 1968. De su literatura, dice Moreno, “se manifiesta una preocupación por hacer literario el sinsentido del mundo, con un enfoque humanista y moral”.

 

En medio de estas tres figuras antes citadas, se encuentra el que actualmente es uno de los escritores con mayor fama: Haruki Murakami, de quien se ha cuestionado en no pocas veces su talante literario. En relación con el sitio en que se ha colocado el autor de Tokio blues, Isaí Moreno señala que “ningún autor conoce el secreto de posicionarse como lo hizo Murakami, depende de muchos factores que ni los editores han descifrado”, asegura.

 

En su opinión, el principal problema de Murakami es que publica demasiado y por ende se repite. “En Japón aprecian solo su novela Al sur de la frontera, al oeste del sol, que es hermosa y magistral”. Y aunque acepta que es un excelente narrador, “leer un par de sus novelas es más que suficiente, porque encontramos lo mismo en las otras. En mi caso, tan luego termine lecturas en la lista de espera, no me negaré 1Q84”.

 

Si hay algo que nos haya heredado la literatura japonesa a Occidente a partir de estos escritores es que todos ellos “aspiran a un diálogo con su época”. De esta manera retribuyen a Occidente lo que Occidente les dio. “La literatura de estos autores es absolutamente moderna”, asegura. Otros de los autores que rescata Moreno son Akira Yoshimura, Kobo Abe, Minae Mizumura, Yasushi Inoué, a quien considera un excelente escritor, y uno más que ha disfrutado de modo particular: Kiyohiro Miura.

 

“Los japoneses no muerden”, dice entre broma Isaí Moreno, haciendo una invitación a todos aquellos que por razones extra literarias o prejuicios infundados, encuentran en una literatura tan lejana como la nipona una falta de interés. Y los conmina a valorar la sutileza con que está elaborada, así como su perversión y calidad literaria. “Sus preocupaciones existenciales son las mismas que las nuestras”, finalizó.

 

Isaí Moreno (Ciudad de México, 1967) se formó en física y matemáticas, área en la que se doctoró en 2006. Es profesor-investigador en la carrera de creación literaria de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México y colabora en revistas literarias, suplementos y blogs culturales como Nexos, Letras Libres, La Tempestad, Blogindieo, etcétera. En 2010 obtuvo por la UNAM la licenciatura en lengua y literaturas hispánicas con la tesis Hacia una estética de la destrucción en la literatura. Desde 2012 es miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte.

 

Ha publicado las novelas Pisot  (Premio Juan Rulfo a Primera Novela 1999) y Adicción (2004), El suicidio de una mariposa (2012). Fue finalista del Premio Rejadorada de Novela Breve 2008 en Valladolid, España. Sus cuentos forman parte de antologías como Así se acaba el mundo (2012) y Tierras insólitas (2013).