• Obras de Claudia Hernández de Valle-Arizpe, Fernando Fernández, Mariana Bernárdez, Elva Macías y Eloy Urroz
  • Obra comentada por los poetas Roberto López Moreno y Eduardo Casar

 

“Mostrar por qué la poesía seduce en la brevedad de la línea poética contra el largo surco de la palabra narrativa, en la sintaxis de las pasiones humanas, en el verso medido por más que se esconda al oído, pero sin poder escapar al rigor métrico de la pupila”, es el objetivo de la segunda y tercera tandas de la colección Fervores de la editorial Parentalia, que fue lanzada este domingo en la Sala Manuel M. Ponce.

 

La colección está integrada por folletos o plaquettes, término utilizado por los poetas franceses del siglo XIX, de Claudia Hernández de Valle-Arizpe (Lejos, muy cerca), Fernando Fernández (El ciclismo y los clásicos), Mariana Bermúdez (Don del recuento), Elva Macías (De tela y papel) y Eloy Urroz (Yer blues), que fue comentada por los poetas Roberto López Moreno y Eduardo Casar,  quien dijo que los poema de Urroz "tienden a la simplicidad con un leve giro que apenas trastoca los sentidos de las palabras."

 

La poesía de Fernando Fernández se parece mucho a la personalidad del autor de El ciclismo y los clásicos, a decir de Eduardo Casar: "No es muy larga, es muy amable, incluso ceremoniosa, delgada, clara y contundente; tiene un claro olfato para detectar detalles inauditos; es nerviosa, alegre, siempre con un dejo de buen humor, pero no es bonachona, sino incisiva, muy inteligente."

 

El poeta enfatizó que las influencias de Fernández provienen de Ramón López Velarde, Gerardo Deniz y de la poesía del Siglo de oro, de ahí que sea un caso único entre los poetas de su generación.

 

Sobre la "plaquette" (Don del recuerdo) de Mariana Bernárdez, el ensayista Roberto López Moreno comentó que desde el título mismo se plantea una bifurcación como riqueza o como tarea del lector : "Es la reafirmación de la excelencia de una escritura."

 

Elva Macías está en el momento de la nostalgia "...por lo que hay un eco de los principios", y Claudia Hernández de Valle-Arizpe habla en tres planos con toda su potencialidad poética: "Solo ella sabe lo que nos dice, y a nosotros los lectores nos corresponde inventar la aventura."

 

Al final, cada uno de los poetas leyó extractos de sus recientes "plaquettes", en la búsqueda de demostrar su madurez en las letras mexicanas ante sus lectores.