*** Se alista la Sala Manuel M. Ponce para celebrar el 60 aniversario del natalicio del escritor el domingo 11 de septiembre a las 12:00 horas.

La Coordinación Nacional de Literatura, del Instituto Nacional de Bellas Artes, lamenta el sensible fallecimiento del escritor de origen Cubano Eliseo Alberto, quien el pasado lunes 18 de julio recibió un transplante de riñón, y que falleció hoy a los 59 años de edad en el Hospital General.

Será el domingo 11 de septiembre en punto de las 12:00 horas en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, que se reúnan Jorge F. Hernández, Carlos Marín, y Rafael Rojas, con la moderación de Juan Carlos García Álvarez (Dr. Bolavsky) para conmemorar el 60 aniversario del natalicio de Eliseo Alberto.

 

Eliseo Alberto, quien nació en Arroyo Naranjo, Cuba, en 1951, radicó en México desde 1990 y obtuvo la nacionalidad mexicana en el año 2000. Narrador, poeta y guionista, se licenció en periodismo por la Universidad de La Habana, y era colaborador de Milenio Diario.

Fue profesor en la Escuela Internacional de Cine de San Antonio de los Baños, Cuba; en el Centro de Capacitación Cinematográfica de México y en el Sudance Institute. Jefe de redacción de la gaceta literaria El Caimán Barbudo y subdirector de la revista Cine Cubano. Escribió guiones de cine y televisión.

Es autor de las novelas, La eternidad por fin comienza un lunes (1993); Caracol Beach (1998); La fábula de José (2001); Esther en alguna parte. O el romance de Lino y Larry Pó (2005); Una noche dentro de la noche (2006) y El retablo del Conde Eros (2008).

Durante la presentación de su novela El retablo del Conde Eros, en al Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, Eliseo Alberto anunció que ya trabajaba en una nueva novela titulada Ninguna soledad como la mía, frase que tomaba de los Sonetos Noturnos, del poeta tabasqueño Carlos Pellicer.

Sobre su narrativa, el propio escritor dijo alguna vez que sus novelas están gobernadas por personajes entrañables. “La novela que me gusta leer y escribir es aquella que explora la condición humana”, afirmaba el escritor. La escritura de Eliseo Alberto, a pesar de la melacolía que él mismo declaraba padecer, siempre se distinguió por profesar una luminosa fe en la naturaleza humana, por ello, según sus propias palabras, en sus libros los temas recurrentes son el arrepentimiento, el perdón y el castigo, ideas fundamentales del pensamiento crisitiano. En sus novelas, dijo alguna vez el escritor, no hay buenos villanos.

Como poeta, Eliseo Alberto publicó los libros, Importará el trueno (1975); Las cosas que yo amo (1976); Un instante en cada cosa (1979). Aunque la obra poética de Eliseo Alberto fue breve en comparación con su prosa, el escritor siempre reiteró la alta estima en que tenía a la poesía, la cual dejó de cultivar luego de separarse de su primera esposa, la bailarina cubana Rosario Suárez.

En entrevista con la investigadora Lucila Navarrete Turrent, Eliseo Alberto explicaba que la poesía era su constitución privada y ley rectora de su paso por este mundo, pues ella le obligaba a cumplir con sus mandamientos de fe, esperazan y caridad. “Adoro a los poetas. Los novelistas somos escritores de segunda”, afirmaba en esa ocasión.

Para Eliseo Alberto, explicaba en dicha entrevista, su paso por la poesía fue una experiencia que terminó con su amor de juventud. La mirada del poeta, consideraba Eliseo Alberto, es una  mirada de águila y, la suya, en cambió, fue siempre demasiado ingenua.

Como guionista, Eliseo Alberto trabajó al lado de directores cubanos y mexicanos, de las varias películas en la cuales trabajó, sobresale Guantanamera, bajo la dirección de Tomás Gutiérrez Alea. Sobre su incursión en el cine, Eliseo Alberto la consideró siempre como una insuperable oportunidad para divertirse, pues siempre trabajó en esta  área con amigos suyos.

La obra de Eliseo Alberto fue reconocida con los premios La Edad de Oro por Algo del corazón; Premio Nacional de la Crítica, 1983 por La fogata roja; Premio Casa de las Américas por Un instante en cada cosa; Premio Gabino Palma 1997 por Informe contra mí mismo y el Premio Internacional Alfaguara de Novela 1998, por Caracol Beach.

Publicó los ibros de ensayos Dos cubalibres. Nadie quiere más a Cuba que yo (2004); así como el libro de memorias Informe contra mí mismo (1997). También incursionó en la literatura para niños y jóvenes con los títulos: La fogata roja (1983); Breve historia del mundo (2000) y Del otro lado de los sueños ( 2002).