Imprimir

El escritor austriaco de ascendencia judía, Joseph Roth (1894–1939) es un reconocido exponente de la novela de guerra. En su libro Pesos y medidas narra la historia del almotacén Anselm Eibenschütz, quien es un antiguo militar que se ve orillado a dejar el ejército para mudarse a una región en la que reina la corrupción, el engaño y la traición.

Javier García-Galiano y Gilda Waldman comentarán la edición de Pesos y medidas traducida al español por el especialista en letras alemanas Ricardo Ruiz León. Esta presentación editorial tendrá lugar el martes 6 de febrero a las 19:00 en el Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia.

 

En entrevista con la Coordinación Nacional de Literatura del Instituto Nacional de Bellas Artes, Ruiz León comentó que Pesos y medidas es una novela corta que se desarrolla en la parte más oriental del Imperio austrohúngaro, junto a la frontera rusa. “Tiene algo de fábula y el inicio es el de un típico cuento de hadas. ‘Había una vez en el distrito de Zlotogrod un almotacén que se llamaba Anselm Eibenschütz’”.

 

“Pesos y medidas es la historia de un funcionario, acaso demasiado honesto, encargado de verificar las pesas, balanzas y demás instrumentos de medición. El almotacén encontrará la amistad y el amor, pero también, debido a su excesiva escrupulosidad, se ganará la antipatía y el odio de los comerciantes, en particular de uno de ellos”, refirió.

 

Ruiz León resaltó que esta novela es entrañable y atrapa al lector desde el primer momento, además de provocar la reflexión acerca de los valores humanos. Respecto a la narrativa de Joseph Roth, señaló que, al haberse dedicado durante muchos años al periodismo, tiene un estilo directo y sencillo.

 

“Joseph Roth es un escritor riguroso, crítico, pero también muy ameno y que nunca pierde el sentido del humor. En este relato me gustaría subrayar su estructura y ritmo, repite frases, pero con ligeras variaciones que le dan un adorable carácter musical”, agregó.

 

El traductor lamentó que en México no se lea mucha literatura austriaca: “Fuera de algunos pocos autores consagrados como Stefan Zweig, Robert Musil, o Franz Kafka, judío austrohúngaro de lengua alemana, no se lee mucha literatura austriaca. Quizás porque no se traduce mucho o porque las traducciones que nos llegan desde el extranjero no logran conectar con el lector mexicano”.

 

“Celebro que la Secretaría de Cultura tenga interés en recuperar estas obras invaluables de la literatura universal, ojalá haya muchas más publicaciones de los clásicos para hoy, no sólo nuevas traducciones porque hay un mundo de textos muy importantes aún sin descubrir”, finalizó.