• “Es un texto que permite jugar con él como un caleidoscopio”, Felipe de J. Galván Rodríguez
  • Participan Rafael Aluni Montes, Roberto Martínez Garcilazo, Antonio Velazco Piña y Felipe de J. Galván Rodríguez
  • Miércoles 24 de septiembre, a las 19:00 horas, en la Sala Adamo Boari del Palacio de Bellas Artes

 

Un recorrido por el simbolismo escondido en la zona arqueológica de Cholula, Puebla, es el escenario que plantea la escritora mexicana María Eugenia Bear en su novela Murmullos de jade. Esta obra será presentada el próximo miércoles 24 de septiembre a las 19:00 horas, con la presencia de Rafael Aluni Montes, Roberto Martínez Garcilazo, Antonio Velasco Piña y Felipe de J. Galván Rodríguez como moderador, en la Sala Adamo Boari del Palacio de Bellas Artes de la Ciudad de México.

 

Sobre Murmullos de jade, el escritor Felipe de J. Galván Rodríguez comentó en entrevista para la Coordinación Nacional de Literatura, que el arte y su práctica en Cholula, así como los secretos guardados en una pirámide oculta en lo superior por una iglesia, forman parte de esta novela, que hurga en la identidad primigenia para contar una historia de amor a lo sagrado, al origen, a las raíces de quienes habitan en la ciudad del estado de Puebla. De tal manera, aseguró, esta obra aspira a ser una novela histórica como ejercicio de interculturalidad.

 

Murmullos de jade es una historia polisémica centrada en las posibilidades múltiples que puede tener la apropiación de los símbolos legados por manos indeseables y su contrapartida, las posibilidades de enriquecimiento espiritual, moral y de sabiduría, al acercarse plenamente a lo que la tradición prehispánica nos legó y se tuvo, desde el siglo XVI, que esconder”, explicó.

 

Para Galván Rodríguez, la narrativa de Murmullos de jade ubica a Cholula un centro en el que se interceptan fuerzas o vectores centrífugos dirigidos en múltiples direcciones: “El pasado en los tiempos de la llegada de los invasores hispánicos, los secretos guardados en la construcción, el mercado negro interesado en la explotación de los saberes escondidos, el resguardo de los mismos secretos inmemorial manifestado hoy, el mercado del arte, los movimientos de la oficialidad policial”, indicó.

 

“Es un texto que permite jugar con él como un caleidoscopio complejo en el que la mirada adquiere con pequeñas variaciones, alejadas del estatismo, una visión multiplicadora cual lluvia de estrellas, de destellos, de reconformaciones plácidas, inquietantes, provocadoras, monstruosas, seductoras y, siempre, catárticas, pues cual disciplinado artefacto aristotélico su lectura lleva a la conmiseración y al terror por la Cholula que fue, la que se conserva, la que se cuida, la que continúa siendo objetivo de prostitutos comerciales”, expresó.

 

Galván Rodríguez consideró que la tesis de la novela Murmullos de jade es la necesaria defensa nacional de los tesoros culturales que contiene la identidad prehispánica, por lo que incita a una reflexión desde lo individual a lo colectivo sobre los cambios de la realidad y la cultura contemporánea que, aseguró, está ahí, frente a los ojos ignorantes de su presencia y su legado.

 

Felipe de J. Galván Rodríguez invita al público interesado en la literatura y la historia, pues para el escritor, Murmullos de jade, es una obra de gran riqueza por sus significados históricos y culturales: “Con la propuesta novelística de María Eugenia Bear Sanz, tendrán la posibilidad de confrontar planteamientos oficiales de la iglesia católica, de la historia oficial novohispana y conocimientos enunciados parcialmente sobre condiciones humanas prehispánicas”, finalizó el escritor y dramaturgo Felipe de J. Galván Rodríguez (Ciudad de México, 1949).