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A cien años de su nacimiento y a 32 de su fallecimiento, leer al historiador y filósofo mexicano José Fuentes Mares (Chihuahua, 1918-1986) sigue representando un gran placer, como lo es polemizar en torno a sus ideas, porque, además, es de los pocos personajes en México que dominó el arte de la narrativa aplicada a la investigación historiográfica.

 

Así lo señaló el historiador Víctor Orozco durante la charla Centenario de José Fuentes Mares, realizada en la Sala Adamo Boari del Palacio de Bellas Artes, en un acto organizado por la Coordinación Nacional de Literatura del Instituto Nacional de Bellas Artes.

 

En la sesión, acompañado por José Manuel Villalpando, reconocido historiador, Víctor Orozco Orozco hizo una semblanza de quien fuera su amigo y maestro, y aseguró que el amplio bagaje cultural de Fuentes Mares lo adquirió de sus lecturas de joven y por el contexto histórico que le tocó vivir.

 

“Fue un alumno de Antonio Caso, se formó con lecturas de Ortega y Gasset y de los teólogos españoles que contribuyeron a su formación jurídico-filosófica. En México tuvo influencia de los historiadores más importantes del siglo XIX, como Lucas Alamán, pero también de José Vasconcelos, Daniel Cosío Villegas (20 años mayor que él, aunque trabajaron juntos) y de otros menos conocidos, como el caso del padre Cuevas, quien le dedicó un libro siendo él muy joven”, señaló el también historiador.

 

El contexto histórico, agregó, le permitió vivir una etapa en la que se daban grandes polémicas como lo era aún en ese momento la de los liberales y los conservadores, el análisis de la Reforma y su personaje favorito, Benito Juárez, además del franquismo en España, participando siempre en los temas y creando polémicas. Todo ello le dio un bagaje cultural muy amplio y de ahí que haya legado un trabajo que se expresó en una bibliografía de más de 40 títulos con temas tan variados que van desde la historia y la filosofía hasta la novela, el teatro y la gastronomía.

 

Polémico, escribió sobre la guerra de Reforma juarista: “Se iniciaba la guerra, la primera sin cuartel que México conocía, sin cuartel porque nacía por encima de todos los cuarteles, justamente porque nada importaría a los intereses o supremacías personales, sino las ideas y las convicciones. La guerra de Reforma carecía de precedentes, venía a dignificar la historia patria, a enriquecer con abundante sangre, nueva y joven, la sangre estéril vertida en 40 años de cuartelazos…”.

 

Como todo ser humano, concluyó Víctor Orozco, el escritor Fuentes Mares cambió (evolucionó, dijo) mucho en sus ideas: lo hizo en cuanto a su crítica a Juárez (fue su personaje favorito y le dedicó cuatro libros, los mejores de su legado, pues quedó fascinado con él), cambió en sus ideas religiosas, en su concepción del federalismo, en su admiración al franquismo.

 

Víctor Orozco consideró que José Fuentes Mares fue un acucioso investigador y crítico de la historia de México: “Sus ensayos son fruto de una objetiva y pormenorizada investigación documental basada en fuentes originales que rompen con los dogmas de la historia oficial y desmitifican figuras de la historia mexicana”.

 

En su momento, el historiador José Manuel Villalpando explicó que el homenajeado José Fuentes Mares representa para él un ejemplo de vida, ya que leyó sus obras desde adolescente, y su influencia ha estado presente en todo momento. Contó que, en Chihuahua, al cumplir un año de casado, enfrentó la disyuntiva de celebrar o ir a Monterrey a conocer a Fuentes Mares, quien por esos días recibiría un premio en dicha ciudad; 25 años después, relató, él mismo recibió el mismo galardón.

 

Al destacar que leyó todos los libros de Fuentes Mares, dijo que aprendió de él muchas lecciones, una de ellas, la originalidad de los argumentos; otra más, la capacidad de debatir y disputar; una fundamental: mantener libre la profesión de historiador (fuera de los subsidios), y algo esencial, el saber arriesgar en la prueba de ácido en el mercado de libros: que la gente compre un libro y luego vuelva a comprar otro del mismo autor. “Gracias a él, he hecho lo poquito que he realizado en la vida” mencionó. Luego, hizo un recuento de la larga bibliografía del historiador chihuahuense.