• El INBA recuerda al dramaturgo con una lectura en atril de algunas de sus obras más representativas 

• Domingo 17 de marzo, a las 12:00 horas, en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes

El Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) invita al Homenaje a Luis G. Basurto a 93 años de su natalicio, en el que se hará una lectura en atril de algunas de las obras más representativas del escritor y dramaturgo, bajo la dirección de Gonzalo Valdés Medellín. Participarán Antonio Monroy, Ginés Cruz, Luis Álvaro Silva, Juan Carlos Sáez, Tania Ruvalcaba, Alfonso Jusa, Erick Tapia, Sofía Cárdenas y Manuel Pavia.

La Coordinación Nacional de Literatura organiza esta actividad que se llevará a cabo el domingo  17 de marzo, a las 12:00 horas, en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes.

Durante este homenaje al dramaturgo Luis G. Basurto habrá una lectura en atril de tres de sus obras más importantes: Cada quien su vida, Asesinato de una conciencia y El candidato de Dios. Esta selección fue hecha por Gonzalo Valdés Medellín, quien es el biógrafo oficial del también llamado ‘El Moliére mexicano’, como alguna vez lo nombró Salvador Novo.

Cada quien su vida es una de las primeras obras de teatro urbanas “que presentan con mucha fidelidad los tipos y prototipos populares de las grandes urbes mexicanas, en específico del DF”, explica Valdés Medellín en entrevista. En esta puesta en escena se aborda por primera vez el ambiente de cabaret en una obra: transcurre un 31 de diciembre en un antro de pueblo, cuando las prostitutas esperan la llegada de clientes.

“Esta es la obra más famosa de Luis G Basurto de mediados del siglo XX y que fue un éxito constante durante muchas décadas. La presentaba en las compañías de teatro más importantes de México. Después fue llevada al cine por Julio Bracho. Esta obra es, en primera instancia, imprescindible en un homenaje al maestro.”

También se leerá una entrevista hecha por Gonzalo Valdés Medellín a Basurto publicada en 1986 en el libroTeatro de Luis G. Basurto, en la que este habla no solo de su época más exitosa como dramaturgo con El candidato de Dios, sino también de sus inicios, al conocer a personas que admiraba como Virginia Fábregas, y sus vivencias de niño.

Para Valdés Medellín, Luis G. Basurto “rompió cánones y fue muy valiente al tratar temas que nadie abordaba por miedo o prejuicio, o pena social”. También encuentra en el teatro de Luis G. Basurto por lo menos dos constantes: una visión sociológica muy reveladora de lo que es la sociedad mexicana de los bajos fondos y, por el otro, una piedad humana que lo hace magistral en su desarrollo escénico.

Luis G. Basurto no sólo fue un dramaturgo comprometido, sino también “un notable periodista, pionero de la televisión cultural, hombre de cine, gran impulsor del teatro mexicano con  su compañía y, sobre todo, de los dramaturgos de su generación: Rafael Solana, Jorge Ibargüengoitia, Emilio Carballido y Segio Magaña.”

Luis G. Basurto (Ciudad de México, 11 de marzo de 1920- 9 de julio de 1990) estudió derecho y la maestría en letras en la UNAM, así como técnica cinematográfica en Hollywood. Fue director escénico en las compañías de Virginia Fábregas, María Teresa Montoya, Virginia Manzano, Ofelia Guilmain y Tita Merella. Además de director escénico de la Unión Nacional de Autores y de la Compañía de Repertorio del INBA, con la que realizó giras en México y en el extranjero; fue director de su propia compañía durante treinta años y asesor general de la Dirección de Corporación Mexicana de Radio y Televisión.

Entre 1940 y 1990 puso en escena las obras Los diálogos de Suzette, Laberinto, Faustina, Voz como sangre,La que se fue, Cada quien su vida, La locura de los ángeles, El escándalo de la verdad, Íntimas enemigas,La gobernadora, Cadena perpetua, Mañana será otro día, Asesinato de una conciencia y La vida difícil de una mujer fácil. Colaboró en Excélsior.

Obtuvo las Palmas de Oro 1979 del Círculo Nacional de Periodistas de Espectáculos, las medallas Virginia Fábregas por 25 años de labor en el teatro de la ANDA, María Tereza Montoya por sus brillantes giras en el extranjero de la ANDA, de oro de la SOGEM por sus cincuenta años como escritor y la Agustín Lara de la Sociedad de Compositores. Fue reconocido con el premio Juan Ruiz de Alarcón 1956, 1967, 1986 y 1990, porMiércoles de Ceniza, Con la frente en el polvo y El candidato de Dios, respectivamente.