• Sostendrá una charla con la también escritora Josefina Estrada
  • Premio Mazatlán de Literatura 2014 por el libro El cerebro de mi hermano
  • Viernes 12 de septiembre, a las 19:00 horas, en el Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia

 

Más de 35 años son los que separan a Rafael Pérez Gay de aquellas ocasiones en que publicó sus primeros artículos en la prensa. Siempre lo motivaron las lecturas de algunos periodistas del siglo XX, como Manuel Gutiérrez Nájera o Manuel Payno, a quienes no disimula su admiración al leer sus escritos que, según ha dicho en entrevistas, de tan nuevos, parecen haber sido escritos para mañana.

 

En el inicio de su carrera al comenzar a trabajar a la revista Nexos en 1984, conoció a José Joaquín Blanco, quien fue una de las primeras personas en demostrar gusto por su trabajo, al igual que Héctor Aguilar Camín, de quien ha dicho que lo que sabe de periodismo y narrativa hasta ahora, se lo debe a él, y por lo tanto lo considera como uno de sus maestros.

 

Otro de sus mentores literarios fue Carlos Monsiváis. Si bien su relación con el autor de Días de guardar terminó un poco fracturada, como él mismo ha comentado, no por ello lo descarta como de las figuras más importantes de quien aprendió mucho durante los ocho años en que trabajó con él haciendo el suplemento La cultura en México. Aunque Rafael Pérez Gay acepta que la responsabilidad de lo que escribe es solo suya, acepta que viene directamente de ellos, todos escritores completísimos, ha asegurado.

 

Su adolescencia la vivió en los años setenta cuando “El boom latinoamericano” estaba en auge y gracias a ello tuvo la oportunidad de leer autores imprescindibles que lo marcaron para siempre, sin embargo fue su hermano, el también escritor José María Pérez Gay, fallecido en 2013, de quien recibió el mayor de los regalos, pues ha dicho que él fue quien le enseñó que dentro de los libros habían muchas vidas.

 

Fue entonces cuando conoció aCelan, Musil y Joseph Roth, entre muchos otros autores, pues su hermano pasaba la madrugada traduciéndolos al español y le pedía ayuda para leerlos en voz alta, en un labor en la que también participaban sus padres y hermanas. Un taller en forma al que perteneció Rafael Pérez Gay fue el formado por Sergio González Rodríguez, Antonio Saborit, y Alberto Román, entre otros, con quienes con el tiempo no solo formó una gran amistad, sino también una empresa, la editorial Cal y Arena, que en este año cumplió 25 años de vida.

 

La obra de Rafael Pérez Gay ha recibido varios premios, siendo el más reciente el Premio Mazatlán de Literatura 2014 por el libro El cerebro de mi hermano, que junto a otros de sus libros como El corazón es un gitanoNos acompañan los muertos, despliega el abanico de géneros literarios en los que ha incursionado a lo largo de su carrera.

 

Si en El corazón es un gitano el lector se encuentra con lo que se ha dado en llamar un “relato súbito”, que da cuenta de manera rápida de un hecho que está sucediendo, en Nos acompañan los muertos, Rafael Pérez Gay habla de la vejez, la enfermedad y la muerte del narrador, que es él mismo. El cerebro de mi hermano, según ha comentado en entrevistas, se encuentra ubicado justamente entre estas dos maneras de escribir. Es una nouvelle que habla de lo doloroso que fue para el autor vivir los últimos años de la enfermedad de su hermano.

  

Rafael Pérez Gay sostendrá una charla con la escritora y periodista Josefina Estrada acerca de su trayectoria literaria, y experiencias personales en torno a ella, como parte del ciclo “Hoja de vida”. La cita es el 12 de septiembre, a las 19:00 horas, en el Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia, ubicado en avenida Nuevo León 91, colonia Hipódromo Condesa, en la Ciudad de México. Entrada libre.