- Como parte del ciclo “Literatura en perpetua evolución”
- “La memoria es un elemento fundamental en la creación de cómics que tengan como objetivo preservar la memoria de determinados hechos históricos”, Edgar Adrián Mora
- Participan Alejandra Espino, Edgar Adrián Mora y Rafael Villegas
“Memoria y narrativa gráfica” es el tema a discutir en una nueva sesión del ciclo “Literatura en perpetua evolución”, en la que participarán Alejandra Espino, Edgar Adrián Mora y Rafael Villegas. La cita para esta actividad que organiza el Instituto Nacional de Bellas Artes es el 14 de mayo, a las 19:00 horas, en el Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia, ubicado en Nuevo León 91, colonia Hipódromo Condesa, Ciudad de México. Entrada libre.
El ciclo “Literatura en perpetua evolución” es un espacio en el que se aborda la forma en que se han transformado los diversos géneros literarios y sus manifestaciones, como consecuencia de la influencia de la realidad, los procesos históricos y elcontexto multimedia. “La literatura, como cualquier rama del arte, se encuentra en un proceso constante y complejo de cambio”, dijo Edgar Adrián Mora en entrevista con la Coordinación Nacional de Literatura.
Para Edgar Adrián Mora, este ciclo es un intercambio de ideas y brinda la posibilidad de reflexionar de manera colectiva acerca de la importancia de la memoria histórica, y de cómo esta se manifiesta en productos tanto de la narrativa literaria como de la gráfica. “La narrativa gráfica es un campo fértil en lo que refiere a la posibilidad de construir discursos que aludan a la historia de las sociedades”, expresó.
Dado que la memoria histórica puede aparecer de diversas formas, Edgar Adrián Mora sostuvo que en la narrativa gráfica se generan títulos que se encuentran paralelos en manifestaciones de la narrativa literaria como la novela histórica, como el testimonio, la autobiografía, la biografía, la crónica y el reportaje.
“La memoria es un elemento que el autor elige para abordar la historia que pretende contar. Es decir, quien hace narrativa gráfica con referencia a hechos históricos que pueden, si se desea, ser verificados, escoge determinados elementos que le permiten dar una solución estética satisfactoria a su obra”, comentó.
El escritor mexicano mencionó que narrar un hecho que un determinado autor considere que debería ser recordado, requiere rigurosidad y conocimiento sobre lo que se relata en las historias.
Resaltó que en México la memoria gráfica ha evolucionado, como ejemplo citó la evolución del periodismo en todo el mundo o la recepción y asimilación de productos culturales de distintos orígenes, como el manga japonés: “La evolución se ha manifestado en la naturaleza en cómo se concibe al lector de cómics, o narrativa gráfica, ya no es la misma que en el pasado”, acotó.
Para Edgar Adrián Mora, en la narrativa gráfica mexicana destaca el trabajo de autores como Edgar Clement, Bernardo Fernández, la pareja de Jis y Trino, o el trabajo que en la década de los noventa realizaron Frik, Damián Ortega, José Quintero, Luis Fernando y Manuel Ahumada. “En los tiempos que corren hay una serie de nombres que, acorde con la revalorización del género, comienzan a mostrar cosas interesantes: Alejandra, Espino, Patricio Betteo, Augusto Mora, Jorge F. Muñoz, entre otros”, concluyó.
Edgar Adrián Mora (Puebla, 1976) estudió comunicación y la maestría en estudios latinoamericanos en la UNAM. Ha colaborado en diversos medios impresos y electrónicos. Entre su obra se encuentra Memoria del polvo (2005), Claves para comprender América Latina (2007), Agual (2011) y Raza de víctimas (2012).