Imprimir

El espectáculo poético musical El río sin orillas ofrecerá un recorrido por la obra del poeta Eduardo Mosches para celebrar su larga trayectoria, la cual consta de nueve poemarios cuyos versos se escucharán en las voces de Francesca Guillén, Nayeli Nesme, Omar López y Jorge García. 

En la mesa participarán el escritor José Ángel Leyva y el autor, este martes 2 julio a las 19:00 horas en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes.

A lo largo de los años, la poesía de Eduardo Mosches ha cautivado con su musicalidad y sinceridad al abordar temas como la memoria, la cotidianidad y la muerte. Entre sus mayores influencias destacan a César Vallejo, Nazim Hikmet, Juan Gelman, Paul Celan, Elsa Cross, Eduardo Lizalde. “Me es difícil la exclusión de poetas”, señala Mosches en entrevista sobre el tema.

De los nueve poemarios que conforman la carrera del autor argentino, publicados entre 1979 y 2014, Mosches destaca uno: El ojo histórico, que podría remitir a la crónica y la denuncia.

“En palabras de Cristina Peri Rossi, este poemario es una crónica poética de un siglo, el XX, especialmente cruento, perverso, terrible. Es un acercamiento al dolor, pues crea memoria y considero que fue gestándose una especie de ópera multiestelar con la participación y presencia de noticias de periódicos, citas de escritores y cronistas de ese año. Desfilan ciudades, campos de concentración, terremotos y música. Palabras que retoman el año 1944, una confluencia de actores que hacen de este poemario un fresco violento y diferenciador de otros trabajos”, explica.

Mosches reconoce ciertos elementos que han definido su trabajo creativo: “Siempre hay un proceso que se amplía a temas existenciales, en todo acto poético el hecho de soñar y revivir es inseparable del acto del escribir. Escribir es memoria. La memoria es vida transcurrida y acompañada por y con la lectura de otros poetas. Creamos y nos alimentamos del hacer de otros poetas. Desde la mirada de lo cotidiano y la ruptura, contradictoriamente, con el vivir diario. Un tema, un hecho que forma parte de mi universo personal es el factor del exilio y la creación de nuevas raíces en el acto de lo sedentario.”

Sobre su trayectoria y experiencia como autor en México, dijo que su proceso de creación inicia en nuestro país. “En tiempos existenciales previos estaba mucho más dedicado al ámbito académico y a la actividad militante política. Al vivir en México me abrí, rompí esa casi autoprohibición y eso posibilitó una especie de permiso interno personal del quehacer creativo literario. Inicié mi hacer poético en este país.”

Para Eduardo Mosches la poesía es necesaria, no sólo como modo de vida. Ya con 35 años de carrera el poeta revela que siempre ha tenido una importante relación con la poesía: “Sigo leyendo entusiasmadamente poesía, de conocidos y desconocidos, tanto de América Latina como de otros espacios geográficos literarios. Un componente importante es la relectura de los poetas que podemos considerar clásicos. Esa lectura hace posible la escritura personal.”

“Es indispensable para mí expresar que vida y poesía van unidas, se juntan, se entreveran hasta convertirse una en consecuencia de la otra, porque la poesía, quizá, más que discernimiento del mundo, es una manera de estar en el mundo”, finalizó Mosches.

El poeta Eduardo Mosches nació en Buenos Aires, Argentina, el 24 de enero de 1944. Actualmente radica en México. Estudió Ciencias Políticas y Sociología en el Instituto de Estudios Latinoamericanos y en la Universidad Libre de Berlín; e interpretación teatral en la Universidad de Tel Aviv. Ha sido coordinador de Actividades Culturales de la Casa del Lago; gerente de edición en la editorial Nueva Imagen y de Folios Ediciones; director del Foro Cultural Gandhi; coordinador editorial de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, y fundador y director de Blanco Móvil. Colaborador de Cormorán, Cultura Urbana, Delfín, El Nacional, El Universal, La Jornada, Paralelo 35, y Siempre!

Entre su obra publicada se encuentra: Los lentes y Marx (1979), Los tiempos mezquinos (1992), Cuando las pieles riman (1994), Como el mar que nos habita (1999), Molinos de fuego (2003), Palabras sin ruta (2005) y Susurros de la memoria (2007).